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La justicia francesa investiga a Renault por posible fraude en sus motores diésel

  • La empresa habría ocultado el nivel de contaminación real que emite el vehículo
  • Renault lo niega y advierte de que tiene intención de "hacer valer sus derechos"
  • París niega que las pesquisas estén vinculadas con el caso de Volkswagen

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La justicia francesa investiga a Renault por posible fraude en sus motores diesel

La justicia de Francia ha abierto una investigación a Renault para determinar si se ha registrado fraude en los dispositivos de control de emisiones de gases contaminantes de los vehículos diésel del grupo, tras los resultados obtenidos por una comisión técnica que en 2015 examinó diferentes marcas.

Según las explicaciones de las autoridades francesas recogidas por Reuters y AFP, un trío de jueces trabaja desde el pasado mes de enero para tratar de determinar si los instrumentos que regulan las emisiones de gases están programados para ocultar el volumen de contaminación que realmente emite el vehículo en condiciones reales de conducción. Una manipulación que, para la justicia gala, tendría el agravante de que los motores objeto de las pesquisas serían peligrosos para la salud de las personas y de los animales.

Por su parte, Renault ha aclarado en un comunicado que sus motores respetan la legislación y no tienen dispositivos de fraude. La compañía, que ha afirmado que respeta la legislación francesa y europea, ha explicado que todos sus vehículos han sido homologados conforme a la legislación y se conforman a las normas en vigor y ha subrayado que tiene intención de "hacer valer sus derechos".

Una portavoz de la Fiscalía de París ha explicado a EFE que la investigación, que por ahora no señala a un presunto responsable, se abrió el pasado 12 de enero por "engaño sobre las calidades sustanciales y los controles". La portavoz ha hecho hincapié en que no es el mismo que se produjo contra Volkswagen también por sus dispositivos de control de emisiones contaminantes en los motores diésel.

Investigación abierta en 2015

Los servicios antifraude franceses registraron a finales de 2015 varias sedes de Renault después de conocerse los resultados de las pruebas realizadas a varios de los modelos de la marca por la comisión oficial creada en septiembre de ese año, a instancias del Ministerio francés de Ecología a raíz del escándalo Volkswagen, para verificar las emisiones contaminantes en condiciones reales de conducción.

De acuerdo con las conclusiones de la comisión técnica, publicadas el pasado mes de julio, las cantidades de óxidos de nitrógeno (NOx) en condiciones reales de conducción, en particular para las versiones diésel de los modelos Captur y Espace, eran superiores a las que se habían obtenido en la homologación en laboratorio.

En este sentido, Renault ha destacado que intenta solventar lo presentado en estos resultados.