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La ONU denuncia matanzas étnicas de los rebeldes en Sudán del Sur

  •  Asegura que mataron a cientos de civiles cuando entraron en Bentiu
  • Según la misión de la ONU, fueron asesinados por etnia y nacionalidad

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La ONU denuncia que los rebeldes asesinan a cientos de civiles en Sudán del Sur

Los rebeldes asesinaron a cientos de civiles cuando entraron en la ciudad de Bentiu, capital del estado septentrional de Unidad de Sudán del Sur, los pasados 15 y 16 de abril, según ha denunciado este lunes la misión de Naciones Unidas en el país, UNMISS.

En un comunicado, la UNMISS ha explicado que entre las víctimas mortales hay sursudaneses y extranjeros y que los insurgentes perpetraron la matanza basándose en criterios étnicos y de nacionalidad. Al menos 200 personas murieron y 400 resultaron heridos solo en la mezquita de Kali-Ballee, donde habían buscado refugio numerosos civiles.

Los rebeldes separaron en esta mezquita a los civiles por nacionalidad y etnia, una medida similar a la adoptada en una iglesia católica y en el complejo vacío del Programa Mundial de Alimentos. En estas sedes de Bentiu también acabaron con la vida de un número indeterminado de civiles que se habían refugiado en ellas.

Tinte étnico del conflicto

Al capturar esta ciudad petrolera, los insurgentes -el Ejército Popular de Liberación de Sudán en la Oposición- tuvieron como blanco a distintas tribus sursudanesas y ciudadanos procedentes de la región sudanesa de Darfur.

El conflicto que estalló en Sudán del Sur en diciembre pasado adquirió pronto un tinte étnico debido a que el presidente, Salva Kir, pertenece a la tribu Dinka, y el exvicepresidente y líder rebelde, Riak Machar, a la Nuer.

Sin embargo, los rebeldes también atacaron en Bentiu a civiles Nuer, entre ellos mujeres y niños, que se negaron a participar en las celebraciones por la victoria insurgente. La UNMISS ha explicado que ha ayudado a cientos de civiles a huir de Bentiu y que miles fueron escoltados hasta la base del organismo internacional en la zona, donde están refugiadas actualmente 12.000 personas.

El pasado día 23, el Gobierno de Sudán del Sur y los rebeldes firmaron en Adis Abeba un acuerdo de alto el fuego , después de más de un mes de un conflicto que ha colocado al país más joven de África al borde de la guerra civil.

La UNMISS, blanco de ataques

En su nota, la misión de la ONU ha denunciado también los llamamientos hechos por algunos líderes rebeldes en la radio local para instigar a la violencia y pidió que se investiguen los crímenes cometidos.

Las sedes de la UNMISS han sido también blanco de ataques. El pasado jueves, decenas de personas murieron y resultaron heridas al asaltar una turba el campamento de la ONU en la ciudad de Bor, capital del estado de Jonglei, en el que se refugiaban civiles Nuer.

El conflicto, en el que han muerto miles de personas, ha puesto al borde de la guerra civil al joven país, independizado de Sudán en 2011, después de que en diciembre pasado el presidente acusara a Machar de intentar dar un golpe de Estado.