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Los combustibles bajan antes de Semana Santa tras ocho semanas seguidas de alzas

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Surtidor de gasolina en una estación de servicio

Los precios de la gasolina y del gasóleo volvieron a abaratarse en la última semana a las puertas de Semana Santa, con descensos del 0,6% y del 1,6%, respectivamente, tras ocho semanas consecutivas de subidas.

Según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE), el precio medio del litro de gasolina se sitúa en 1,261 euros, un 0,6% menos que una semana antes, si bien sigue un 12,8% por encima del nivel registrado a mediados de enero (cuando se vendía a 1,117 euros).

En cuanto al gasóleo, su precio también ha roto una tendencia de nueve semanas al alza y su precio medio de venta se ha situado en 1,159 euros el litro, un 1,6% menos que en la semana anterior, si bien presenta un encarecimiento desde su mínimo de enero (1,057 euros) del 9,8%.

Con los niveles actuales, llenar el depósito medio de 55 litros de gasolina requiere 69,3 euros, 40 céntimos menos que hace una semana, mientras que el del gasóleo sigue costando 63,7 euros, un euro menos que hace una semana.

Llenar un depósito de 55 litros cuesta de media entre 63 y 69 euros

Si se comparan estos precios con lo que costaba llenar un depósito de gasolina y diésel el pasado 19 de enero, en el primer caso se constata un encarecimiento de 7,98 euros, mientras que en el segundo el repunte alcanza los 5,67 euros.

La evolución de precios coincide con un momento en el que el precio del barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, ha bajado ligeramente y se mantiene en torno a los 56 dólares (aunque este jueves ha tocado máximos de dos semanas al superar los 59 dólares tras la crisis de Yemen).

Los carburantes cuestan en España menos que en la media de la UE, donde el precio de la venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,416 euros y en 1,43 euros en la zona euro. Por su parte, el litro de gasóleo cuesta 1,272 euros de media en la UE y 1,234 euros en la eurozona.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal.