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La ONU denuncia el asesinato de seis trabajadores humanitarios en Sudán del Sur

  • Ocurrió mientras viajaban de Yuba a la ciudad de Pibor.
  • Desde que estalló el conflicto en 2013, han muerto 79 empleados humanitarios

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Imagen de archivo: tropas de Naciones Unidas y la Unión Africana patrullan por la petrolera sudanesa de Ebey.
Imagen de archivo: tropas de Naciones Unidas y la Unión Africana patrullan por la petrolera sudanesa de Ebey.

Seis trabajadores humanitarios fueron asesinados el sábado en una emboscada en Sudán del Sur, según ha denunciado este domingo el Coordinador Humanitario de la ONU para ese país, Eugene Owusu.

"Estoy horrorizado e indignado por el asesinato atroz, ayer, de seis valientes trabajadores humanitarios en Sudán del Sur", ha dicho Owusu en un comunicado en el que ha explicado que fueron asesinados cuando viajaban de Yuba a la ciudad de Pibor.

El comunicado destaca que es el mayor número de trabajadores asesinados en un mismo incidente, desde que en diciembre de 2013 estalló el conflicto armado en Sudán del Sur. Desde entonces, al menos han muerto 79 empleados de organizaciones humanitarias.

Continuos ataques a caravanas humanitarias

Owusu ha destacado que los continuos ataques contra caravanas humanitarias no solo "pone en riesgo la vida de los trabajadores, sino que amenaza la vida de miles de sursudaneses que dependen de la ayuda para su supervivencia".

"Para que sigamos brindado ayuda a los civiles que sufren inmensamente en todo el país, la seguridad de los trabajadores humanitarios debe ser mantenida, la impunidad que ha prevalecido hasta la fecha debe terminar y los responsables (de estos actos) deben rendir cuentas", ha expuesto Owusu.

Asimismo ha destacado que en lo que va de año al menos 12 empleados de estas organizaciones han perdido la vida y 8 convoys han sufrido ataques.

El responsable de la ONU ha pedido a los dirigentes políticos que asuman su responsabilidad y pongan fin a este tipo de acciones y subrayó que estas personas son "en última instancia, responsables de lo que ocurre bajo su control".

La guerra en Sudán del Sur comenzó en diciembre de 2013 después de que el presidente, Salva Kiir (de etnia dinka), acusara al vicepresidente Riek Machar (de la etnia rival nuer) de haber organizado un golpe de Estado contra él, dos años después del nacimiento del país como Estado independiente.

El texto recuerda que tras tres años de guerra, en torno a siete millones y medio de personas en todo el país necesitan ayuda humanitaria y protección.