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Parejas españolas miran a Portugal, donde ya es legal la gestación subrogada

  • Los vientres de alquiler son legales en Portugal para casos excepcionales
  • La nueva ley lusa genera "muchísimo interés", aunque se ve difícil acceder a ella
  • La mujer gestante no podrá recibir ningún pago, salvo para gastos médicos
  • La madre genética solo podrá acudir en caso de imposibilidad de embarazo

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Una mujer embarazada
Una mujer embarazada.

La ley legaliza en Portugal el acceso a la gestación subrogada, los conocidos como vientres de alquiler, ha entrado en vigor este 1 de agosto, y aunque está limitada a situaciones excepcionales para mujeres que no pueden concebir por sí mismas, ya genera el interés entre las familias españolas por la posibilidad de acudir al país vecino a realizar una práctica que no está permitida en nuestro país.

Sin embargo, ya saben que no será fácil acceder a esta técnica de reproducción asistida, que en España genera mucha controversia política y sobre la que no hay legislación, al margen de una propuesta de ley presentada en junio por Ciudadanos, el partido que ha impulsado más decididamente la gestación subrogada, pero que no cuenta con el respaldo de PP, PSOE y Podemos, para los que hoy por hoy este modo de tener hijos equivale a una "mercantilización" de la mujer.

Para empezar, la ley portuguesa determina que sólo podrán someterse a la gestación subrogada mujeres con problemas de fertilidad, lo que excluye a parejas homosexuales -sí, pueden en cambio, las parejas de lesbianas-.

En concreto, solo podrán acceder a los vientres de alquiler las mujeres sin útero o con alguna lesión que les impida quedarse embarazadas. La pareja que quiera acceder a este procedimiento deberá acudir a un centro de reproducción asistida, público o privado, para que sea probada la infertilidad de la madre genética.

La mujer gestante no podrá recibir ningún pago económico, salvo los referidos a gastos médicos, y tendrá acompañamiento psicológico tanto antes como después del parto. Solo podrán gestar de este modo dos veces y deberán tener menos de 45 años. Por otra parte, su relación con el niño se circunscribe "al mínimo indispensable, por los potenciales riesgos psicológicos y afectivos que esa relación comporta", según señala el decreto que desarrolla la normativa aprobada hace un año.

Gestación previamente autorizada y con contrato

Además, los candidatos tendrán que celebrar contratos de gestación de sustitución y solicitar una autorización previa al Consejo Nacional de Fecundación Asistida portugués. En el proceso hay que incluir declaraciones favorables de un psiquiatra o psicólogo y del director del centro donde se va a llevar a cabo.

Si se admite la solicitud, se solicitará un dictamen a dos médicos. El Consejo decidirá si autoriza o rechaza la celebración del contrato y puede solicitar "la realización de una evaluación completa e independiente de la pareja beneficiaria y de la gestante de sustitución, por un equipo técnico y multidisciplinar".

En el contrato figurarán las obligaciones de ambas partes. Así, la gestante de sustitución tiene que cumplir las directrices médicas del ginecólogo que sigue el embarazo y realizar los exámenes y actividades terapéuticas considerados indispensables, pero puede rechazarse realizar determinados exámenes de diagnóstico, como la amniocentesis. El contrato puede ser denunciado por ambas partes si se produce un cierto número de intentos de embarazo fallidos.

La gestación subrogada en el mundo

La gestación subrogada en el mundo. EFE

"Un paso súper positivo"

En España, se reconoce lo excepcional que es reunir los requisitos para acceder a este proceso, pero no impide que la llegada de esta ley se vea con optimismo. La aprobación de la ley portuguesa ha generado "muchísimo interés", afirma a Europa Press Santiago Agustín, codirector de Interfertility, agencia que asesora a españoles que buscan un vientre de alquiler en los países en los que es legal.

"Están preguntando ya muchas familias y seguro que cada vez preguntan más. Va a ser complicado porque la ley en su redacción parece muy restrictiva", ha señalado Agustín, que al tiempo asegura que esta iniciativa es "un paso súper positivo" para que también se pueda regular en España.

"Es necesario que nuestro país también tenga una ley. Está todo el mundo con mucha expectación aunque ahora mismo la situación es bastante confusa", ha dicho, y añade que este nuevo ejemplo muestra que la gestación subrogada es "una realidad a nivel mundial" y que se puede "hacer bien respetando todos los derechos".

Opinión que comparte el presidente de la Asociación Son Nuestros Hijos, Pedro Fuentes, que ha subrayado que Europa "se está moviendo" hacia la regulación de la gestación subrogada y que Portugal "está marcando el camino", aunque admite que la ley lusa "no es perfecta" al excluir a los homosexuales y hace un planteamiento "absurdo" al no permitir al niño "conocer su historia".

"En España tenemos una propuesta y espero que los políticos respondan. Espero que respondan a un debate en el Parlamento, un debate que la sociedad ya ha hecho y ha resuelto, porque las encuestas dicen que más de dos tercios de la población española aprueba la regulación", ha afirmado a Europa Press.

Buscar en Portugal lo que en España se niega

En este sentido, ha defendido que sería "absolutamente ilógico, absurdo e injusto" obligar a los españoles a emigrar a Portugal a recurrir a un tratamiento médico que su país "les niega".

"Hay españoles que tienen acceso a las unidades de reproducción financiada con dinero público, y hay españoles a los que se les obliga a emigrar fuera para conseguir ese tratamiento", ha criticado Fuentes, destacando que Portugal "marca el camino" y que España "se tiene que poner las pilas".

Asimismo, ha añadido que oponerse a la gestación por sustitución es "tratar de que pervivan las malas formas". "Quien se opone a regular es colaborador moral del daño y de la explotación a mujeres y a familias. Solo regulando se podrá evitar el daño", precisa, en un razonamiento opuesto al de PP, PSOE y Podemos, que en principio rechazan los vientres de alquiler por entenderlos como una "mercantilización" de la mujer, si bien el PP y Podemos todavía están a la espera de someter a un debate interno esta cuestión.

Por el momento, España no tiende ningún puente político para facilitar esta forma de gestación. La Junta de Extremadura ya ha adelantado que no suscribirá ningún convenio con Portugal en materia de gestación subrogada hasta que este asunto no esté claro desde el punto de vista "ético, médico y social".