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Afganistán libera a 65 presos talibanes pese a la oposición de EE.UU.

  • EE.UU. les acusa de delitos de sangre y pide que sean juzgados
  • Washington espera el relevo de Karzai en abril

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Soldados de EE.UU. en el lugar de un atentado suicida en Kabul
Soldados de EE.UU. en el lugar de un atentado suicida en Kabul

El gobierno de Afganistán ha puesto en libertad a 65 presos talibanes que según Estados Unidos suponen un peligro para la seguridad, lo que ha provocado un nuevo enfrentamiento entre ambas administraciones.

El portavoz del Ministerio de Defensa afgano, Zahir Azimi, ha confirmado que los reos han sido liberados de la cárcel de Bagram, cercana a la capital, Kabul, y serán enviados a sus respectivas zonas de origen.

Culpables de atentados, según EE.UU.

EE.UU. cree que estos hombres debieran ser juzgados. "Los detenidos de este grupo de 65 están directamente relacionados con ataques que han matado o herido a 32 miembros de las tropas de EE.UU. o de la coalición, y a 23 miembros de las fuerzas de seguridad afganos o civiles", ha afirmado el mando militar estadounidense en un comunicado. 

La Fiscalía afgana no ha considerado relevantes las pruebas aportadas por Estados Unidos y no los va a condenar. El portavoz del fiscal general afgano, Abdul Basir Azizi, afirmó el miércoles que "nadie tiene el derecho de guiarnos o intervenir en las decisiones del fiscal sin pruebas".

"Estos presos fueron arrestados durante la guerra sin que hayan cometido ningún crimen y no hemos encontrado ninguna razón para que estén en prisión", dijo Azizi.

Entre los liberados se encuentran talibanes expertos en la fabricación de explosivos caseros, el principal causante de bajas entre las tropas de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF, en sus siglas en inglés).

La prisión de Bagram era una de las mayores prisiones de las fuerzas de EEUU en suelo afgano, fue transferida al Gobierno de Afganistán en marzo de 2013 y desde entonces más de 600 presos han sido liberados.

En enero de este año, Karzai afirmó en una rueda de prensa que Bagram es una "fábrica de talibanes" y un lugar donde personas inocentes están siendo "torturadas, insultadas y convertidas en peligrosos criminales".

EE.UU. esperará el relevo de Karzai

Las relaciones entre el gobierno de Barack Obama y el de Hamid Karzai se han deteriorado en los últimos años por este y otros desencuentros, hasta el punto que Washington espera con impaciencia el resultado de las elecciones presidenciales de abril.

En esos comicios, a los que no se presenta Karzai, se elegirá el nuevo líder del gobierno afgano, quien con toda seguridad será el interlocutor para firmar un acuerdo bilateral estratégico con Estados Unidos esencial para determinar la presencia militar extranjera en el país desde 2015.

La misión de la ISAF, liderada por Estados Unidos, llegará a su fin en diciembre de este año tras más de 13 años de conflicto. La firma de un acuerdo con Kabul será clave para que se mantenga un contingente internacional de unas 10.000 tropas.

La guerra en el país asiático se encuentra en uno de sus momentos más sangrientos desde su comienzo en 2001 cuando las tropas aliadas derrotaron a los talibanes. En 2013 el conflicto causó la muerte a 2.959 y heridas a 5.656, un incremento respectivamente del 7 % y del 17 % en comparación con el año anterior, de acuerdo con la ONU.