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Frágil alto el fuego en Sudán del Sur tras varios días de combates

  • El presidente y el vicepresidente aceptan detener las hostilidades entre ambos
  • Al menos 300 personas han muerto en los enfrentamientos entre las dos facciones
  • Pese al alto el fuego, se han producido algunos choques en la capital del país

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Desplazados por los enfrentamientos en Sudan del Sur junto a la misión de la ONU en YubaTomping, en Juba
Desplazados por los enfrentamientos en Sudan del Sur junto a la misión de la ONU en Yuba

El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, y el vicepresidente, Riek Machar, han aceptado este lunes detener los enfrentamientos entre sus respectivos partidarios, que en los últimos cuatro días habían costado la vida al menos a 300 personas y que parecían abocar al país, el más joven del mundo, a una nueva guerra civil menos de un año después del acuerdo de paz entre ambos.

La iniciativa ha partido de Kiir, que ha ordenado un "cese de las hostilidades con efecto inmediato" a las fuerzas que le son leales. En un discurso difundido por la televisión estatal SSBC, el ministro de Información, Michael Makuei, ha señalado que Kiir "reiteró su compromiso con la continua implementación del acuerdo [de paz] y publicó una orden republicana para el cese de las hostilidades con efecto inmediato", a las 18.00 hora local, las cinco de la tarde en España, hora peninsular.

"Todos los comandantes deben cesar todas las hostilidades, controlar a sus fuerzas y proteger a la población civil y sus propiedades", dicta la orden, que también ordena la reducción de los puestos de control en la ciudad de Yuba, que deben limitarse a "las instituciones esenciales e importantes".

Una vez ha terminado de leer el documento, Makuei ha llamado a "las fuerzas regulares" a volver a sus respectivas unidades y ha asegurado que "cualquier soldado o miembro de las fuerzas regulares que sea encontrado con su fusil sin habérselo comunicado a su unidad será arrestado y se tomarán acciones inmediatas contra él".

Asimismo, ha pedido "a todos los ciudadanos volver a sus hogares para que comiencen con su vida de forma normal" ya que "la situación [de violencia] ha finalizado".

El vicepresidente acepta el alto el fuego

Poco después de ese anuncio, el portavoz de Machar, James Gadet Dak, ha indicado en su perfil de Facebook que las fuerzas opositoras habían aceptado el alto el fuego, un extremo que confirmaba dos horas más tarde el propio vicepresidente.

“He dado instrucciones a los comandantes de respetar un alto el fuego inmediato” a partir de las 20:00 hora local (18:00 hora peninsular española), ha explicado Machar en una entrevista en la emisora Eye Radio Yuba, asegurando que los comandantes “trasmitirán a sus tropas” esa orden.

Ambos líderes respondían así a las peticiones de la comunidad internacional, que en los últimos días han instado a frenar la escalada de violencia. Pese a todo, el alto el fuego es frágil y testigos citados por la agencia Reuters han contado que en Yuba, la capital del país, han estallado varios enfrentamientos tras la declaración de alto el fuego del presidente.

De hecho, la capital del país era escenario de violentos enfrentamientos tan solo unas horas antes, después de una noche de relativa calma. Durante la mañana han tenido lugar combates cerca de una base de la misión de la ONU para Sudán del Sur (UNMISS), según la propia misión.

Asimismo, el diario South Sudan Tribune ha informado de varios enfrentamientos en la zona de Yebel Kuyur, donde está ubicada la residencia de Machar, que protegen sus fuerzas. Además, ha señalado que se han escuchado disparos en las áreas de Gudele y Tongping, cercanas al aeropuerto de Yuba.

Ban pide un embargo de armas para el país

Tras conocerse el alto el fuego, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha reclamado al Consejo de Seguridad la imposición inmediata de un embargo de armas a Sudán del Sur y más sanciones a los dirigentes del país.

En conferencia de prensa, Ban ha solicitado también un refuerzo de la UNMISS para que pueda proteger a la población. "La vuelta a la lucha es indignante", ha recalcado el diplomático coreano, que ha acusado a los dirigentes sursudaneses de fallar nuevamente al país y les ha exigido poner fin a la violencia.

Estados Unidos también ha pedido a ambos que cesen sus enfrentamientos: "Exhortamos encarecidamente a los dos líderes a que hagan todo lo que está en su poder para asegurarse de que este alto al fuego sea totalmente respetado y para que la ayuda humanitaria llegue a aquellos afectados por la violencia", ha señalado el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.

Kiir y Machar protagonizaron una cruenta guerra civil entre 2013 y 2015, que se cerró con un acuerdo de paz y un reparto de poder dentro de un gobierno de unidad nacional. El conflicto provocó una crisis alimentaria en extensas áreas del país y la interrupción de la producción petrolífera, la primera fuente de ingresos.

Los primeros enfrentamientos de esta nueva escalada se iniciaron el jueves, cuando tropas leales a Kiir intentaron registrar los vehículos de las fuerzas de Machar. Desde entonces, ambas facciones se han enzarzado en ataques y contraataques, a pesar de que sus dirigentes se han reunido para intentar rebajar la tensión.