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Cuando Sacristán encontró a Lennie (en 'Magical girl')

  • RTVE.es entrevista a José Sacristán y Bárbara Lennie
  • Estrenan Magical girl, ganadora de la Concha de Oro en San Sebastián
  • La película, participada por TVE, se estrena el 17 de octubre

Por
Bárbara Lennie y José Sacristán en 'Magical Girl'
Bárbara Lennie y José Sacristán en 'Magical Girl'

FICHA TÉCNICA

Título original: Magical Girl

Duración: 127 min.

País: España

Director: Carlos Vermut

Guion: Carlos Vermut

Reparto Bárbara Lennie, José Sacristán, Luis Bermejo, Israel Elejalde

Toda la arquitectura Magical girl, la gran triunfadora en el Festival de San Sebastián y para muchos la película española del año, se sostiene sobre una omisión: ¿qué pasó entre la enigmática Bárbara (Bárbara Lennie) y su profesor Damián (José Sacristán)? Para saberlo (o imaginarlo) hay que ver la película de Carlos Vermut que se estrena el 17 de octubre en salas.

Sin olvidar a Luis Bermejo, el tercer ángulo del triángulo, Lennie y Sacristán simbolizan el encuentro de dos generaciones de actores con la pasión con denominador común. Ella, desde su casa de madrileña del barrio de Malasaña, y él, desde su amado “templo” del Teatro Español, nos describen su viaje.

Diamond Flash, el debut de Carlos Vermut estrenado en los portales del VOD de internet, es el origen. “Carlitos me había visto en un programa de televisión hablando muy bien de Cul-D-Sac, de Polanski, que es una película que me fascina y pensó «a este tío le tengo que conocer», dice Sacristán. Fue un flechazo. “Me entusiasmo el guión de Magical Girl, pero cuando vi Diamond Flash dije «con este tío a donde él diga». No digo que la originalidad sin más sea un valor, pero pocas veces he leído un guion de una propuesta tan original e interesante". Una opinión compartida por Lennie: “Cuando la vi en internet me quedé impresionada: pasa poco que veas una película con esa cantidad de actores que no conoces y que todos estén tan bien. Me impresiono cómo contaba la historia, es como hipnótica”.

¿De qué va Magical girl? Una pregunta sencilla que se vuelva imposible ante una obra que es narración pura, por encima de tratar temas concretos. “Es complicado”, dice Lennie, “parte de algo muy fácil: los engaños de unos a otros y cómo eso influye y desbarata sus vidas. También se habla mucho de esas luchas entre lo racional y lo pasional, el orden y el caos, lo luminoso y la oscuridad”. Sacristán añade su sinopsis: “Es un cruce de caminos de unos pobres diablos en el que todo se complica y todo se va a hacer puñetas".

Magical Girl, alude al género manga Maho Shojo. En el arranque, el padre en paro (Luis Bermejo) de una niña gravemente enferma (Lucía Pollán) sufre por no poder pagar a su hija el carísimo vestido original de una 'Magical Girl’. Pero también se refiere al misterio total que envuelve al pasado y motivaciones del personaje de Bárbara Lennie. Un reto sin red para la actriz. “Mi personaje era una incógnita, y Carlos no quería decirme de dónde venía, hablar de conflictos, todas esas cosas en las que fundamentas el trabajo”.

El vértigo de la profesión

El reparto de Magical girl tiene en común la vocación teatral de la mayoría de sus actores. Desde leyendas como Pepe Sacristán, pasando por primeras figuras contemporáneas como Bárbara Lennie o Luis Bermejo, o habituales menos conocidos para el público de televisión y cine como Israel Elejalde o Elisabet Gelabert.

“Carlos quería mantener la línea de descubrir actores que no estamos tan acostumbrados de ver en el cine. Es algo que me encantaría ver más en el panorama español porque parece que siempre hay cinco”, dice Lennie. “No es casual que Luis Bermejo haga películas con Juan Cavestany, o esas cosas tan raras en el teatro. Todos atraemos energía”.

