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Condenados a pagar una multa los 16 activistas de Greenpeace por daños en el asalto a Cofrentes

  • Tendrán que pagar en total 1.080 euros cada uno de los activistas
  • El juzgado les absuelve de desórdenes públicos y lesiones
  • El fotoperiodista ha sido absuelto de todos los cargos

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Una de los 16 activistas que entró en la central de Cofrentes.
Una de los 16 activistas que entró en la central de Cofrentes.

El juzgado de lo Penal número 11 de Valencia ha condenado a seis meses de multa por un delito de daños a 16 activistas de Greenpeace por el asalto a la Central de Cofrentes en 2011.

En el fallo judicial se establece una multa de seis meses con cuota diaria de seis euros, lo que hace un total de 1.080 euros por cada uno de los procesados y 17.280 euros en total. Además, les condena a pagar 2.232 euros por la rotura de una valla de la central.

Los hechos juzgados se produjeron el 15 de febrero de hace tres años, cuando un grupo de activistas junto con un fotoperiodista accedieron al recinto de la central nuclear y pintaron en una de las torres de refrigeración la frase "Peligro nuclear" además de desplegar una pancarta con el lema "Cofrentes: cierre ya".

Según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, en la misma sentencia se absuelve de todos los cargos al fotoperiodista que cubrió la información de esa protesta.

Absuelve a los procesados de desórdenes públicos y lesiones

La sentencia absuelve a los 17 procesados de los delitos de desórdenes públicos y lesiones, según han indicado las mismas fuentes.

Durante el juicio, celebrado la semana pasada en Valencia, la acusación ejercida por Iberdrola solicitaba una indemnización de 357.371 euros en concepto de responsabilidad civil.

Respecto de los delitos de desórdenes públicos y lesiones de los que fueron acusados los activistas por el ministerio público, la magistrada entiende que no hay elementos para sostenerlos, por lo que ha dictaminado su absolución.

En el juicio celebrado en Valenciael ministerio público solicitó dos años y ocho meses de cárcel para cada uno de los dieciséis activistas de Greenpeace y un fotoperiodista, mientras que la defensa solicitó la libre absolución.

Durante los días que duró el juicio, el barco de Greenpeace Arctic Sunrise, símbolo del activismo pacífico, permaneció amarrado en el puerto de Valencia para apoyar a los activistas acusados.

Tras conocerse la sentencia, el director de Greenpeace España, Mario Rodríguez, ha declarado que "la sentencia ha dejado claro que han sido en vano los intentos de criminalizar la protesta pacífica y el activismo ecologista. Demuestra que la protesta en la central nuclear de Cofrentes fue siempre pacífica y que jamás se dañó a nadie".

"No van a poder callarnos ni con amenazas de multas millonarias, ni con amenazas de cárcel. Tenemos a nuestra espalda más de 40 años de activismo pacífico por el medio ambiente y continuaremos con nuestra labor, ha dicho".