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El Supremo condena a un año al cantante de Def con Dos por humillar a víctimas del terrorismo en Twitter

  • César Strawberry citó a Ortega Lara y los GRAPO en unos tuits de 2013 y 2014
  • La sentencia aplica a este caso la pena menor de las previstas en la ley
  • La Audiencia Nacional le absolvió en julio, pero el fiscal recurrió

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El cantante de Def con Dos, César Augusto Montaña, durante el juicio en la Audiencia Nacional
El cantante de Def con Dos, César Augusto Montaña, durante el juicio en la Audiencia Nacional.

El Tribunal Supremo ha condenado a un año de cárcel al cantante del grupo Def con Dos, César Augusto Montaña Lehmann, por un delito de enaltecimiento del terrorismo o humillación de las víctimas cometido al difundir mensajes de burla en la red social Twitter.

César Strawberry, como es conocido el cantante, cometió el delito entre noviembre de 2013 y enero de 2014 al mencionar en sus mensajes, entre otras personas, al funcionario de prisiones secuestrado por ETA José Antonio Ortega Lara, así como a los GRAPO.

Entre otros mensajes, Strawberry se burló de José Antonio Ortega Lara -"habría que secuestrarle ahora"- o afirmó que "el fascismo sin complejos de Esperanza Aguirre me hace añorar hasta los GRAPO".

El Supremo aplica la pena menor de las previstas por la ley, pero señala que no puede disminuir más la condena porque no es posible considerar de menor gravedad los hechos, dada la gran difusión de los mensajes, teniendo en cuenta el amplio número de seguidores que tiene el cantante en las redes sociales. La sentencia le condena también a seis años y seis meses de inhabilitación absoluta.

De este modo, el alto tribunal corrige a la Audiencia Nacional, que absolvió al reo en una sentencia del pasado mes de julio contra la que recurrió el fiscal, que pedía para el cantante un año y ocho meses de cárcel.

La ironía no le exime de la culpa

El Supremo atiende ahora sus argumentos al considerar que los mensajes del reo "alimentan el discurso del odio, legitiman el terrorismo como fórmula de solución de los conflictos sociales y, lo que es más importante, obligan a la víctima al recuerdo de la lacerante vivencia de la amenaza, el secuestro o el asesinato de un familiar cercano".

"La provocación, la ironía o el sarcasmo (el 'nihilismo surrealista' en palabras del acusado) que animan sus comentarios" no le excluyen de la culpabilidad, añade el tribunal, "entre otras razones porque esos complementos explicativos no se incluyen en el mensaje de burla".

Al contrario, añade el Supremo, el comentario "llega a la víctima en su integridad, sin matices aclaratorios de la verdadera intención del autor que lo suscribe. La memoria de su propia tragedia no adquiere otra tonalidad cuando el dictamen pericial concluye que ha sido expresado con sátira o que es fruto de la crítica ácida".

Los tuits del líder de Def con Dos reseñados en los hechos probados de la sentencia son, además de los citados, otros como: "Street Fighter, edición post ETA: Ortega Lara versus Eduardo Madina".

También publicó otros como: "Franco, Serrano Suñer, Arias Navarro, Fraga, Blas Piñar... Si no les das lo que a Carrero Blanco, la longevidad se pone siempre de su lado" o "Cuántos deberían seguir el vuelo de Carrero Blanco".

A ellos se sumó una conversación con otro usuario donde empezaba diciendo "Ya casi es el cumpleaños del Rey. ¡Qué emoción!". El otro usuario le dice: "ya tendrás el regalo preparado no? Qué le vas a regalar?". A lo que contesta: "un roscón-bomba".

Voto particular a favor de la absolución

La sentencia cuenta con el voto particular de uno de los cinco magistrados que la firman, que considera que debió rechazarse el recurso de la Fiscalía y confirmarse la absolución de César Montaña, ya que sus mensajes "no pasan de ser meros exabruptos sin mayor recorrido, que se agotan en sí mismos; desde luego francamente inaceptables, pero esto solo".

Añade que las frases del acusado, de su personal responsabilidad, no constituyen como fenómeno un dato aislado, sino que son expresivas de una subcultura de algunos grupos sociales, integrados preferentemente por jóvenes, duramente tratados en sus expectativas de trabajo y de vida en general por las políticas económicas de los últimos años.

"Forman, pues, parte de una manera difusa de reaccionar, de contestar, aquí exclusivamente en el plano del lenguaje, la cultura de un establishment del que, no sin razón, se consideran excluidos. Es, por decirlo con el vocablo a mi juicio más adecuado, un modo de 'épater'. Esto es, de provocar o de escandalizar (...) No van, ni debe llevárselas, más allá".