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Prisión por atentado a la autoridad para uno de los últimos detenidos por los disturbios del 22M

  • Al arrestado también se le imputa otro delito de desorden público
  • El resto de los detenidos ha quedado en libertad con cargos

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Disturbios originados en las inmediaciones de la Plaza de Colón después de que grupos aislados de manifestantes hayan comenzado a arrojar botellas, piedras y petardos.
Disturbios en las inmediaciones de la plaza Colón de Madrid tras las marchas del 22M.

El juez de instrucción número 48 de Madrid decretó este fin de semana prisión por atentado a la autoridad y tres delitos más para uno de los once detenidos en una operación policial contra los radicales que ocasionaron los disturbios tras las 'Marchas de la Dignidad' celebradas el 22 de marzo pasado.

El resto de los detenidos han quedado en libertad con cargos, aunque uno de ellos se encuentra también en prisión desde el 24 de marzo cuando otro juez decretó su encarcelamiento, en relación con los mismos disturbios, por un delito de lesiones contra un policía, atentado contra agente de la autoridad y desórdenes públicos.

Según el auto hecho público este lunes por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), durante los disturbios el detenido Ismael N.C. lanzó piedras contra la Policía y una señal de tráfico de color azul, que había sido arrancada, contra varios antidisturbios, a uno de los cuales le impactó en el hombro.

Prisión provisional comunicada y sin fianza

El juez ha decretado la prisión provisional comunicada y sin fianza del detenido porque el delito de atentado agravado del que se le acusa lleva aparejada una pena de prisión superior a tres años y para evitar el riesgo de fuga del acusado. También se le imputa al acusado otro delito de desórdenes públicos y dos posibles delitos de lesiones.

El pasado viernes la Policía llevó a cabo una operación, que se saldó con once detenidos, contra los radicales que protagonizaron los incidentes y agresiones a los antidisturbios tras las Marchas por la Dignidad del 22 de marzo, en las que resultaron heridas un total de 101 personas, de las cuales 67 fueron policías.

Durante los incidentes fueron detenidos otros 19 jóvenes mayores de edad, de los que uno de ellos ingresó en prisión y el resto quedaron en libertad con imputaciones por delitos de atentado a agentes de al autoridad y desórdenes públicos.