Enlaces accesibilidad

Almodóvar: vengo a Cannes a demostrar que no soy una vaca sagrada

  • El cineasta presenta en competición Julieta, su última película
  • El filme ha recibido aplausos pero críticas desiguales en la proyección
  • Abucheos para el francés Olivier Assayas por su cinta Personal Shopper

Por
'Julieta' última película de Pedro Almodóvar dentro de la sección oficial del Festival de Cannes

Pedro Almodóvar aseguró este martes que, al contrario que otros directores consagrados, no tiene ningún problema con participar en la competición oficial de Cannes porque así demuestra que no es "una vaca sagrada". El cineasta manchego compite con Julieta por la Palma de Oro por quinta vez en su carrera.

"Yo, de momento, no tengo el talento ni de Woody Allen ni de Steven Spielberg", dos directores que han participado en el Festival de Cannes con sus últimos trabajos, pero fuera de competición.

"Ya que vienes a Cannes, yo prefiero hacerlo en competición. La película la vais a ver los periodistas, va a recibir criticas y prefiero estar en competición porque es más excitante, demuestro que no soy una vaca sagrada, vengo a estar a la altura de las películas de competición".

Y compite de nuevo con el que es su vigésimo largometraje.

"Veinte eslabones que me representan absolutamente", dijo Almodóvar, que agregó: "mi vida está en estas 20 películas".

Por eso resaltó que ha prohibido que se escriba algo biográfico sobre él. "Y lo pondré también en mi testamento", agregó.

"No quiero biografías ni autorizadas ni no autorizadas. No permitáis -dijo dirigiéndose a los periodistas- que nadie haga un biopic de mí, pero transmitir al futuro el mensaje de que mi vida está en esas 20 películas".

"Quería hacer un drama muy sobrio"

Almodóvar se mostró relajado en una rueda de prensa en la que recibió muchas alabanzas por parte de los periodistas, que centraron toda su atención en el realizador, que estaba acompañado por Emma Suárez, Adriana Ugarte, Rossy de Palma, Inma Cuesta, Michelle Jenner, Daniel Grao y Agustín Almodóvar.

Preguntado por el paso del tiempo, señaló que no es que se sienta un viejo. "Pero estoy en ello", aseguró. "Echo muchísimo de menos la juventud y la época que me toco vivir", señaló para añadir a continuación: "he tenido que tomar una decisión por la salud, que es una decisión necesaria pero triste y eso impregna las películas que estoy haciendo".

Tristeza es una de las palabras que mejor definen Julieta, una película que fue recibida con aplausos en su primera proyección en Cannes pero que no gustó de la misma manera a todo el mundo.

"Quería hacer un drama muy sobrio, muy contenido, porque pensaba que era lo que la historia me pedía", explicó sobre un filme que cuenta la vida de Julieta en dos fases de su vida, de joven (Adriana Ugarte) y veinte años después, interpretada por Emma Suárez.

Una película con la que "he vuelto al universo femenino, del que nunca me iré del todo", añadió.

Abucheos para Olivier Assayas

En una edición generosa con las películas en competición, los primeros abucheos llegaron para protestar por la historia entre superficial, espiritual y vacía que cuenta el francés Olivier Assayas en Personal Shopper, protagonizada por Kristen Stewart.

Una película que mezcla el materialista mundo de la moda con la espiritualidad y la búsqueda interior, fantasmas incluidos, de Maureen (Stewart), que acaba de perder a su hermano gemelo Lewis y la busca en la vieja casa familiar abandonada. Entre esa búsqueda del espíritu de su hermano y su trabajo como "personal shopper", la vida de Maureen se desarrolla de forma un tanto contradictoria, como reconoció Stewart en su segunda presencia en esta edición de Cannes, tras Café Society, de Woody Allen, que abrió el festival.

Para la actriz estadounidense, que repite con Assayas después de Viaje a Sils María, es un personaje muy complejo en un trabajo que fue cambiando según iba avanzando el rodaje, haciéndose más aterrador y con un aumento continuo de la adrenalina.

"En el contexto del filme, mi personaje está muy solo, apenas llega a hablar y a través de su teléfono se acerca a la gente y se siente más viva. Es aterrador", explicó la actriz, que resaltó que con la comunicación mediante mensajes las interpretaciones están hasta en los pequeños detalles, como cerrar una frase con un punto o una coma.

"Personalmente reconozco que uso mucho mi móvil, me estimula, forma parte de mí misma, pero es una forma de automatismo", afirmó.

Un personaje que cree en fantasmas o al menos quiere creer, algo en lo que no coincide exactamente la actriz.

"Soy más bien agnóstica, no creo en gran cosa, pero soy muy sensible respecto a los flujos de energía, creo que estamos motivados por algunas cosas que no puedo definir y me da la sensación de que no estamos tan solos como parece".

Una película que, en su opinión, plantea cuestiones fundamentales y demuestra que el mundo no es solo blanco o solo negro. "Vivir en esa zona gris permite a la gente acercarse". Por su parte, Assayas explicó que su película refleja el hecho de que "vivimos en dos planos, tenemos un trabajo y tenemos nuestra imaginación".

"Cuando hay gente cercana que ha fallecido, tenemos momentos de soledad intensos, y creo que el personaje de Maureen busca en cierta forma pasarelas entre esos dos mundos", agregó.

Una película que en un primer momento quería que se desarrollara exclusivamente con diálogos a través de los textos de los mensajes, algo que era excesivo, pero que se mantiene en una parte de la historia.

"Cada vez somos mas rehenes de nuestros medios de comunicación, nos imponen su forma de comunicación, y hay una creciente adicción en torno a eso", agregó el realizador de filmes como Les destinées sentimentales (2000) o Clean (2004y que con Personal shopper compite por quinta vez en la sección oficial de Cannes