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Benicio del Toro: "Nunca miro para abajo porque me caigo"

  • El actor se mete en la piel del narcotraficante Pablo Escobar
  • Una ficción dirigida por Andrea Di Stéfano y protagonizada por Josh Hutcherson
  • Con la presencia española de Claudia Traisac y Carlos Bardem
  • RTVE.es entrevista al actor puertorriqueño de 47 años

Por
Tráiler de 'Escobar: Paraíso perdido'

FICHA TÉCNICA

Título original: Escobar: Paradise Lost

Año: 2014

Duración: 120 min.

País: Francia

Director: Andrea Di Stefano

Guion: Andrea Di Stefano

Reparto: Josh Hutcherson, Benicio Del Toro, Claudia Traisac, Carlos Bardem, Brady Corbet.

Es imposible calcular el número de personas que ordenó matar Pablo Escobar. Se habla de una cifra cercana a los 10.000 asesinatos a cargo de un ejército de 3.000 sicarios. Tal vez para tomar distancia de lo mareante de los números, el actor, guionista, y director debutante Andrea Di Stéfano, encaró su personal proyecto sobre el líder del narcotráfico colombiano como una ficción. Tampoco dudó para elegir al actor que interpretara al temido, odiado, y también querido jefe del cártel de Medellín: Benicio del Toro.

Y, viendo el resultado, cuesta imaginar mejor elección que el intenso y camaleónico actor puertorriqueño de 47 años. Escobar: Paraíso perdido es un acercamiento a la terrible personalidad de un líder frío y carismático; sociópata y familiar. Oro puro para un actor de su talento.

“Creó un imperio que puso a un país entero de rodillas", explicaba el actor en el último Festival de San Sebastián, donde recogió un Premio Donostia por toda su carrera. Del Toro habla lento. Muy lento. A veces contesta con monosílabos; a veces puede encadenar diez minutos hablando. No le gusta ponérselo fácil a la prensa, pero tampoco despacha respuestas prefabricadas.

Descubriendo al monstruo

Escobar: Paraíso perdido cuenta la historia de Nick (Josh Hutcherson), un joven surfero canadiense que se enamora de una joven colombiana que resulta ser la sobrina de Pablo Escobar. La madrileña Claudia Traisac fue la elegida para interpretar ese papel, mientras que Carlos Bardem, como un sicario despiadado, completa la presencia español . Personajes e historias inventadas como artefacto para descubrir poco a poco la oscura personalidad de Escobar.

“Lo que me interesaba es ese punto de vista interesante, el de una persona que en la vida real era muy familiar. El personaje de Josh conoce al gánster de una manera como lo podríamos haber conocido tú y yo: en una fiesta, lo hubiéramos visto cantar, tal vez hubiéramos dormido en el cuarto de huéspedes. Y poco a poco, como a Josh, se va cerrando el mundo alrededor y descubrimos que esa persona tan familiar tenía otro lado criminal”, explica el actor. “Escobar fue una pérdida total de talento porque era alguien muy inteligente. Tenía un talento organizativo como de gerente de El Corte Inglés”, describe.

Tras haber interpretado al Che Guevara en Che, el argentino y Che Guerrilla, el actor suma otro personaje histórico latinoamericano a su filmografía. Vuelve a interpretar en castellano e inglés, como cuando obtuvo su único Oscar por Traffic. “No hago esos papeles porque sean figuras históricas, sino por el libreto”, aclara. “Son proyectos distintos. Esta película fue escrita por Andrea Di Stéfano y es completamente ficción. Nada de lo que sucede en Che es mentira y estuve muy implicado en el trabajo de investigación”, dice sobre las películas de Steven Soderbergh por las que obtuvo el Premio de interpretación en Cannes y el Goya al mejor actor.

Ser latino en Hollywood

En San Sebastián, su galardón se sumó al otro Donostia que cayó en Denzel Washington. Dos representantes de minorías en Hollywood. “Ser actor es difícil para todo el mundo, ya seas anglosajón, chino, negro o latino. Denzel es un ejemplo y un talento inmenso. Pero Hollywood es una industria donde hay estereotipos. Es difícil también para las mujeres. Creo que ahora hay unos pocos latinos más en posición de toma de decisiones”, dice el actor.

Para Del Toro, no hay modo de explicar el éxito en una carrera. “Tienes que tener talento, carisma, fe, suerte y memoria de avispa para que se te olviden las veces que te dicen que no vales para un papel porque eres muy feo o por otra cosa. Si vas a una escuela de medicina y le dedicas tiempo y trabajo, a lo mejor no te pagan como cirujano, pero tienes trabajo. Pero, como actor, puedes meter años de aprendizaje, saberte los clásicos y no basta. He visto fracasar a gente con talento inmenso y bien parecidos. Cuando viene alguien y me dice que quiere ser actor…”, reflexiona mientras deja morir la frase.

“Cuando miro para abajo…-retoma- nunca miro para abajo porque me caigo”. Así que concluye que fue la suerte de su llegada a la profesión en la época de eclosión de cine independiente estadounidense (Soderbergh, Spike Lee,Tarantino) la que impulsó su carrera con los papeles de Sospechosos habituales o El funeral, por ejemplo.

Eso sí, asume que su condición de estrella latina le sitúa en una posición de privilegio para avalar proyectos como Escobar: Paraíso perdido. “Como actor puertorriqueño formado en Hollywood he llegado a la posición de que puedo llevar a un proyecto a su realización. Me motiva hacer proyectos que sean originales y con un buen grupo de cineasta. Si son latinos, pues mejor”.