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De la Serna, un ingeniero de Caminos para afrontar grandes retos de Fomento

  • El alcalde de Santander en los últimos nueve años da el salto a Madrid
  • La liberalización del ferrocarril, el AVE y las autopistas de peaje, entre sus retos

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Íñigo de la Serna, ministro de Fomento.
Íñigo de la Serna, ministro de Fomento.

Tras trece años dedicado a la política municipal, nueve como alcalde de Santander, Íñigo de la Serna da el salto a la primera línea nacional en Fomento, una cartera de gran peso en el Gobierno que últimamente ha arrastrado tiempos de contención inversora y que tiene por delante importantes retos.

Mariano Rajoy ha elegido a este bilbaíno de nacimiento, que ha vivido desde la infancia en la capital cántabra y que es ingeniero de Caminos, para un Ministerio que hasta hace poco lideraba la presidenta del Congreso y una de las personas más íntimas del presidente, Ana Pastor.

Sobre la mesa, el nuevo ministro, de 45 años y padre de dos hijos, tendrá en esta nueva etapa asuntos como la liberalización del ferrocarril, la finalización de las líneas de alta velocidad en curso, el mercado inmobiliario o la situación de las autopistas de peajes.

Larga trayectoria política municipal

De la Serna afrontará su nueva tarea con la veteranía que le da una larga trayectoria política, que inició en un cargo público en 2003, cuando pasó a ocupar la Concejalía de Medio Ambiente de Santander de la mano del entonces alcalde de Santander, Gonzalo Piñeiro.

Además, una presencia en foros nacionales e internacionales que ha crecido de forma progresiva en los últimos tiempos le han situado, a la postre, como la mejor baza para una cartera de gran peso tradicionalmente en el Consejo de Ministros, y en la que la interlocución fluida con las comunidades es primordial.

Después de dos legislaturas como alcalde con mayoría absoluta, tras las últimas elecciones municipales de 2015 en las que perdió ese estatus, De la Serna tuvo que intensificar el esfuerzo para captar apoyos, por lo que se puede decir que en los últimos tiempos el pacto y el acuerdo no le son extraños.

De la Serna lleva décadas dedicado a la política, un ámbito en el que entró de la mano del exconsejero de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria José Luis Gil, uno de sus mentores políticos con el que tuvo que compartir la gestión de los efectos de la catástrofe del Prestige en la región.

En 2007 De la Serna, sustituyó en la alcaldía a uno de los hombres fuertes del PP cántabro de entonces, Gonzalo Piñeiro, y consiguió mejorar incluso sus resultados en una ciudad tradicionalmente gobernada por la derecha.

Segundo ministro de Rajoy con pasado en la FEMP

Ya en su segundo mandato como regidor, en 2012, fue elegido presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), cargo que antes que él ocupó Juan Ignacio Zoido, desde ahora ministro de Interior.

De la Serna está desde hace tiempo cerca de la dirección nacional del PP y mantiene amistad con otros representantes y cargos del partido de su generación.

Apasionado del medio ambiente y aficionado al deporte, especialmente al baloncesto y al 'running'. De hecho, no se pierde las carreras populares que se celebran en Santander y sus más allegados aseguran que todas las mañanas, bien temprano, sale a correr por las calles de la capital cántabra.

Es cinéfilo declarado y en la ciudad de Santander ha impulsado grandes proyectos, como el Parque de Las Llamas o la remodelación del frente marítimo. Hijo único, estudió en el colegio de los Agustinos de Santander y en la Universidad de Cantabria y habla perfectamente inglés.