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La era Trump

El fiscal general de Trump se inhibe en cualquier investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones

  • Sessions se aparta tras desvelarse sus contactos con Rusia en la campaña
  • Rechaza dimitir porque "nunca" trató las elecciones en esas reuniones
  • Los demócratas exigían su renuncia y algunos republicanos, que se apartara
  • Trump, pese a todo, le respalda y afirma que mantiene una "total confianza" en él

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El fiscal general de Trump se aparta de los casos sobre Rusia pero no dimitirá

El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, ha anunciado este jueves que se inhibe de participar "en cualquier investigación existente o futura" del Departamento de Justicia sobre la posible injerencia rusa en las elecciones presidenciales, después de que se desvelarán sus contactos con el embajador ruso en Washington durante la campaña, si bien ha defendido su inocencia y ha rechazado dimitir, con el argumento de que "nunca" abordó asuntos electorales en las reuniones que mantuvo.

Sessions, uno de los asesores más cercanos a Trump y consejero de confianza durante la campaña electoral, que ahora ocupa el cargo equivalente al de ministro de Justicia, sostuvo dos reuniones en verano con el embajador ruso en Washington, Sergey Kislyak, según desvelaba este miércoles el diario The Washington Post. El Departamento de Justicia confirmó posteriormente los encuentros y les ha restado importancia, al asegurar que no se abordaron asuntos conflictivos.

Sin embargo, Sessions no mencionó esos contactos durante su sesión de confirmación en el Senado, a pesar de que se le preguntó directamente por posibles vínculos con Rusia, lo que ha suscitado una oleada de críticas. Los demócratas han exigido su renuncia y varios prominentes republicanos habían pedido que al menos se inhibiera de participar en las investigaciones que se están llevando a cabo sobre la posible injerencia del Kremlin en los comicios presidenciales.

Pese a esa tormenta política, Trump se ha mostrado firme y ha ratificado su confianza en Sessions en una charla con los periodistas que le acompañaban en su viaje a los astilleros de Newport News, en Virginia, donde ha ofrecido un discurso a bordo del portaaviones Gerald R. Ford. De hecho, el presidente ha rechazado que el fiscal general deba apartarse de las investigaciones sobre la actuación de Rusia durante las elecciones, poco antes de Sessions diera ese paso.

El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, mantuvo dos encuentros con el embajador ruso en Washington, Sergey Kislyak, durante la campaña para las elecciones presidenciales de su país, según ha revelado este miércoles el diario The Washington Post. Sessions no reveló estas reuniones durante su proceso de confirmación en el Senado ya que, según él, eran parte de su trabajo en el Comité de Servicios Armados del Senado.

Admite las reuniones pero rechaza dimitir

El fiscal general ha explicado que los expertos en ética del Gobierno le recomendaron inhibirse de las investigaciones ante lo sucedido, por lo que se apartará del asunto. "He estudiado las reglas y considerado sus comentarios y su evaluación. Creo que esas recomendaciones son correctas y justas, Por lo tanto, me he apartado de los asuntos que tratan con la campaña de Trump", ha aseverado el republicano.

A pesar de que acepta apartarse para evitar cualquier interferencia, Sessions ha defendido su inocencia y ha asegurado que "nunca" se reunió "con ningún funcionario o intermediario ruso" para abordar las elecciones estadounidenses, por lo que no piensa dimitir del cargo.

"Este anuncio no debe interpretarse como una confirmación de la existencia de una investigación o sugerencia del alcance de tal investigación, porque nosotros, en el Departamento de Justicia, nos resistimos a confirmar o negar la existencia misma de las investigaciones", ha advertido, no obstante, el fiscal sobre las pesquisas sobre el Kremlin.

Afirma que habló sobre Ucrania y terrorismo

Sessions ha admitido los encuentros y ha detallado que dos de sus ayudantes asistieron junto a él a las reuniones con el embajador ruso. Además, ha insistido en que no trató con él ningún tema de la campaña electoral, sino que hablaron sobre terrorismo y sobre la situación en Ucrania.

También ha especificado que fue Kislyak quien solicitó, tras la primera reunión de julio, mantener un segundo encuentro en septiembre. Y ha admitido que se equivocó al no informar de esos encuentros en la sesión de confirmación ante el Senado.

Estas revelaciones sobre Sessions amenazan con crear una nueva crisis en el Gobierno de Trump, que ya vio hace unas semanas cómo los contactos con Kislyak antes, durante y después de las elecciones le costaban el puesto al entonces asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, el general Michael Flynn.

Trump le defiende a través de Twitter

Horas más tarde de que Sessions decidiera apartarse de la investigación, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado que su fiscal general, Jeff Sessions, podría haber sido más preciso en sus respuestas sobre Rusia en el Senado, pero fue sin intención y "no hizo nada malo".

"Jeff Sessions es un hombre honesto. No hizo nada malo. Podría haber respondido de forma más precisa, pero claramente no fue intencional", ha dicho el presidente en una cadena de mensajes en su cuenta de Twitter.

Para Trump, toda la polémica en torno a Sessions responde a una narrativa demócrata "para salvar la cara por perder unas elecciones que todo el mundo pensaba que supuestamente debían ganar".

"Los demócratas se están excediendo. Perdieron las elecciones y ahora han perdido su contacto con la realidad", ha comentado Trump.

El presidente de Estados Unidos, además, puso el foco no en los contactos de Sessions con Kislyak, sino en la filtración que permitió al diario The Washington Post publicar este miércoles esa información y ha señalado que se trata de una "caza de brujas" contra su Gobierno.