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Un robot submarino examinará los tanques del buque ruso hundido en Canarias

  • La mancha de combustible se aleja de la isla en dirección suroeste
  • Un cuarto barco se unirá este sábado a las labores de vigilancia

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Siguen los trabajos de control del vertido del pesquero ruso hundido

Un avión y tres embarcaciones de Salvamento Marítimo continúan durante la jornada de este sábado con las tareas de vigilancia y seguimiento de la mancha de hidrocarburos que está dejando el pesquero ruso Oleg Naydenov, hundido en la noche del pasado martes a 15 millas del sur de Gran Canaria.

Así lo han indicado fuentes del organismo estatal a Europa Press, que añaden que durante la jornada llegará a la isla un cuarto barco polivalente equipado para la lucha contra la contaminación, el Luz de Mar, que, procedente de Algeciras, se sumará también al dispositivo.

En este sentido, sobre las 08.10 horas de este sábado, el avión Sasemar 101 despegó desde la Base Aérea de Gando (Gran Canaria) para sobrevolar la zona afectada por el fuel, lugar donde se encuentran el buque Miguel de Cervantes, la Guardamar Talía y el remolcador Punta Salinas.

El viento aleja la mancha

En las últimas horas el intenso viento del norte ha alejado de las islas la mancha de fuel aparecida tras el hundimiento del pesquero. Los últimos datos señalan que la concentración de hidrocarburos continúa evolucionando en dirección suroeste.

El punto de mayor concentración de hidrocarburos se encuentra a 60 kilómetros de la costa. Mientras, durante estos últimos días se ha constatado que prosigue la salida de combustible procedente del barco.

Finalmente, se espera que durante los próximos días un vehículo no tripulado pueda descender a las profundidades de más de 2.400 metros, donde está el Oleg Naydenov, y realice un reconocimiento del pecio.

El capitán del pesquero ruso Oleg Naydenov, Igor Dorofieyev, ha calificado este viernes de "error muy gravede remolcar fuera del puerto a su barco tras sufrir un incendio a bordo, porque cree que con ello "lo dejaron morir" en alta mar. Sin embargo, para el presidente de Canarias, Paulino Rivero, las consecuencias de haberle dejado cerca de la costa hubieran sido mucho peores.