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El Senado de EE.UU. rechaza aumentar el control sobre las armas tras la matanza de Orlando

  • Las cuatro propuestas (dos demócratas y dos republicanas) fueron rechazadas
  • No hay acuerdo sobre quién debe juzgar que las personas investigadas por terrorismo puedan comprar armas
  • Una propuesta republicana pretendía dificultar que hubiera historiales con enfermos mentales

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Imagen de archivo de una Feria de Armas en Miami (Florida, EE.UU.)
Imagen de archivo de una Feria de Armas en Miami (Florida, EE.UU.)

El Senado de Estados Unidos ha rechazado este lunes cuatro propuestas legislativas encaminadas a aumentar el control de las armas de fuego en el país, una semana después de la matanza en un club nocturno de Orlando (Florida) que causó 50 muertos, incluido el autor de los disparos.

Ninguna de las cuatro medidas propuestas (dos de los republicanos y dos de los demócratas) ha logrado el mínimo necesario de 60 sufragios para salir adelante ya que los senadores han votado en clave de partido.

El rechazo del Senado a aumentar el control de las armas de fuego se ha producido dos días después de que este sábado el presidente de EEUU, Barack Obama, llamase a actuar y asegurase que no hacer nada después de tragedias como la de Orlando es "inexcusable".

Ni historial de antecedentes ni control de enfermedades mentales

Dos de las medidas que se votaron este lunes (una demócrata y otra republicana) eran bastante similares en cuanto a su objetivo, impedir que personas investigadas por terrorismo puedan comprar armas, pero diferían en la forma, ya que la demócrata otorgaba ese poder al Gobierno federal y la republicana lo dejaba en manos de los jueces.

Para comprender mejor las implicaciones de una diferencia tan aparentemente menor pero que hizo que ninguna de las dos medidas prosperase, cabe recordar que el derecho a poseer y portar armas está recogido en la Segunda Enmienda a la Constitución de Estados Unidos y es, por tanto, un derecho constitucional de todo estadounidense.

Los republicanos, por lo general reacios al exceso de poder gubernamental, no conciben que el Gobierno federal pueda negar a alguien un derecho constitucional y consideran que ello debe ser en todo caso tarea de los jueces, mientras que los demócratas creen que dejarlo en manos de la justicia ordinaria haría la medida poco efectiva.

La tercera propuesta, presentada por los republicanos, hubiese dificultado que los historiales de las personas con enfermedades mentales pudiesen ser añadidos a bases de datos de potenciales compradores de armas, lo que a priori debería contribuir a que estas no acabasen en manos de gente con problemas mentales.

Además, se habrían aumentado los fondos federales para el actual programa de control de antecedentes para potenciales compradores de armas.

La última propuesta, presentada por los demócratas, requería a todos los compradores de armas pasar antes una comprobación de sus antecedentes, algo que hoy en día no sucede en todos los estados de EEUU.

Las votaciones han sido la constatación de un patrón que viene siendo habitual tras los últimos tiroteos masivos en suelo estadounidense, ya que tanto después de la matanza en una escuela de Newtown (Connecticut) en 2012 y de la de San Bernardino (California) el año pasado, el Senado ya votó sobre medidas de estas características, rechazándolas en todos los casos.