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El Partido Nacional negociará con el antiinmigración Nueva Zelanda Primero para seguir gobernando

  • El partido de centroderecha del primer ministro obtuvo el 46% de los votos
  • El Laborista, el 35,8%, New Zealand First, el 7,5%, y el Partido Verde, el 5,8%

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El primer ministro de Nueva Zelanda, Bill English, celebra su victoria en las elecciones en el Centro de Convenciones de Auckland
El primer ministro de Nueva Zelanda, Bill English, celebra su victoria en las elecciones en el Centro de Convenciones de Auckland.

El Partido Nacional de Nueva Zelanda, que ha ganado los comicios generales por mayoría simple, buscará negociar con el partido antiinmigración New Zealand First (Nueva Zelanda Primero) para mantenerse en el poder que ostenta desde 2008.

Con el recuento de más del 99% de los votos, el partido de centroderecha del primer ministro, Bill English, ha obtenido el 46% de los sufragios, lo que le daría 58 de los 120 escaños del Parlamento.

El Partido Laborista, de Jancinda Ardern, ha logrado el 35,8% de las papeletas (45 asientos), según el resultado preliminar publicado por la Comisión Electoral.

"Hemos tenido un voto muy fuerte. Claramente por delante de los Laboristas. Necesitamos otros dos, tres o cuatro (asientos). Estamos negociando desde una posición muy fuerte", ha dicho English a sus simpatizantes congregados en los cuarteles de su partido en la ciudad de Auckland.

Por su parte, New Zealand First, ha logrado el 7,5% de los votos, lo que le daría 9 escaños. El Partido Verde, más cercano a los laboristas, se ha alzado con el 5,8% de los votos, con una proyección de 7 escaños, la mitad de los que logró en los comicios anteriores.

Estos resultados dan cuenta que "ni el Laborista ni el Nacional pueden formar gobiernos por sí solos", ha admitido English, al anunciar que dialogará con el líder de New Zealand First, Winston Peters, quien podría perder su escaño.

Ningún partido alcanza la mayoría absoluta desde 1996

Desde que las autoridades introdujeron en 1996 el sistema mixto de candidatos y listas cerradas, ningún partido ha alcanzado la mayoría absoluta en el Parlamento para formar Gobierno y el panorama no estaría claro hasta el 7 de octubre cuando se conozcan los resultados oficiales.

Pero aunque English tenga una ventaja, no se descarta que el bloque de los laboristas con el Verde puedan también aliarse a New Zealand First, que en el pasado ha formado alianzas para gobernar tanto con los nacionales (1996-98) como con los laboristas (2005-08).

En esos años, Peters logró el puesto de viceprimer ministro con el Partido Nacional y de jefe de la diplomacia neozelandesa con los laboristas. "Necesito realmente mantener la mente abierta a ello", ha comentado Ardern a periodistas al recalcar que su formación hará "todo lo posible para trabajar con cualquier partido que crea como nosotros que Nueva Zelanda puede ser mejor y que las próximas generaciones puedan esperar mejorías".

Pero cualquier conversación "sobre el potencial futuro de los gobiernos" se debe hacer al día siguiente, ha dicho la líder laborista, quien ha reconocido que la incógnita debe resolverse con la máxima brevedad posible.

Peters ha comentado que no tomará ninguna decisión hasta dialogar con los miembros de su partido y ha prometido tomar en cuenta "los intereses de Nueva Zelanda".

En estas elecciones los principales temas de preocupación han sido el alto precio de la vivienda, la inmigración con la llegada de más de 70.000 personas por año, la sanidad, el transporte y el agua. Un reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) indica que Nueva Zelanda creció un 3% en los últimos tres años "y se proyecta que se mantendrá fuerte en 2018".