Sacristán destaca “el talento del copón” de estos “chavales jóvenes”. “Durante mucho tiempo los del teatro no iban al cine, y los de cine no iban al teatro. Todo se ha mezclado más a través de un medio que establece una ley de vasos comunicantes como es la televisión”.

Pese al buen momento profesional que comparten, está claro que ambos, Sacristán a sus 77, y Lennie a sus 30, han experimentado los vaivenes inestables de su profesión. “Una de las cosas más difíciles es ese extraño lugar en el que vives: la incertidumbre que genera”, dice Lennie. “Hablaba con una amiga que está trabajando mucho, ahora había parado y estaba angustiada. Si no somos capaces de disfrutar cuando va bien, no tiene ningún sentido. Busco, como en la canción de Battiato, el centro de gravedad permanente”.

Sacristán, puente entre dos épocas del cine, desvela su antídoto ante el ‘cualquier tiempo pasado fue mejor’. “Soy memoria y soy nostalgia, pero quedarse ahí es mortal de necesidad. El cine no es lo que era como fenómeno social, se ha desacralizado en general, pero las películas no: el principio sigue siendo el mismo, que es contar historias. Lo que ha cambiado es la relación del espectador con el templo en el que se oficia la ceremonia. Donde antes veías a Olivia de Havilland bajando las escaleras, hoy te compras una camiseta, pero no puedes pretender que todo lo que a ti te afecte o signifique siga igual”.

Sacristán, musa del nuevo cine

¿Qué tiene Sacristán para ser la ‘musa’ de una nueva generación de jóvenes directores? "No lo sé, supongo que es una actitud mía desde el principio de los tiempos. Me dedico a esto por lo que tiene de juego. Si después es cultura, o arte, vale. Tengo esa disponibilidad de apasionarme, de que el trabajo y mi vida van de la mano”.

Ganador del Goya en 2013 por El muerto y ser feliz, de Javier Rebollo, tiene pendiente de estreno Murieron por encima de sus posibilidades, de Isaki Lacuesta, donde también aparece Bárbara Lennie. “Me gusta el sitio desde el que los jóvenes miran la realidad, están más cerca de Valle Inclán, del esperpento”, dice Sacristán. “Ya no vale la doctrina ni el ejemplo porque, entre otras cosas, se ha comprobado que la izquierda se ha ido a la mierda. Incluso en Magical girl, todos los personajes son las consecuencia de una sociedad determinada, aunque en ningún caso se quiera dar un mensaje”.

Aunque apenas comparten secuencias en la película, Sacristán y Lennie reconocen química. "Está increíble", dice Lennie."Lo mejor que se puede decir de un actor es que el trabajo con él es fácil, algo que a veces se infravalora. Con él no te sientes juzgada, porque delante de personalidades como esa es difícil que tú, que no tienes ni la décima parte de su experiencia, puedas sentirte como una igual. Ha sido el descubrimiento de un tipo que forma parte de la historia de este país y que de repente decide tomarse unos vinos y contarme de dónde viene o anécdotas teatrales. Sacristán es un mago de eso. Estoy muy orgullosa porque siento que hay un vínculo".

Sacristán devuelve el elogio: "Esa cosa inquietante de Bárbara produce un efecto dramático impresionante", dice."No solamente celebro estas películas en lo que el trabajo se refiere. Lo celebro en la vida, en estar con estos muchachos con los que me entiendo de puta madre".

Lennie, aparte de atacar por televisión, teatro y cine, piensa en un futuro dirigir, posiblemente en teatro. "Necesariamente tendrá que ver con idas y vueltas", dice aludiendo a sus orígenes argentinos.Y Sacristán hay para rato. "Afortunadamente la madre naturaleza va portándose con cierta generosidad", presume. "Vamos durando, que decía Fernando Fernán Gómez".