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'El viajante', el nuevo Oscar de Asghar Farhadi, el cineasta que plantó a Trump

  • La ganadora del Oscar de habla no inglesa se estrena en España este viernes 3
  • El cineasta iraní no acudió a los Oscar en protesta contra el veto de Trump a su país
  • Farhadi vuelve con esta cinta a rodar en Irán antes de iniciar su primer proyecto en España

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Tráiler de 'El viajante', de Asghar Farhadi

Hace apenas tres días el cineasta Asghar Farhadi hacía historia al ganar su segundo Oscar para Irán a mejor película de habla no inglesa por El viajante -tras el de 2012 con Nader y Simin, una separación-. También la hacía al no acudir a la ceremonia en protesta contra la decisión de Trump de vetar la entrada en EE.UU. a ciudadanos de siete países musulmanes.

"Siento no estar hoy con vosotros. Mi ausencia es por respeto a la gente de mi país y a aquellos de las otras seis naciones a quienes se les ha faltado el respeto por la ley inhumana que prohíbe la entrada de inmigrantes a Estados Unidos. Dividir al mundo entre las categorías de 'nosotros' y 'nuestros enemigos' genera miedo. Es una justificación deshonesta para la agresión y la guerra. Estas guerras impiden la democracia y los derechos humanos en países que han sido víctimas de la agresión. Los cineastas pueden usar sus cámaras para capturar cualidades humanas compartidas y romper estereotipos de las varias nacionalidades y religiones. Crean empatía entre nosotros y los otros. Una empatía que hoy necesitamos más que nunca". Esta fue la declaración leída en nombre de Farhadi en la ceremonia de los Oscar por la iraní-estadounidense Anousheh Ansari, ingeniera de la NASA, al recoger el premio junto a otro compatriota.

Y de esas cualidades humanas y de la complejidad de las relaciones humanas habla El viajante, como toda la filmografía del cineasta iraní más internacional. Esta merecedora ganadora del Oscar, premiada también en el Festival de Cannes con el galardón a mejor guion y mejor actor (Shabab Hosseini), se estrena este viernes 3 de marzo en los cines españoles.

El Irán de Farhadi

El viajante es la historia de una pareja iraní de clase media, Enad (Shahab Hosseini) y Rana (Taraneh Alidoosti), que se ven obligados a mudarse ante el peligro de derrumbe del edificio en el que viven en Teherán. La pareja, que son actores de teatro aficionados y a la vez trabajan en el montaje de la obra Muerte de un viajante de Arthur Miller, acaba alquilando a un compañero, Babak (Babak Karimi), un apartamento en el que antes vivía una prostituta. Un día que la mujer está sola un hombre entra en la casa buscando a la anterior inquilina y la agrede. Este incidente cambiará dramáticamente la vida de la pareja y desencadena un enorme deseo de venganza en el marido, hasta entonces un tranquilo profesor de literatura, que se obsesiona con encontrar al autor del ataque.

Esta película supuso una escala de vuelta a Irán para el director, guionista y productor, que, tras el éxito de Nader y Simin, una separación (2011), rodó en Francia El pasado (2013) y está ya preparando el rodaje este año de su primer proyecto español, producido por los hermanos Almodóvar y con Penélope Cruz y Javier Bardem. De hecho, la imposibilidad de juntar a todo el equipo hasta esa fecha permitió regresar a Irán a rodar a Farhadi, que admite que no se sentía "muy cómodo" con la idea de rodar dos filmes seguidos en el extranjero y "distanciarse" de los rodajes en su país.

El director aprovechó además para hacer una película que siempre había querido hacer, una que transcurriera en el mundo del teatro, al que estaba muy vinculado en su juventud -estudió Teatro en la Universidad de Teherán- y que ha influido poderosamente en toda su filmografía -su magistral manejo de los silencios en El viajante bebe del dramaturgo Harold Pinter, cuya obra centró su tesis universitaria-. Y solo un genio cinematográfico como Farhadi es capaz de convertir un proyecto que diríamos menor -hecho entre medias de otros proyectos y con apenas tiempo- en una película imprescindible.

La trama de este thriller social transcurre paralela y, a ratos entremezclada, a la de Muerte de un viajante, la obra cumbre de Miller, un agudo ataque al sueño americano que marcó profundamente a Farhadi en su juventud por su enorme carga de crítica social a ese periodo de la historia de la transformación de la América urbana que acabó destruyendo a los que no supieron adaptarse, como al viajante Willy Loman.

"La obra guarda muchos paralelismos con la situación actual en mi país. Las cosas cambian a la velocidad del rayo y no queda más remedio que adaptarse o morir. La crítica social que forma el núcleo de la obra sigue siendo válida en Irán", afirma el cineasta iraní, capaz de torpedear la línea de flotación del régimen iraní desde una absoluta sutileza que acaba siendo descarada con la lectura adecuada.

Las complejas relaciones humanas en el seno de la familia, tema central de la obra de Asghar Farhadi, se repiten tanto en la obra de Miller como en la vida personal de Enad y Rana, quienes además interpretan en su obra amateur a los personajes del viajante Willy y su esposa Linda, sin saber que acabarán cruzándose con otro viajante y su familia fuera de escena. Para interpretarles, el director de 44 años recurre a sus actores fetiche, Hosseini (segunda película juntos tras Nader y Simin, una separación) y Alidoosti (cuarto filme tras La bella ciudad, Fiesta del fuego y A propósito de Elly).

Y otro paralelismo está entre el Nueva York de Arthur Miller, en el que los huertos y jardines se reemplazan por torres, con el Teherán de hoy en día, que "cambia de forma frenética, anárquica, irracional", como puede contemplarse desde la azotea de la nueva casa de Enad y Rana y describe Farhadi, el cineasta que nos brinda esa necesaria empatía con otra de sus delicadas obras de arte que trascienden fronteras.

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