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La Policía halló restos de semen donde el presunto pederasta de Ciudad Lineal agredió a una niña

  • Los agentes no han podido especificar a quién pertenecían los restos
  • También halló tres manchas de sangre en el coche del presunto pederasta
  • El agente no ha especificado tampoco a quién pertenecen esos restos
  • Ha testificado también en el juicio la madre de una de las niñas agredidas

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El presunto pederasta de Ciudad Lineal, Antonio Ortiz, en el juicio de la Audiencia de Madrid
El presunto pederasta de Ciudad Lineal, Antonio Ortiz, en el juicio de la Audiencia de Madrid

Un policía ha revelado este miércoles en el juicio que se encontraron restos de semen en una bolsa de plástico cerca de un descampado donde el presunto pederasta de Ciudad Lineal pudo cometer la última agresión a una niña de 7 años el 22 de agosto de 2014, si bien no ha especificado a quién pertenecían.

El agente de la Brigada Provincial de Policía Científica ha declarado como testigo en la octava sesión de la vista oral que se ha celebrado en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid contra Antonio Ángel Ortiz, de 44 años, para quien la Fiscalía pide 77 años de prisión por secuestrar y agredir sexualmente a cuatro niñas.

Fue el encargado de realizar varias inspecciones oculares al Toyota Celica, que estaba a nombre de la pareja sentimental de Ortiz y en el que pudo trasladar a alguna menor hasta el lugar donde cometió la agresión, así como en el descampado del distrito madrileño de San Blas, donde presuntamente agredió a la niña denominada TP5.

En dicho lugar, el agente encontró varios pañuelos de papel y una bolsa de plástico donde se hallaron restos de semen, aunque no ha revelado si eran del presunto agresor sexual.

"Múltiples vestigios"

Otro agente que ha declarado en el juicio ha coincidido con él al explicar los "múltiples vestigios" que se encontraron en el Toyota: envoltorios de comida, tickets, carteles de 'Se vende', etc. Y ha afirmado que había signos de limpieza en profundidad y que los papeles que se hallaron en el coche podían evidenciar que Ortiz estaba en disposición de venderlo.

Se encontraron en total 17 huellas en el vehículo del presunto pederasta, aunque los testigos no han especificado qué relación podían tener con el acusado.

Las agresiones en el Citröen Xsara Picasso

También ha declarado este miércoles la madre de la primera víctima de Ortiz, una niña de cinco años a quien presuntamente agredió el 24 de septiembre de 2013, y la policía que le tomó declaración.

La agresión tuvo lugar supuestamente en un Citröen Xsara Picasso, según han informado fuentes jurídicas, que fue el vehículo que Ortiz también empleó con la última de las niñas agredidas.

En este caso, el acusado abordó a la menor en un parque infantil de San Blas, la agredió en el vehículo y después la abandonó en una gasolinera. Todo ello se desarrolló "en un lapso relativamente corto de tiempo" y la niña fue llevada de vuelta a su casa por dos personas que la encontraron abandonada y desorientada en la calle.

Tanto el agente como la madre -cuya comparecencia ha durado tan solo 10 minutos-, han declarado en el juicio a puerta cerrada y se han ratificado en lo que ya contaron en fase de instrucción, según han revelado las mismas fuentes.

Manchas de sangre

El agente de la Policía Científica ha relatado este miércoles en el juicio que se encontraron tres manchas de sangre en el Citroën Xsara Picasso, si bien no ha explicado de quién eran esos restos biológicos.

Según el agente, las manchas de sangre se encontraron en el asiento trasero, en el delantero y en el suelo del vehículo, pero no ha especificado a quién podían pertenecer.

Mediante un reactivo, los agentes encontraron los restos biológicos, que pueden pertenecer a algunas de las víctimas. También utilizaron una técnica de luz forense que permite revelar restos de semen, si bien el agente ha relatado que no se encontró nada con este sistema.

La pista del llavero de plástico

El primer policía en testificar también ha confirmado que el ángulo de visión desde el suelo de la parte trasera del vehículo -donde estuvo una víctima escondida durante el trayecto hacia donde Ortiz cometió presuntamente la agresión- permitía ver un llavero de plástico procedente de un concesionario que, según testificó otro agente la semana pasada, fue clave para dar con los dos vehículos que empleó el presunto pederasta en sus agresiones, dicho Citroën y un Toyota Celica.

Fue la menor agredida el 22 de agosto de 2014, una niña de seis años, la que dio la pista del llavero a los policías y quien dijo que cuando el supuesto agresor la introdujo en el Xsara Picasso le pidió que se escondiera en el hueco existente entre el asiento del copiloto y los asientos traseros del vehículo para evitar que pudiera percatarse del recorrido.

El agente de Policía Científica también ha explicado que se encargó de hacer el segundo cotejo de las huellas de la víctima de siete años agredida el 17 de junio de 2014, si bien no ha concretado si se obtuvieron resultados relevantes.

Finalmente, una de las huellas que se halló en este piso en el plástico de un colchón pertenecía al de la niña agredida el 10 de abril de 2014. En esta casa, Ortiz habría agredido sexualmente a dos menores, una el 10 de abril de 2014 y otras el 17 de junio de 2014. La última fue la más afectada, teniendo que ser intervenida de urgencia por lesiones graves.