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Crisis de los refugiados

'Corredores humanitarios' para refugiados, cruzar el Mediterráneo para vivir, no para morir

  • Este lunes, 101 refugiados sirios han aterrizado en Roma bajo este programa
  • El proyecto, promovido por grupos católicos, propone rutas seguras y asilo
  • Es un intento de evitar a los traficantes de personas y las travesías por mar

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Refugiados sirios en el interior del avión que les ha llevado a Roma en el 'pasillo humanitario' de San Egidio
Los 101 refugiados sirios del segundo "pasillo humanitario", la iniciativa de la asociación católica San Egidio y de las Iglesias evangélicas, llegaron a bordo de un avión de la compañía Alitalia desde Beirut al aeropuerto de Fiumicino en Roma

A bordo de un avión de Alitalia, 101 refugiados sirios han aterrizado este martes en Roma procedentes de Líbano. Tras años esperando en campos de refugiados, hacinados en casas y malviviendo en Beirut, han volado a suelo europeo en el marco del programa "pasillos humanitarios", promovido por la asociación católica Comunidad de San Egidio y la ONG Mediterranean Hope.

Este centenar de sirios se sumarán a los 93 que llegaron en febrero, y que ya han empezado su proceso de integración en varias ciudades italianas. También los 12 refugiados de Lesbos que se trajo el papa Francisco en el avión llegaron a Italia amparados por este proyecto.

"Pasillos humanitarios" persigue salvar las vidas de los inmigrantes que atraviesan las tres rutas principales que recorren en estos momentos: la de los Balcanes, utilizada por los sirios; la de Etiopía, protagonista de la diáspora eritrea, y la de Marruecos, con la llegada de lo subsaharianos. Según el programa es posible sortear dos de los principales obstáculos para organizar la acogida de refugiados: el administrativo y el económico.

Visados y dinero, dos obstáculos a solucionar

Por un lado, la Comunidad de San Egidio propone que en los países del área Schengen se aplique el artículo 25 del Reglamento de los visados de la Comisión Europea que permite "la posibilidad de emitir esos documentos por motivos humanitarios, de interés nacional o en virtud de las obligaciones internacionales", traslada EFE.

Por otra parte, desde la organización insisten en que el proyecto no prevé costes por parte del Estado ya que ellos se hacen cargo económicamente tanto de la llegada al país como durante uno o dos años de la acogida e integración de estas personas.

Por ahora, aunque ha habido reuniones con los altos cargos europeos y con Gobiernos de varios países, los únicos que se han comprometido a tramitar 1.000 documentos de refugiados han sido los italianos.

La Comunidad de San Egidio, la llamada ONU del Trastevere, el barrio romano donde tiene su sede, invoca voluntad política para exportar la idea a los países europeos como un modelo de acogida e integración. Pero la idea no parece de convencer a una Europa reacia, explican los promotores.

Un mensaje de la sociedad civil a los Gobiernos

Para Mediterranean Hope, "se está mandando un mensaje sencillo a Europa y es que se puede hacer algo para salvar vidas, podemos evitar las muertes en el mar, podemos evitar que los criminales saquen partido de estos viajes y gestionar las fronteras sin emergencias y asegurar la protección de estas personas".

Así lo explica un responsable a EFE desde Líbano, y añade que se trata de una iniciativa que llega "de la sociedad civil y demuestra que ésta va mas allá de los Gobiernos". En cuanto a los criterios de selección de los refugiados, desde el movimiento explican que darán prioridad a niños, madres solas, personas enfermas y familias especialmente vulnerables.

La organización ha recibido la financiación para el proyecto en Italia de las Iglesias Evangélicas. Estas lo recoge con la contribución voluntaria cuando se realiza la declaración de la renta y "destina todo ello a proyectos sociales y no para el culto", explican. En el caso de la Comunidad de San Egidio, el proyecto se financia con las donaciones.

El 'corredor humanitario' en España

Francesco Piobbichi, cooperante que representa a la Iglesia Valdese, asegura a EFE que incluso la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se ha interesado en el proyecto y se ha puesto a disposición para alojar a los refugiados.

