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Fiscales internacionales denuncian la tortura y ejecución de 11.000 detenidos en Siria

  • En un informe encargado por Catar, uno de los mayores apoyos de la oposición
  • Aseguran que las pruebas apuntan a torturas sistemáticas
  • Un policía militar ha filtrado imágenes de los cadáveres

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Un informe denuncia la matanza sistemática de presos en Siria

Un informe elaborado por tres destacados fiscales internacionales acusa al régimen sirio de llevar a cabo la tortura sistemática y ejecución de 11.000 detenidos en Siria desde el comienzo del conflicto en 2011, según el documento al que han tenido acceso el periódico británico The Guardian y la CNN.

Los autores del informe, encargado por Catar, uno de los países que financia a los rebeldes sirios, han analizado miles de fotografías y archivos que supuestamente registran la muerte de personas retenidas por las fuerzas de seguridad sirias desde marzo de 2011 hasta el pasado mes de agosto.

Muchos de los cuerpos presentan señales de torturas, entre ellas descargas eléctricassíntomas de desnutrición o huellas de estrangulamiento. Otros no tienen ojos. La mayoría de las víctimas son hombres jóvenes.

Los tres responsables de este documento son el exfiscal del caso del expresidente yugoslavo Slobodan Milosevic en el Tribunal Especial para la antigua Yugoslavia, Geoffrey Nice; y los exfiscales del Tribunal Especial para Sierra Leona, Desmond de Silva y David Crane, que procesaron al presidente Charles Taylor de Liberia.

El informe se ha hecho público tan solo un día antes de que dé comienzo en Montreaux (Suiza) la cumbre de Ginebra-2, en la que delegados de numerosos países, así como de la oposición y del gobierno sirios, discutirán una posible salida negociada al conflicto.

Filtración de un policía militar

El informe fue encargado por Catar a una firma de abogados de Londres y redactado por los tres fiscales, que examinaron las supuestas pruebas aportadas por un exmiembro de la policía militar siria.

Los fiscales se desplazaron a Oriente Medio este mes para entrevistar a este hombre, al que se identifica con el alias de "César". Tras las entrevistas, los juristas concluyeron que la fuente era fiable y que el hombre era quien decía ser.

"César" aseguró que su trabajo en la policía militar consistía en "tomar fotografías de detenidos muertos", si bien nunca fue testigo directo de ejecuciones o torturas.

"El procedimiento consistía en que, cuando los detenidos eran ejecutados  en sus lugares de detención, sus cuerpos eran llevados a un hospital  militar" para ser fotografiados, según se lee en el informe. "Podía haber hasta 50 cuerpos por día para  fotografiar,  que requerían un trabajo de 15 a 30 minutos por  cuerpo", añade.

A los cuerpos se les asignaban dos números y solo los servicios de inteligencia conocían la identidad de los fallecidos.

El motivo de estas fotografías, asegura el expolicía militar, era doble: por un lado, emitir un certificado de defunción sin que los familiares tuvieran que ver los cadáveres; y por otro, comprobar que las órdenes de ejecución se habían llevado a cabo.

Según afirma "César", a las familias de las  víctimas se les afirmaba que habían muerto de un "ataque cardíaco" o  por "problemas respiratorios". Después, los cuerpos eran enterrados en un área rural.

"César" desertó y consiguió sacar las imágenes de Siria en una tarjeta de memoria para entregarlas a un contacto en el  Movimiento Nacional Sirio, un grupo rebelde apoyado por Catar.

En total son 55.000 imágenes digitales que supuestamente muestran a 11.000 detenidos muertos. 5.500 de ellas fueron analizadas por expertos forenses, y otras 35 fueron revisadas por un experto en imagen digital, que confirmó que no habían sido alteradas.

Los fiscales creen que contienen pruebas de torturas

El equipo que elaboró el documento considera que éste contiene pruebas que pueden ser aceptadas por un tribunal tanto de crímenes de guerra como de crímenes contra la humanidad por parte del Gobierno sirio.

Los juristas consideran que la misma rutina de tomar fotografías de los cadáveres "apunta al  hecho de que las muertes eran sistemáticas, ordenadas y dirigidas desde  arriba".

Desmond de Silva, ha declarado a The Guardian que las imágenes "documentan matanzas a escala industrial".

La oposición siria ya se ha manifestado al respecto. La Coalición Nacional de Fuerzas Opositoras (CNFROS), la alianza que acudirá a las negociaciones en Suiza, ha instado a la comunidad internacional a que presione a Asad para que abandone el poder.

"Las nuevas pruebas que demuestran la brutalidad del régimen subrayan la necesidad de una transición a una Siria libre de Asad y el fin de la cultura de la impunidad", dice la CNFROS en un comunicado.

El Gobierno sirio no ha querido hacer ningún comentario sobre esta información, pero ha negado acusaciones de abusos de los derechos humanos durante el conflicto civil que ha dejado al menos 130.000 muertos.

Denuncias anteriores

Las organizaciones humanitarias han denunciado en ocasiones  anteriores casos de violaciones de los derechos humanos en la guerra  civil siria. Por ejemplo, Amnistía Internacional (AI) denunció tanto la existencia de cárceles secretas de la oposición islamista como de los distintos métodos de tortura de las fuerzas de seguridad del régimen.

Human Rights Watch (HRW) también reveló la existencia de 27 supuestos centros de tortura en el país árabe.

The Guardian afirma sin embargo que este nuevo informe es el más detallado y el más extenso  que se ha elaborado hasta el momento. El documento, de 34 páginas, será  entregado a la ONU, a los Gobiernos y a  organizaciones humanitarias,  según afirma el rotativo británico.