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El Estado Islámico destruye el templo de Baal en Palmira

  • La Unesco califica la acción como "crimen de guerra"
  • La ciudad arqueológica de Palmira está controlada por el EI desde mayo

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El Estado Islámico destruye el templo de Baal en Palmira

El grupo yihadista Estado Islámico ha dinamitado el histórico templo de Baal, ubicado en la ciudad siria de Palmira, según el régimen sirio, un acto que la Unesco ha calificado como "crimen de guerra". El santuario, datado del año 32 d.C, era uno de los principales atractivos de las ruinas, que están controladas por los terroristas desde el pasado mayo.

Así lo han confirmado el responsable de antigüedades sirio, Maamoun Abdul Karim y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que ha indicado que el templo fue destruido hace un mes con una gran cantidad de explosivos.

La ciudad arqueológica de Palmira, Patrimonio de la Humanidad desde 1980, está considerada una reliquia única del siglo I a. C y una pieza maestra de la arquitectura y del urbanismo romano, por las columnas de su famosa calle principal. Las ruinas cuentan con un estilo propio y muy original, que combina elementos clásicos con influencias autóctonas y orientales.

El santuario dinamitado era una construcción amurallada dedicada a Baal, dios babilonio que se identifica con el Zeus griego.

El Estado Islámico, contra el patrimonio histórico

Esta localidad es uno de los seis sitios sirios inscritos en la lista del Patrimonio de la Humanidad, junto a los cascos viejos de Alepo, Damasco y Bosra; el Crac de los Caballeros y las aldeas antiguas del norte del país.

La destrucción del templo se conoce cinco días después de que el Estado Islámico ejecutara al antiguo responsable de la Dirección General de Antigüedades y Museos en Palmira, Jaled al Asaad, por considerarlo el "director de los ídolos" de esta localidad, según informó el Gobierno sirio. El destacado arqueólogo, que fue decapitado en público y su cadáver colgado, fue también acusado por los terroristas de representar al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, en "congresos apóstatas", en referencia a las conferencias internacionales sobre antigüedadesmisma fuente.

El pasado junio, activistas habían advertido de que miembros del Estado Islámico habían colocado explosivos en las ruinas. Una información que, posteriormente, fue confirmada el régimen sirio. Desde el pasado febrero, los yihadistas han destruido en las zonas que dominan en Irak y Siria varios sitios y museos arqueológicos.

Las ruinas asirias de Nimrud del siglo XIII a. C. y de Hatra, patrimonio de la humanidad de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el Museo de la Civilización de la ciudad de Mosul y el yacimiento de Dur Sharrukin, capital asiria durante parte del reinado de Sargón II (722 - 705 a. C.) han sido pasto del pillaje y la barbarie de este grupo yihadista.

"Una semana después del asesinato del profesor Jaled al Asaad, el arqueólogo que cuidó de las ruinas de Palmira durante cuatro décadas, esta destrucción es un nuevo crimen de guerra y una inmensa pérdida para el pueblo sirio y la Humanidad", ha declarado en un comunicado la directora general de la Unesco, Irina Bokova.

"La destrucción sistemática de símbolos que encarnan la diversidad cultural de Siria revela la verdadera intención de tales ataques, que privan a la población siria de su saber, su identidad y su historia", ha añadido.