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Expertos en supercomputación piden más recursos para continuar investigando

  • El proyecto Supercomputación y eCiencia ha llegado a su fin
  • Sus responsables sugieren continuar con financiación europea y privada
  • El próximo paso sería ahondar en la medicina personalizada

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Modelo cardiaco computacional con el que se explica el funcionamiento de un corazón humano.
Modelo cardiaco computacional con el que se explica el funcionamiento de un corazón humano.

Investigadores del proyecto Supercomputación y eCiencia -del programa Consolider-Ingenio 2010- en el que han participado 21 grupos de 350 científicos durante cinco años, han manifestado que "sería una pena" que la falta de recursos provocara el "divorcio de esta familia".

El director del Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona (BSC-CNS), Mateo Valero, ha hecho estas declaraciones durante la presentación en Madrid de los resultados del proyecto, coordinado por el BSC y que ha contado con cinco millones de euros de financiación otorgados por la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación.

"Sería una pena que en esta familia -los 21 grupos de investigación- se diera un divorcio por falta de dinero, ya que amor no falta", ha asegurado Valero, junto a la secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela, quien ha asegurado que desde su departamento se va a hacer "lo imposible" para que "este matrimonio no se rompa".

Colaboración multidisciplinar

El éxito del proyecto, según ha señalado Valero, se ha debido por la colaboración multidisciplinar en diversas áreas con expertos en supercomputación, "condición necesaria para que pueda avanzar la ciencia y la ingeniería en nuestro país".

"Este proyecto ha permitido situar a España en una posición privilegiada en el ámbito de la supercomputación a nivel europeo y, además, aplicar los resultados obtenidos al sector industrial", ha subrayado.

Sus responsables sugieren acudir a Bruselas y las empresas para conseguir financiación

Según Valero, "cuesta mucho empezar a colaborar y que se acabe este proyecto no quiere decir que haya llegado a su fin. Hay que ir a Bruselas a buscar financiación, también a las empresas", ha continuado.

Simulaciones con superordenadores

Desde 2008 este proyecto ha abarcado ocho ámbitos de investigación en los que han trabajado científicos de universidades -Barcelona, Autónoma de Barcelona, Autónoma de Madrid, Complutense de Madrid, de Valencia, etc.- y centros de investigación públicos -CSIC, CNIO, CIEMAT, IAC-. Los ámbitos de estudio han sido ingeniería, astrofísica, ciencias de la Tierra, de la Materia o arquitectura para futuros supercomputadores.

Los diferentes grupos de investigación han conseguido simular proteínas esenciales para el estudio del cáncer; simular el efecto de fármacos para el corazón en mujeres y hombres; optimizar la colocación de los aerogeneradores y mejorar así el diseño de los parques eólicos, ahondar en el conocimiento de las supernovas o hacer materiales más ligeros.

Los supercomputadores son como potentes microscopios para ver más cosas

"Los supercomputadores son como potentes microscopios para ver cada vez más cosas; lo mejor está por llegar", según Valero, quien ha recordado que ordenadores como los del MareNostrum permiten simulaciones que un ordenador normal tardaría 30 años en completar.

El futuro de la supercomputación, según el director del BSC, servirá para ahondar en la medicina personalizada, entre otros. El proyecto ha posibilitado, además, la firma de convenios con empresas como IBM, Nvidia, Intel, Iberdrola o Repsol.

Para la colaboración con Repsol han desarrollado un software que facilita la localización de petróleo en "ambientes hostiles" como el Golfo Pérsico, ha detallado Valero, quien ha remachado: "España tiene la mejor tecnología para saber si hay petróleo".

Simulación del funcionamiento del corazón

Hace un año, la National Science Foundation (NSF) premió al equipo de visualización del BSC-CNS en la categoría de vídeo divulgativo del año por su audiovisual Alva Red: a computational heart, en el que se explica el funcionamiento de un corazón humano.

Y es que el BSC-CNS cuenta con un equipo de visualización científica que colabora con los investigadores, desarrolla vídeos e imágenes que ayudan tanto a interpretar los datos como a su divulgación.