Piobicchi afirma que con los 6.000 millones de euros que la Unión Europea ha concedido a Turquía para el control de las fronteras, "se habrían podido traer a Europa con el sistema de los pasillos humanitarios a cerca de 3 millones de refugiados"

Desde San Egidio confirman que en España tienen todo previsto para poder dar acogida a un primer grupo de refugiados sirios, pero falta el visto bueno del Gobierno Español que por el momento, debido a la situación política, no ha autorizado los visados.

"Para llevar a cabo este proyecto en España y en otros países Europeos estamos buscando donantes que nos puedan ayudar, desde la Iglesia católica a la sociedad civil. Pedimos la disponibilidad de las parroquias, diócesis, asociaciones y a quien quiera que colabore", explica la responsable de San Egidio para este proyecto en Líbano, María Quinto.

Desde San Egidio aseguran que tendrían capacidad para acoger en España a entre 200 y 250 refugiados al año que serían recibidos en sus centros de Madrid y Barcelona, donde podrían resolver asuntos médicos, de acompañamiento social y convalidación de estudios, antes de ser enviados a otras provincias de España.

Quinto está convencida de que este "proyecto piloto" es fácilmente viable en cualquier país europeo, ya que se trata sólo de llegar a firmar un protocolo con el ministerio del Interior y Exterior".

"Embarcar" para vivir, no para morir

Los 101 refugiados, 37 familias sirias y una iraquí, entre ellos 44 menores y una gran mayoría de mujeres, llegaron muy cansados al avión y aprovecharon las tres horas de vuelo para dormir. Se habían levantado muy temprano para poder llegar a la cita a las cuatro de la tarde con los cooperantes, después pasaron varias horas en un colegio donde se les dio la cena, pero sobre todo se necesitaron hasta cuatro horas para que pasaran todos los controles de pasaportes y visados en el aeropuerto de Beirut.

En Roma les recibió una delegación de San Egidio y de las iglesias Evangélicas y el viceministro de Exteriores italiano, Mario Giro, pero sobre todo muchos voluntarios con rosas para las mujeres y juegos y lápices de colores para los niños.

Llegados al aeropuerto de Fiumicino tuvieron que afrontar de nuevo horas de espera para que se les revisasen los documentos y se les tomasen las huellas dactilares; a muchos de ellos les espera aún otro viaje largo hacia Milán o Turín, donde solo llegarán esta noche.

Desde el miércoles empieza su nueva vida, esta vez en casas en las que no vivirán hacinados y en las que podrán contar con luz, gas y agua corriente, un lujo para muchos de ellos que llevan los últimos años viviendo en campos de refugiados que ellos mismos habían organizado pagando alquileres a los propietarios de tierras.

Algunos irán a instalaciones de la iglesia Evangélica, otros a casas particulares o a apartamentos que han puesto a disposición algunas parroquias.

El cooperante de la ONG Mediterranean Hope, Sinome Scotta, ha explicado a Efe que para los 44 niños que viajan en este segundo "corredor humanitario" será difícil que empiecen el colegio ya que queda sólo un mes de curso, pero serán escolarizados en septiembre. Por lo que tanto para los adultos como para los niños se ha preparado un programa intensivo de cuatro horas al día para aprender italiano.

Algunos de los refugiados sirios con graves enfermedades serán atendidos por especialistas, entre aquellos Layth, un pequeño que nació el pasado 28 de febrero con espina bífida y que será operado en Turín lo antes posible pues la intervención se debe hacer antes del tercer mes de vida.

Pero también Raghad, de 4 años, que viajó con sus padres y sus tres hermanos podrá recibir los fármacos y las transfusiones de sangre necesarias para poder vivir al sufrir de talasemia.

Los cooperantes de Mediterranean Hope y de San Egidio tienen ya previsto volver la próxima semana a Beirut para ultimar un nuevo "corredor humanitario" y traer en junio a otros 50 refugiados sirios y llegar así a los 250 pactados con el Gobierno italiano.

Los próximos serán eritreos y subsaharianos y en total esperan poder salvar a 1.000 refugiados en los próximos dos años.