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Cameron pide flexilidad en las negociaciones con Bruselas: "Reino Unido puede sobrevivir fuera de la UE"

  • El primer ministro británico dice que no tiene "vínculos emocionales" con la UE
  • Según The Times, Cameron quiere adelantar el referérndum a junio de 2016

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El primer ministro británico, David Cameron, ofrece un discurso en la conferencia anual de la Confederación de la Industria Británica en Londres.
El primer ministro británico, David Cameron, ofrece un discurso en la conferencia anual de la Confederación de la Industria Británica en Londres.

El primer ministro británico,  David Cameron, tiene previsto enviar este martes una carta al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, detallando los planes de reforma para la UE. Pero ya ha adelantado la palabra clave que resumirá esa negociación: "flexibilidad" porque, asegura,  quiere "una Europa que viva y deje vivir" a los 28 socios.

"La cuestión no es si podemos sobrevivir fuera de Europa. Por supuesto, que es posible", ha dicho en una intervención ante la Confederación de la Industria Británica (CBI), en Londres. "Somos la quinta potencia económica mundial", ha apuntado.

Cameron tiene intención de hacer campaña para que el Reino Unido siga dentro de la UE si obtiene los cambios que espera en la negociación con Bruselas. Pero, afirma, no tiene "vínculos emocionales" con la unión y no descarta "nada".

"Si (la UE) es lo suficientemente flexible, nos quedaremos. Si no vamos a tener que hacer una pregunta muy seria. ¿Es esta unión para nosotros?", ha advertido, ante la principal patronal británica, cuyos miembros están muy preocupados sobre una posible salida de Reino Unido de la UE.

Un adelanto de la convocatoria a 2016

Cameron ha prometido celebrar un referéndum sobre la permanencia o salida del Reino Unido para antes de que termine el año 2017, pero antes buscará reformas, sobre todo en materia de justicia e inmigración.

Según anticipa el diario The Times este lunes, el premier baraja incluso adelantar la convocatoria a junio del 2016. De esta forma, daría menos tiempo a que la campaña del 'no' se organice, reduciría el impacto social de la crisis de refugiados del próximo verano y no interferiría con los procesos electorales en Alemania y Francia en el 2017.

El apoyo entre los británicos a la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea ha caído 9 puntos porcentuales desde junio hasta situarse en el 52 %, según las últimas encuestas, aunque la situación fluctúa mucho. La crisis de Grecia y el éxodo de refugiados han alimentado el euroescepticismo de los británicos. De los encuestados que votarían en contra de la permanencia en la UE, un 31 % estaría dispuesto a cambiar de opinión si se restringiera la libertad de movimientos entre los países miembros, mientras que el 28 % votaría por quedarse en Europa si se redujeran los derechos de los inmigrantes a recibir subsidios en el Reino Unido, según el sondeo de Ipsos Moris.