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Ban Ki-moon pide reforzar la misión en Sudán del Sur con 5.500 cascos azules

  • El Consejo lo votará este mismo martes 
  • El secretario general de la ONU denuncia "matanzas por motivos étnicos" 
  • Representantes internacionales llegan a Juba para mediar en la crisis 

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UNAMIS personnel guard South Sudanese people displaced by recent fighting in Jabel
Soldados de la Misión de Naciones Unidas para Sudán (UNAMIS) patrullan en la localidad de Jabel

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha recomendado este lunes por carta al Consejo de Seguridad que autorice un aumento de 5.000 cascos azules en el número de tropas de la Misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS). 

"A la vista del deterioro de la seguridad en la situación de Sudán del  Sur, he tomado los pasos que urgentemente refuercen la capacidad de  protección de la UNMISS", ha asegurado Ban.

Ban ha expresado su preocupación por las "matanzas selectivas por motivos étnicos" y ha llamado a los países vecinos a actuar de manera "constructiva". 

La petición al Consejo se produce después de que el secretario general de la ONU celebrara una reunión con su gabinete de crisis para analizar el deterioro de la situación. En la reunión participaron por videoconferencia sus representantes  especiales para Sudán del Sur y la Unión Africana, Hilde Johnson y Haile  Menkerious, respectivamente.

La ONU ya ha alertado de la grave situación humanitaria,  especialmente en las provincias de Jonglei (este) y Unidad (norte),  donde los enfrentamientos han obligado a desplazarse a decenas de miles de personas.

Votación este martes

El Consejo de Seguridad de la ONU votará este martes esta petición para la que, según ha informado el presidente del Consejo, Gérard Araud, existe ya un borrador de una resolución que ha generado "una reacción positiva en todos los miembros".

Araud ha asegurado que todavía no tienen un presupuesto para este refuerzo de la misión, aunque espera que lo definan "lo antes posible".

La embajadora de los Estados Unidos en las Naciones Unidas, Samantha  Power, ha asegurado que los informes de las Naciones Unidas sobre la  situación en Sudán del Sur son "profundamente preocupantes" y que el Consejo de Seguridad hará "lo que se necesite para estabilizar la situación", aunque siempre en el marco "de una discusión política".

Además de los 5.500 soldados, Ban ha solicitado tres unidades policiales con un total de 423 personas, tres helicópteros de ataque, tres helicópteros con fines utilitarios y un avión de transporte militar C130. 

Los efectivos serán trasladados desde las misiones de Congo, Costa de Marfil, Liberia y Sudán. 

Estos medios se sumarán a los 7.600 efectivos que ya están presentes en el país, entre militares y policías, además de 861 empleados civiles internacionales y 1.300 locales y otros 400 voluntarios.

La Misión de la ONU en Sudán del Sur fue establecida en 2011 por la resolución 1996 del Consejo de Seguridad.

Mediación internacional 

Se espera que varios representantes internacionales viajen a la capital del país, Juba, para intentar mediar y evitar que la crisis se extienda. 

El primero en llegar ha sido el enviado de EE.UU. para Sudán y Sudán del Sur, Donald Booth. En una conversación telefónica con la agencia Reuters, Booth ha asegurado que el presidente sursudanés está listo para iniciar las conversaciones con los rebeldes.

"El presidente [Salva] Kiir me ha asegurado que estaba listo para comenzar las conversaciones con Riak Machar para poner fin a la crisis sin condiciones previas tan pronto como su contraparte esté dispuesta", ha informado el enviado especial de EE.UU.

Además, Booth también se ha reunido con representantes de los supuestos autores del fallido golpe de Estado, aunque no han transcendido más detalles. 

Además del enviado estadounidense, también llegarán a Juba representantes de los gobiernos británico, noruego y egipcio. 

Sudán del Sur, de mayoría cristiana y animista, se independizó de Sudán, de mayoría musulmana, en julio de 2011  tras un acuerdo de paz que se firmó en 2005 y que puso fin a décadas de  guerra civil. Sin embargo, el conflicto étnico siempre ha estado latente,  especialmente debido a lucha por el control de las zonas petrolíferas.

La inestabilidad en el país africano se reavivó después de que el presidente sursudanés, Salva Kiir, denunciase un intento fallido de golpe de Estado el 15 de diciembre y responsabilizase de lo ocurrido al exvicepresidente Riak Machar, quien negó que haya habido una acción de ese tipo.

En los enfrentamientos que siguieron han muerto centenares de personas. El ministro de Exteriores sursudanés ha reconocido que los rebeldes controlan todos los yacimientos de petróleo de la provincia de Unidad (norte), donde se producen al día al menos 80.000 barriles de crudo, además de su capital, Bentiu.