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La justicia de Brasil admite a trámite una nueva denuncia penal por corrupción contra Lula

  • Es la tercera vez que Lula pasa a la condición de reo en un proceso judicial
  • Se le acusa de beneficiarse de reformas millonarias en una casa de campo
  • El mes pasado, fue condenado a nueve años y medio de prisión en otra causa

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El expresidente brasileño Lula da Silva en una imagen del pasado mes de mayo.
El expresidente brasileño Lula da Silva en una imagen del pasado mes de mayo.

La Justicia brasileña ha aceptado este martes a trámite una nueva denuncia penal por corrupción y lavado de dinero contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, que el mes pasado fue condenado en primera instancia a nueve años y medio de prisión en otro caso por los mismos delitos.

Esta es la tercera vez que Lula pasa a la condición de reo en un proceso judicial en Brasil aunque el expresidente es procesado en otros dos casos igualmente por las supuestas ventajas indebidas que recibió de empresas que se adjudicaron ilegalmente contratos de la petrolera estatal Petrobras.

En el proceso que ha sido aceptado este martes a trámite por el juez decimotercero federal de Curitiba, Sergio Moro, Lula es acusado de haberse beneficiado de las reformas millonarias que dos constructoras realizaron en una casa de campo cuya propiedad es atribuida al exmandatario en Atibaia, municipio en el interior del estado de Sao Paulo.

De acuerdo con la acusación, las empresas Odebrecht y OAS realizaron obras por un valor de un millón de reales (unos 312.500 dólares). La Fiscalía asegura que el costo de las obras forma parte de los sobornos que las dos empresas pagaron a cambio de adjudicarse ilegalmente seis millonarios contratos de Petrobras.

"No hay ningún registro de que Lula haya costeado las reformas"

En su sentencia, el juez alega que "no hay ningún registro de que Lula haya costeado las reformas", en tanto que los "elementos probatorios permiten concluir" que empresas beneficiadas por los desvíos en Petrobras fueron las responsables por las obras.

Según la Fiscalía, las obras en la casa de campo en Atibaia fueron costeadas por Odebrecht y OAS, dos de las empresas cuyos ejecutivos ya fueron condenados en el marco del gigantesco escándalo por los desvíos en Petrobras durante el Gobierno de Lula.

Según la Fiscalía, a pocas semanas de que Lula fuera sucedido en la Presidencia por su ahijada política, Dilma Rousseff, Odebrecht y OAS aceptaron realizar gratuitamente una serie de obras en una casa de campo en Atibaia que la familia del exgobernante visitaba con frecuencia.

Las constructoras realizaron mejoras en la residencia, construyeron una casa para los guardaespaldas de la Presidencia, un depósito, una cava y una sauna, y concluyeron obras en la piscina, la cancha de fútbol y un lago de la casa cuya escritura de propiedad está a nombre de los empresarios Jonas Suassuna y Fernando Bittar, amigos del ahora exjefe de Estado, a los que la Fiscalía considera como testaferros de Lula.

Primera condena a Lula

En junio pasado, el exmandatario fue condenado en primera instancia a nueve años y medio de prisión por, supuestamente, haber recibido ventajas ilegales también de OAS.

El proceso en el que fue condenado se fundamenta en la supuesta entrega al exmandatario de un apartamento en el balneario paulista de Guarujá por parte de la OAS a cambio de "favores políticos".

Lula, quien ha negado todos los cargos, sostiene que es inocente y víctima de una "persecución política y judicial" que tendría como objetivo impedir que postule en 2018 nuevamente a la presidencia, que ejerció entre 2003 y 2011.

Sus aspiraciones a disputar la presidencia en las elecciones de 2018 dependen ahora del fallo en segunda instancia, pues, si la sentencia de Moro llega a ser ratificada, las leyes electorales le impedirían postular para cualquier cargo público.