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Las heroínas de los Bancos de Leche: "Es realmente satisfactorio saber que estás ayudando a otros niños y a sus madres"

  • Doce Bancos de Leche materna alimentan a los bebés prematuros en España
  • Algunos hospitales han duplicado los niños beneficiados los últimos años

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Imagen de un lote de frascos de leche materna del Banco de Tejidos de Palma de Mallorca.
Imagen de un lote de frascos de leche materna del Banco de Tejidos de Palma de Mallorca.

Leire cumplirá pronto tres años pero ya tiene al menos 133 “hermanos de leche”. Así, se conoce actualmente a los niños beneficiados por las donaciones a los bancos de leche materna que hacen mujeres como Bárbara Santamaría, la madre de Leire.

La historia de esta madre e hija es tan solo uno de los muchos casos que siguen la filosofía de la Semana Mundial de la Lactancia Materna que este año cumple su 25º aniversario. Este evento coordinado por la WABA y apoyado por organizaciones como OMS y UNICEF busca fomentar el uso de la leche materna humana.

No obstante, hay mujeres que, aunque eligen esta opción, no pueden amamantar a sus bebés por ser prematuros o encontrarse hospitalizadas y deben acudir a los Bancos de Leche Humana, es decir, instituciones que recogen, tratan y dispensan la leche materna a los pacientes.

En España, hay doce Bancos de Leche Materna de este tipo, una tendencia que ha aumetando en los últimos años. El primero de ellos, fue el Banco de Tejidos de Palma de Mallorca que cuenta con 16 años de trayectoria actualmente, y el último es el Banco de Leche del Hospital Universitario Central de Asturias, inaugurado en enero de este año.

Un proceso sencillo

Bárbara Santamaría siempre ha apostado por la lactancia materna, sin embargo, no comenzó a interesarse en el proceso de donación hasta que tuvo a su segunda hija, Leire, en el Hospital 12 de Octubre de Madrid: "Con mi primera hija tenía miedos e inseguridades”, aclara esta madre.

Después, con la llegada de la pequeña, Santamaría observó que tenía mucha cantidad de leche y vio la donación como una buena opción "quería agradecer de algún modo el hecho de no haber tenido que ver a mis hijas ingresadas en el hospital o de no poder amamantarlas, como sí les pasa a otras madres.”

Beatriz Flores, pediatra neonatóloga y responsable de Calidad del Banco regional de Leche Materna del Hospital 12 de octubre de Madrid, afirma que el proceso de donación requiere unos pasos para garantizar la calidad de leche. Primero, la madre debe darse de alta como donante y realizarse unos análisis. Tras esto, una vez confirmado que la mujer es apta, se proporcionan los materiales necesarios para que puedan realizarlo en casa.

“La extracción se hace con gorro, mascarilla y sacaleches para garantizar las medidas higiénicas.” Además, las madres deben congelar la leche y preservar así la cadena del frío hasta que llegan al hospital. “Descartamos muy poca leche. Les sometemos a pruebas de calidad y se pasteuriza”, continúa la pediatra.

En sus dos años como donante, Bárbara Santamaría ha entregado un total de 43 litros de leche. “Es muy sencillo, una vez que alimentaba a mi bebé, las primeras veces tardaba tan solo unos quince minutos en llenar un biberón. A los pocos días, mi marido los llevaba al hospital a pesar de vivir a las afuera de Madrid. Él me ha apoyado mucho en el proceso”, comenta esta madre.

Una trabajadora del Banco de Tejidos de Palma de Mallorca manipula un frasco de leche materna.

Una trabajadora del Banco de Tejidos de Palma de Mallorca manipula un frasco de leche materna. EFE/ATIENZA

Actualmente, la cantidad de leche que produce Bárbara Santamaría se ha reducido y lamenta tener que darse de baja como donante. “Me ha dado mucha pena dejarlo, animaría a aquellas mujeres que tienen un hijo y se decantan por la lactancia materna a hacerlo. Es realmente satisfactorio saber que estás ayudando a otros niños y a sus madres con algo que cuesta tan poco”, declara esta madre.

Beatriz Flores afirma que “las donantes son mamás muy generosas". "Tenemos un volumen de donación bueno, pero necesitamos más", señala. Desde 2014 nos hemos convertido en Banco Regional y proporcionamos leche a otros hospitales de la Comunidad de Madrid como La Paz, Puerta de Hierro y Severo Ochoa de Leganés."

