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Obama culpa al Congreso de EE.UU. de que la cárcel de Guantánamo siga abierta

  • En la base cubana solo quedan 41 detenidos de los 800 que llegó a albergar
  • Su cierre fue una de sus promesas nada más llegar a la Casa Blanca

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Imagen de archivo del 10 de marzo de 2016 del Campo X-Ray en la base naval de Guantánamo (Cuba).
Imagen de archivo del 10 de marzo de 2016 del Campo X-Ray en la base naval de Guantánamo (Cuba).

El presidente saliente de Estados Unidos, Barack Obama, ha culpado este jueves al Congreso de que la cárcel de Guantánamo continúe abierta y ha vuelto a pedir a los legisladores el cierre de esa prisión.

Este jueves también se ha conocido el traslado de cuatro internos desde dicha prisión a Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí.

Peter Cook, el portavoz del Pentágono, ha anunciado las transferencias del ruso Ravil Mingazov, el afgano Haji Wali Mohamed y el yemení Yasim Qasim Mohamed Ismail Qasim a Emiratos Árabes, y la del saudí Jabran al Qahtani a Arabia Saudí, con lo que el número total de reclusos en Guantánamo queda ahora en 41 (llegó a albergar a 800).

Los cuatro llegaron a la cárcel en 2002 como sospechosos de terrorismo y su liberación fue aprobada el año pasado.

Una de sus promesas nada más llegar a la Casa Blanca

Obama culminará este viernes, 20 de enero de 2017, sus ocho años como presidente de Estados Unidos sin haber podido cerrar la cárcel situada en la Base Naval de Guantánamo (Cuba), lo que prometió hacer nada más llegar a la Casa Blanca en 2009.

En un carta enviada al Congreso, Obama recuerda que trató de clausurar Guantánamo, un "desafío" heredado, y que ese centro no ha hecho a Estados Unidos más seguro, sino que ha minado la "seguridad nacional".

Según Obama, "los terroristas la usan para propaganda", es una prisión que "daña" las alianzas de EE.UU. con sus aliados y "los costes de mantenerla abierta superan con creces las complicaciones derivadas de su cierre".

El mandatario saliente denuncia también que el cierre de la cárcel se convirtió en un asunto "partidista", pero, pese a todo, se han hecho progresos como la transferencia bajo su mandato de 196 detenidos a terceros países, con lo que a día de hoy únicamente quedan en Guantánamo 41 presos.

"No hay justificación más allá de la política para la insistencia del Congreso en mantener esa instalación abierta", subraya Obama, quien agrega que las "restricciones" de los legisladores para encarcelar a los detenidos de Guantánamo en territorio estadounidense "no tienen sentido".

A juicio de Obama, la historia emitirá un "duro dictamen" al respecto porque la existencia de Guantánamo es "contraria" a los valores de Estados Unidos.

"Una vez más, animo al Congreso a cerrar esa instalación", destaca Obama en su carta, al recordar que su Gobierno presentó a los legisladores un "plan integral" para clausurar esa cárcel "de una vez por todas".

Obama prometió seguir acelerando las transferencias de presos de Guantánamo a terceros países hasta su último momento en la Casa Blanca y hace apenas tres días diez reos de Guantánamo llegaron a Omán.

El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, ha advertido contra nuevas liberaciones de presos de Guantánamo, donde los detenidos que quedan son "extremadamente peligrosos", en su opinión, y "no se les debe permitir volver al campo de batalla".

Trump, quien mañana asumirá la Presidencia, ha prometido mantener y ampliar esa cárcel y llenarla de "tipos malos".

El centro de Guantánamo llegó a albergar a unos 800 presos poco después de su apertura, ordenada por el entonces presidente estadounidense, George W. Bush, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Obama bate su récord al acortar más condenas a presos que sus 13 predecesores

En su último día en el poder, el presidente de EE.UU., Barack Obama, ha establecido un nuevo récord al conmutar las sentencias de 330 presos condenados por delitos no violentos relacionados con las drogas, con lo que ha acortado más sentencias que sus 13 predecesores juntos.

Con las penas acortadas este jueves, Obama ha conmutado las sentencias de un total de 1.715 personas, incluidas 568 que habían sido condenadas a cadena perpetua, según informó la Casa Blanca.

"Con la acción de hoy, el presidente ha concedido más conmutaciones que ningún otro presidente en la historia de EEUU y ha superado el número de conmutaciones concedido por los 13 presidentes anteriores juntos", ha informado el consejero legal de Obama, Neil Eggleston, en el blog de Casa Blanca.

Obama el pasado 18 de enero de 2017 durante su última conferencia de prensa como presidente de EE.UU. EFE/JIM LO SCALZO

"El presidente se propuso revitalizar la (facultad ejecutiva de otorgar) clemencia, y lo ha conseguido", ha añadido Eggleston.

Obama batió hace ya varios meses el récord que hasta entonces ostentaba Lyndon B. Johnson (1963-1969), quien redujo las penas o perdonó a un total de 226 reclusos durante su Presidencia.

Pero este jueves, además, superó su propio récord, que hasta ahora consistía en haber sobrepasado el número de conmutaciones de sus doce predecesores, cifra que ahora se extiende a trece.

El antecesor de Obama, el republicano George W. Bush, conmutó únicamente 11 penas en sus dos mandatos, frente a las 61 de Bill Clinton, las 3 de George Bush, las 60 de Richard Nixon, las 22 de Gerald Ford, las 29 de Jimmy Carter y las 13 de Ronald Reagan.

Más allá de algunas conmutaciones de alto perfil -como las concedidas este martes a la fuente de WikiLeaks, la soldado Chelsea Manning, y al independentista puertorriqueño Óscar López Rivera- la gran mayoría de los actos de clemencia de Obama se han dirigido a presos condenados por delitos menores relacionados con las drogas.

Muchos de esos reos fueron sentenciados durante la llamada "guerra contra las drogas", que desde la década de 1980 aumentó la severidad de las penas por producción, posesión o distribución de drogas ilegales.

De haber sido sentenciados hoy, esos presos habrían recibido condenas mucho menos largas, por lo que Obama lanzó en 2014 una iniciativa para acelerar la revisión de las peticiones de conmutación de ese tipo de prisioneros.

Obama también promovió durante su segundo mandato, sin éxito, una reforma del sistema de justicia penal, con el objetivo principal de reducir las sentencias por los delitos no violentos relacionados con las drogas, y su equipo en la Casa Blanca ha expresado confianza en que su sucesor, Donald Trump, retome esa prioridad.

El mandatario no ejerció con tanta frecuencia su facultad de otorgar perdones presidenciales -que, al contrario de la conmutación, borran el historial criminal del preso en cuestión-, algo que concedió a 212 personas durante su presidencia.