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El populista Rodrigo Duterte gana las elecciones presidenciales en Filipinas

  • Duterte, apodado Harry el Sucio, ha prometido mano dura contra el crimen
  • Con el 90% escrutado, logra casi el 39% de los votos, por el 23% de Mar Roxas
  • Diez personas han muerto durante la jornada electoral en diversos incidentes

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El candidato presidencial Rodrigo Duterte poco después de depositar su voto en Davao, al sur de Filipinas.
El candidato presidencial Rodrigo Duterte poco después de depositar su voto en Davao, al sur de Filipinas.

El populista Rodrigo Duterte será el próximo presidente de Filipinas, al liderar con una holgada ventaja el escrutinio en unas elecciones presidenciales marcadas por los fallos mecánicos en el recuento y por la violencia, ya que hasta diez personas han muerto durante la jornada electoral en una veintena de incidentes.

Con el 90% de las papeletas escrutadas, Duterte se sitúa en cabeza con 14,8 millones de votos (38,6 %), casi el doble que sus rivales. Le sigue el actual ministro del Interior, Mar Roxas, con 8,8 millones de votos (23,2 %) y la senadora Grace Poe con 8,3 millones de votos (21,7%), según los datos provisionales de la Comisión Electoral (COMELEC).

Si es mi destino ser presidente de Filipinas, lo aceptaré. Aceptaré cualquier resultado

"Esto es una democracia, todos debemos aceptar los resultados de las elecciones. Si es mi destino ser presidente de Filipinas, lo aceptaré. Aceptaré cualquier resultado", ha declarado Duterte a la televisión local tras conocer los primeros resultados.

Poe ya ha concedido públicamente la victoria a Duterte durante una comparecencia en una rueda de prensa. "Le cedo el paso a Rodrigo Duterte, a quien nuestros ciudadanos han elegido", ha explicado la candidata.

Por su parte, Mar Roxas, el candidato auspiciado por el presidente saliente, se ha mostrado confiado en su victoria y aseguraba estar tranquilo tras haber "luchado hasta el final". El ganador sucederá a Benigno Aquino para un mandato único de seis años en una ceremonia de investidura que se llevará a cabo el 30 de junio.

Jornada violenta

Más de 54,3 millones de filipinos estaban llamados a votar en las elecciones presidenciales de este lunes, aunque se han encontrado con los problemas que ha presentado la maquinaria del recuento: la mayoría de los cerca de 36.800 colegios electorales ha abierto sus puertas a la hora prevista, pero otros han sufrido fallos en las 95.000 máquinas automáticas que alquiló COMELEC para el registro electrónico de los votos, por lo que han tenido que empezar hasta tres horas más tarde.

Filipinas vota en las elecciones presidenciales

El COMELEC ha decidido que estos centros cerrasen una hora más tarde que los que empezaron a tiempo. Además de los retrasos, los observadores locales han denunciado el reparto generalizado de material electoral en los colegios, algo que está prohibido por ley, y la compra de votos con dinero o comida, una práctica muy extendida en Filipinas.

Por otro lado, se han producido varios incidentes violentos en los que han muerto al menos 10 personas, según datos de la Policía Nacional de Filipinas. El peor incidente se ha registrado en la ciudad de Rosario, en la provincia de Cavite, al sur de Manila, donde siete personas han muerto y otra más ha resultado herida en una emboscada horas antes de que abrieran los colegios electorales.

Las Fuerzas Armadas también han informado de diversos incidentes violentos, incluido un tiroteo en Abra, en el extremo norte del país, explosiones en dos centros electorales en Lanao del Norte y el incendio de dos colegios electorales. Los incidentes violentos son habituales durante los periodos electorales en Filipinas, especialmente en las provincias donde los clanes familiares luchan por el poder.

Duterte y su discurso crudo y expeditivo

Las autoridades han intentado contener esta violencia con la prohibición de portar armas de fuego en lugares públicos. Durante la jornada de reflexión, este domingo, y la de votación de este luens, las autoridades de Filipinas también habían prohibido vender, servir o consumir alcohol.

La seguridad, precisamente, ha sido uno de los aspectos que han encumbrado a Rodrigo Duterte, abogado de 71 años y alcalde de Davao, en el sur del país, que ha convencido a miles de filipinos con su discurso crudo y expeditivo en el que defiende las ejecuciones sumarias de criminales; también ha prometido anular el Parlamento si este no aprueba sus leyes.

El boxeador Manny Pacquiao, que se presenta a senador, vota en las elecciones de Filipinas

El boxeador Manny Pacquiao, que se presenta a senador, vota en las elecciones de Filipinas. AFP

Apodado Harry el Sucio, puesto que salía a patrullar pistola en ristre patrullaba las calles de Davao junto a los agentes del orden en busca de criminales, o El castigador, Duterte aseguró con tono amenazante el año pasado que de ser elegido presidente podrían perder la vida hasta 100.000 criminales en Filipinas.

Eset lunes ha sido el último candidato de las elecciones en depositar su voto, apenas dos horas antes de que cerraran los colegios electorales, y lo ha hecho en su ciudad de Davao, en el sur del país, donde le han recibido cientos de personas. "No estoy siguiendo las elecciones, dejo que mi equipo haga eso por mí", ha comentado Duterte, rodeado de fuertes medidas de seguridad y cuya presencia ha provocado escenas de caos en el centro de voto.

Un candidato polémico

Duterte ya encabezaba la mayoría de los sondeos de intención de voto sobre los cinco candidatos que aspiran a la jefatura del Estado, aunque los datos del escrutinio incluso mejoran esas predicciones: según las últimas encuestas, el candidato recibiría el 33% de los votos, seguido de la senadora Grace Poe, que se quedaría con el 22%.

En cualquier caso, y pese a sus detractores, Duterte cuenta con un importante apoyo tras haber convertido Davao en una de las ciudades más seguras del país, lo que ha reforzado sus promesas de acabar con la delincuencia y la corrupción en el país en seis meses.

Sin embargo, el actual presidente de Filipinas, Benigno Aquino, que no puede ser reelegido porque la Constitución contempla un mandato único de seis años, ha pedido expresamente al electorado que no vote a Duterte y ha comparado la carrera hacia la presidencia de este con la de Adolf Hitler.