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Trapero declaró que no pudo dar mayor protección en el asedio a la Consellería sin "causar problemas de orden público"

  • Salen a la luz unos audios de la primera declaración del mosso major
  • Negó haber hecho caso omiso de los requerimientos de la Guardia Civil
  • Dice que estos agentes no vieron a los mossos porque "la masa lo impidió"

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El jefe de los Mossos, Josep Lluís Trapero.
El jefe de los Mossos, Josep Lluís Trapero.

El mayor de los Mossos de'Esquadra, Josep Lluís Trapero, aseguró a la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela -durante la primera declaración que prestó el pasado 6 de octubre por un presunto delito de sedición- que no se pudo crear un cordón de protección frente a la Consejería de Economía durante la jornada del pasado 20 de septiembre, cuando se produjeron graves incidentes durante el registro que se realizó en este departamento para evitar el referéndum del 1-0. "Era imposible sin causar un problema de seguridad y de orden público", apuntó.

Así puede escucharse en los audios de la declaración -publicados por el diario Ara y recogidos por Europa Press- en los que el mayor de los Mossos niega haber hecho caso omiso de los requerimientos realizados por la Guardia Civil y los miembros de la comisión judicial que realizaban el registro en dicha Consejería.

La concentración de miles de personas a las puertas del edificio motivó que la comitiva judicial no pudiera salir del mismo al completo hasta altas horas de la madrugada, y los vehículos policiales quedaron destrozados.

Estos incidentes provocaron la entrada en prisión de los presidentes de la ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, por "promover" el asedio a la Guardia Civil. El propio Cuerpo dijo que estos incidentes no fueron ni "espontáneos" ni "pacíficos".

Trapero dice que sí se atendieron los requerimientos de la Guardia Civil

Durante el interrogatorio la juez preguntó a Trapero por el hecho de que la Guardia Civil manifestara que requirió hasta en cinco ocasiones apoyo de los Mossos sin obtener una respuesta adecuada. Según Trapero, y por el contrario "se iban destinando todos los recursos a la zona y se variaron durante todo el día", algo que podría demostrar documentalmente.

Según el relato de Trapero a las 9:15 de la mañana, cuando comenzó el registro ordenado por el Juzgado de Instrucción numero 13 de Barcelona- que acabó con 14 cargos y empresarios detenidos- sólo había dos unidades destinadas al lugar, cada una con 7 agentes, si bien a preguntas de la juez el mando de los Mossos no pudo precisar a cuantos metros se encontraban de la puerta de la Consejería.

A largo de la mañana, según aseguró Trapero, se fueron designando efectivos llegando hasta los 16 o 17 equipos poniendo el foco en el Rambla de Cataluña. "Piense que allí llegó a haber 40.000 personas", dijo Trapero a la titular del Juzgado Central del Instrucción número 3.

En otro momento del interrogatorio, y a preguntas del fiscal Miguel Angel Carballo, dice que en ningún momento la gestión de la concentración se les "fue de la mano", aunque reconoce que "si hubiésemos podido planificar hubiese sido mejor".

"Si hubiésemos tenido la comunicación el día de antes habríamos tenido mucho más espacio, los vehículos policiales en ningún caso hubiesen estado allí y todo hubiese sido más fácil -dijo también el mayor de los Mossos en el juzgado.

"La masa impidió a los guardias civiles ver a los mossos"

A preguntas de juez, que pregunta cúal era la razón por la que los guardias civiles no podían ver a tales efectivos de los Mossos, Trapero contesta que "no los ven porque la masa impide verlos", si bien reconoce que ello es porque se sitúan "detrás de la masa".

En este momento el mosso precisa que era imposible dar una protección de 40 metros alrededor del edificio "sin causar un problema de seguridad ciudadana y de orden público".

En otro momento de la declaración Trapero señala que sobre las 18:30 de la tarde del 20 de septiembre se "empieza a trabajar" en un pasillo de seguridad para permitir la salida de la comisión judicial "con personas de la Asamblea Nacional Catalana", que había ido reclutando esta organización y que llevaban un peto. "Se ofrecen para ello", precisa Trapero a la juez.

Trapero explica posteriormente por qué dicho pasillo no llegó a utilizarse aludiendo a dos conversaciones telefónicas con el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, José María Barrientos, a quien expone la situación tras mostrarse éste preocupado por las imágenes de la concentración que había visto durante todo el día.