Desde que comenzó su trayectoria en 2007, el Hospital 12 de Octubre ha incrementado sus reservas de leche y sus necesidades. Mientras que en 2010, se recogieron 600 litros y se alimentó a 265 bebés, en 2016 esta cifra se ha incrementado hasta los 1600 litros recogidos y 598 niños alimentados con leche materna del banco.

En cuanto a las donantes, en 2016 hubo hasta 250 madres. “Son mamás generalmente jóvenes, de 25 a 35 años, universitarias. De todas ellas, el 15% son madres con bebés que han necesitado previamente el Banco de Leche y donan como agradecimiento”, afirma Beatriz Flores.

Un bien escaso

El Banco de Tejidos de Palma de Mallorca, recoge las donaciones de leche materna desde hace 16 años. Javier Calvo, médico especialista en inmunología en esta institución, asegura que hay alrededor de 30 madres donantes actualmente.

“Aunque pueden parecer suficientes para las necesidades de la isla, la leche materna es un bien escaso”, explica Javier Calvo. Las donaciones por lo general se suelen limitar a 6 meses y no todas las madres lo hacen a la vez o regularmente.

“Después de un tiempo, las madres por motivos laborales o la disminución de cantidad de leche, se dan de baja así que es muy importante seguir animándolas y visibilizar este tipo de instituciones”, afirma este médico especialista.

La OMS recomienda la lactancia materna como modo exclusivo de alimentación durante los al menos los seis primeros meses de vida. A partir de entonces, si es posible y la madre quiere, se aconseja seguir hasta los dos años o más complementada adecuadamente con otros alimentos.

“Aunque depende de la situación de la madre, en la mayoría de los casos la mejor opción para los bebés es la leche humana ya que reduce el riesgo de enfermedades respiratorias y gastrointestinales ”, asegura Javier Calvo.

Beneficios para las madres

Por su parte, la pediatra Beatriz Flores afirma que “hay que informar a las madres de que la lactancia también tiene beneficios para las mujeres”

Según los estudios publicados por la revista de maternidad Lancet, las mujeres que amamantan a sus hijos tienen menos riesgo de padecer depresión postparto, hay un 11% menos riesgo de padecer hipertensión arterial, un 19% menos de riesgo de tener el colesterol alto y un 6% menos de riesgo de padecer cáncer de mama invasivo.

Además Beatriz Flores hace hincapié en que la lactancia materna “reduce el gasto familiar en alimentación y disminuye el número de en el medio ambiente”.

Este es el caso de Mónica Shoyoye, una madre madrileña que apostó por la lactancia natural durante los primeros meses de su segundo hijo.

“Creo que amamantar al bebé es beneficio para reforzar el vínculo madre e hijo y para la economía familiar. Aunque ahora he tenido que complementar la leche materna con un suplemento alimenticio, el gasto en alimentación se ha reducido con respecto al que tuve con mi hija mayor, a la que alimenté con leche de fórmula en su totalidad”.

Bajas tasas de lactancia materna

A pesar de estos estudios, en España aún no se alcanzan porcentajes altos de lactancia materna. Según establece la Asociación Española de pediatría solo el 28,5% de los bebés se alimentan sólo de leche materna a los seis meses.

Beatriz Flores apunta especialmente a que además de problemas de salud en las madres o por motivos laborales, el rechazo a la lactancia materna se debe a la implantación de la “cultura del biberón”, la pervivencia de falsos mitos y la publicidad de grandes marcas de “alimentación de bebés con leche de otras especies”.

“Se ha normalizado tanto esta tendencia de no amamantar al bebé que se ve extraños alimentar a los hijos e hijas con la propia leche de sus madres y que estas deben esconderse o aguantar comentarios”, asegura la pediatra.

Este es lo que le ocurrió a Jennifer Torres, una joven madre que amantó exclusivamente a su hijo con leche materna los primeros meses. Asegura que, en ocasiones se sintió desmotivada ya que en su caso, no sabía cómo amantar al bebé y no se sintió apoyada por el entorno. “Mi suegra me pedía que me tapara cuando estaba en público y en el metro la gente no dejaba de mirarme, algunos incluso se cambiaban de sitio”.

A pesar de ello, actualmente sigue dando leche a su hijo de 20 meses cuando este se lo pide. “No creo que haya que recluirse en salas para amamantar a los bebés, debe normalizarse y ser una opción para la madre hacerlo o no”.