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Los Oscar 2016: Mejor banda sonora

No solo Williams y Morricone

  • Los lengendarios compositores octogenarios compiten entre ellos por sexta vez
  • Carter Burwell (nunca nominado) y Thomas Newman (12 veces perdedor), dos agraviados históricos
  • Jóhann Jóhannsson compone en Sicario la banda sonora más innovadora y fascinante

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Ennio Morricone y John Williams
Ennio Morricone y John Williams

Piensa en dos compositores de bandas sonoras. Probablemente sean ellos: Ennio Morricone y John Williams. Con 87 y 84 años respectivamente, protagonizan el duelo de leyendas de la 88 edición de los Oscar.

Williams es la persona viva con más nominaciones (50), solo por detrás de Walt Disney (59), y posee cinco estatuillas. El italiano solo tiene un Oscar honorífico (2007). Las cinco veces que han coincidido nominados, ninguno de los dos ganó el Oscar, pero este año Morricone ha ganado ya el Globo de Oro y el Bafta y parece que la tendencia se romperá.

Pero no todo son batallas de octogenarios. Carter Burwell (Carol) y Thomas Newman (El puente de los espías), dos de los compositores más importantes de los últimos 25 años, completan la nominación junto a la propuesta más atrevida de Jóhann Jóhannsson (Sicario).

Los odiosos ocho - (Ennio Morricone)

Morricone juró no trabajar jamás para Tarantino cuando el director rechazó la banda sonora que compuso para Django desencadenado. Sea como sea, Quentin logró convencer al maestro y, esta vez sí, no ha tenido que recurrir a espigar temas de otras películas de Morricone para repetirlos en sus películas, como ya hizo en Kill Bill, Malditos bastardos o la propia Django desencadenado.

En Los odiosos ocho, Morricone revisita sus thrillers: está más cerca de Frenético o La cosa que de los spaghetti westerns de Leone. La música está presente sobre todo en el prólogo y transiciones, apenas remarca la acción dentro de la cabaña. Y la guinda es el tema emotivo e irónico de la carta de Lincoln. Tener el singular sonido Morricone encaja perfectamente en el universo de referencias (y autorefencias) del director estadounidense: como guiño ha titulado en italiano cada pista de la banda sonora.

Todo está listo para que Morricone gane su Oscar. El honorífico sabe a poco. Solo ha sido nominado en cinco ocasiones y, en 2001, calificó de injusta su derrota de 1987 (La misión perdió frente Alrededor de medianoche). Quedan flecos de etiqueta: ¿Recogerá Morricone el premio? ¿Lo hará Tarantino pese al feo de la Academia al no nominarle a guion?

Star Wars: El despertar de la fuerza - (John Williams)

El primer Oscar (por una banda sonora) de John Williams fue por La Guerra de las Galaxias en 1977. Y 40 años después, El despertar de la fuerza arranca con las mismas fanfarrias con las fanfarrias del archiconocido tema principal que acompaña a los créditos.

La partitura es puro John Williams y Star Wars: los leitmotivs, la música incidental, los temas de acción. El tema de Han Solo y la princesa Leia se ha ralentizado, envejecido como ellos, y el tema de ‘la fuerza’ evoluciona hacia lo trágico.

Dada la avanzada edad de Williams y la voluntad de Disney de explotar la franquicia, tarde o temprano llegará el momento del relevo, pero el heredero deberá conservar los temas de Williams. La saga puede renunciar hasta de George Lucas, pero nunca del espíritu de su compositor.

Sicario - (Jóhann Jóhannsson)

Una secuencia de Sicario, la entrada un convoy estadounidense en México, es una de las mejores combinaciones entre imagen y música del año. El culpable: el compositor islandés Jóhann Jóhannsson que, con 46 años, es el más joven del quinteto.

Jóhannsson ya estuvo nominado el año pasado por La teoría del todo y su labor en la película de Dennis Villenueve aporta profundidad al thriller fronterizo. Una banda sonora de repetitivos efectos sonoros para la atmósfera viscosa y atemorizante que el director busca para Ciudad Juárez.

El tema ‘The beast’, el ejemplo más destacado, seguro que acompañara números teasers y tráilers los próximos años. Escuchar la música de Sicario fuera de su contexto fílmico es una experiencia áspera, lo que no deja de ser una demostración de su idoneidad.

El puente de los espías - (Thomas Newman)

Dos datos sobre Thomas Newman: con El puente de los espías lleva 13 nominaciones y nunca ha ganado. Y, colectivamente, su familia atesora 89 nominaciones. Es hijo de Alfred Newman (9 Oscars), sobrino de Lionel Newman (3 Oscars) y primo de Randy Newman (3 Oscars).

Un achaque de John Williams llevó a Steven Spielberg a elegir a Newman (Cadena perpetua, American Beauty) como sustituto. Es la segunda vez en la carreara del director (la primera fue con Quincy Jones en El color púrpura) que no cuenta con su compositor de cabecera.

Un encargo envenenado del que Newman sale airoso con una banda sonora con un punto contemporáneo para un drama histórico. Newman eleva un poco su tono íntimo hacia lo épico, hacia Williams, aunque conserva sus rasgos de estilo, es decir, orquestaciones más modestas.

Carol - (Carter Bruwell)

La pequeña gran reparación histórica de este año es la primera nominación para Carter Burwell, compositor de buena parte de la filmografía de los Coen, por Carol.

La película posee una banda sonora minimalista, con reminiscencias a Michael Nyman y Philip Glass, pero en la que no falta el sello de cuerdas de Bruwell. Con su facilidad para las melodía, el compositor arropa de amargura la desasosegante trama de la cinta de Todd Haynes.