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El Gobierno Vasco no participará en ningún acto del sábado por el desarme de ETA

  • Erkoreka: "Nadie sabe con certeza total el número de armas que tiene ETA"
  • El arsenal debe tener "envergadura suficiente como para ofrecer credibilidad"

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El portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, junto a la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, y la consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal
El portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, junto a la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, y la consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal.

El portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, ha anunciado que ni el lehendakari, Íñigo Urkullu, ni ningún miembro del Ejecutivo participarán en los actos públicos convocados por los autodenominados "artesanos de la paz" el sábado en Bayona (Francia) con motivo del desarme de ETA.

Además, ha asegurado que el Ejecutivo vasco no tiene constancia de que, junto a lo convocado por la "sociedad civil" el sábado en Bayona, se vaya a organizar un acto institucional ni antes ni después de las 10.30 horas, cuando está previsto que comiencen las actividades de esa jornada denominada "día del desarme" con la proyección de un cortometraje. Posteriormente arrancarán una serie de conferencias en las que tomarán parte expertos en resolución de conflictos. A las 15.00 horas se celebrará una concentración.

El portavoz, a preguntas de los periodistas en la comparecencia de prensa tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno, no ha querido valorar estas citas porque cree que su definición "aún está en el aire". Además, ha vuelto a apelar a la discreción para no entrar en "valoraciones cruzadas sobre lo que los demás hacen o dejan de hacer".

El portavoz, no obstante, ha afirmado que "quedan actuaciones pendientes antes del día 8 y seguirá habiéndolas después" para lograr "un final ordenado de la violencia" y en ellas "el Gobierno Vasco seguirá implicándose como hasta ahora". En este sentido, ha indicado que el gabinete de Íñigo Urkullu hará "todo lo que esté al alcance de su mano" hasta el próximo sábado para que la entrega de armas de ETA sea "legal, completa, verificada y sin contrapartidas".

Ha hecho hincapié en que el desarme debe ser completo, aunque ha ha advertido de que ningún proceso de estas características cuenta con la "garantía al 100% de la entrega de la totalidad de las armas". Para ello, ha apuntado que debe hacerse en un "solo acto" y que el contenido del arsenal debe tener "dimensión y envergadura suficiente como para ofrecer credibilidad".

"El Gobierno Vasco va a hacer sus comprobaciones para procurar que la entrega haga referencia a un volumen que ofrezca credibilidad, aunque nadie sabe con certeza total el número de armas que tiene ETA", ha manifestado Erkoreka, quien no ha precisado cuáles serán esas "comprobaciones".

Manifiesto por un final de la banda sin impunidad

Por otra parte, un manifiesto que firman Fernando Savater, Consuelo Ordóñez o Maite Pagazaurtundua aboga por un final de la banda sin impunidad y considera que la acción del sábado en Bayona tiene una "inequívoca connotación de autoblanqueo" que requiere una respuesta clara.

Joseba Arregi, Teo Uriarte y Luis Castells son los otros tres impulsores del manifiesto, que suscriben también decenas de personas del mundo de la política, la cultura y los medios de comunicación, y que, en principio, quieren hacer público el jueves. Consideran que la sociedad no debería olvidar que el derecho a la justicia real "no es negociable, ni relativo" y que el fin de ETA debe ser manejado desde los principios que inspiran el Estado de derecho.

Y creen que el anuncio por parte de la banda terrorista ETA de una entrega de armas "mediática y propagandística requiere de una respuesta clara y determinada".

Tras recordar que los "fanáticos de la identidad nacionalista" se han valido de mecanismos como el amedrentamiento y la propaganda, el comunicado subraya que el futuro de la sociedad vasca y navarra no puede escribirse "en la estela del miedo y la autocensura generados por ETA, aunque su acción terrorista haya dejado de amenazarnos".

Los firmantes exigen a ETA "y a su trama política la condena de la historia de terror de la banda, de toda su historia" para garantizar que el desarme anunciado no es "una de sus habituales jugadas puramente tácticas". Además, afirman que la política penitenciaria "no debe convertirse en una política de gracia" que excarcele anticipadamente a los presos juzgados y sentenciados con la aplicación de la progresión de grado u otras medidas.