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EE.UU. desclasifica más de mil documentos sobre la "guerra sucia" en la última dictadura argentina

  • Se centran en el periodo comprendido entre 1976 y 1983
  • El proyecto de desclasificación durará hasta finales de 2017
  • Los archivos están publicados en la web IC on the record

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El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, entregó los documentos desclasificados al presidente argentino, Mauricio Macri.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, entregó los documentos desclasificados al presidente argentino, Mauricio Macri.

El Gobierno de Estados Unidos ha publicado 1.078 páginas de documentos militares y de la inteligencia estadounidense hasta ahora inéditos sobre la "guerra sucia" de la última dictadura argentina (1976-1983), un primer tramo de un proyecto de desclasificación que durará hasta finales de 2017.

Los documentos son los mismos que el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, entregó el pasado jueves al presidente argentino, Mauricio Macri, durante una visita a Buenos Aires.

Los archivos están publicados en tres documentos en la página web IC on the record, y podrían arrojar más luz sobre hasta qué punto conocía y aprobaba el Gobierno estadounidense los abusos de derechos humanos que se estaban cometiendo en Argentina en ese periodo.

La Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI) de EEUU, James Clapper, ha sido la encargada de publicar la primera tanda de los documentos, provenientes en su mayoría de las bibliotecas presidenciales de Jimmy Carter (1977-1981), Ronald W. Reagan (1981-1989) y George H. W. Bush (1989-1993).

Durante su visita en marzo a Argentina, Obama anunció que su Gobierno desclasificaría más documentos sobre la dictadura argentina, por considerar que Estados Unidos tiene "la responsabilidad de afrontar el pasado con honestidad y transparencia". El esfuerzo de desclasificación "implica a 14 agencias y departamentos del Gobierno estadounidense", liderados por la ODNI y la Casa Blanca, y está dividido en cinco líneas de trabajo, según informó el Departamento de Estado en un comunicado.

En primer lugar, el Gobierno estadounidense está buscando entre "cientos de volúmenes de archivos federales con cientos de miles de páginas para identificar documentos relevantes" relacionados con "los abusos de derechos humanos que tuvieron lugar entre 1975 y 1984 en Argentina", para "su revisión y potencial publicación". Se espera que ese proceso esté completo "a finales de 2017", según el Departamento de Estado.

Además, se están haciendo públicos los archivos sobre el tema procedentes de las bibliotecas presidenciales de Gerald R. Ford (1974-1977), Carter, Reagan y Bush.

En tercer lugar, el Gobierno publicará "porciones del informe diario" que recibían los presidentes de Estados Unidos sobre asuntos de seguridad nacional, "considerados el producto más importante de inteligencia de la CIA". Ésta es solo la "tercera vez en la historia" que EEUU desclasifica ese tipo de informes, según la nota.

4.700 documentos desclasificados en 2002

En 2002, el Departamento de Estado ya desclasificó cerca de 4.700 documentos hasta entonces secretos sobre la "guerra sucia", pero entonces se guardó parte de la información considerada confidencial. Ahora, esos cables se están volviendo a revisar para publicar más detalles antes de que acabe este año, apuntó el comunicado.

Unas 30.000 personas desaparecieron durante la "guerra sucia" librada por el régimen militar argentino.

Por último, la oficina del Historiador del Departamento de Estado publicará a finales de 2017 un volumen sobre las relaciones entre Estados Unidos y Sudamérica entre 1977 y 1981.

Los documentos narran episodios como la visita a Argentina de Henry Kissinger durante el Mundial de 1978 y cómo el que había sido secretario de Estado estadounidense entre 1973 y 1977 mostró sintonía con el dictador argentino Jorge Videla en lo referente a la necesidad de frenar al comunismo y el terrorismo.

Unas 30.000 personas desaparecieron durante la "guerra sucia" librada por el régimen militar argentino contra organizaciones armadas opositoras, partidos y sindicatos de izquierda, según estimaciones de organismos de derechos humanos