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Rosell ve "cierto viraje" de los empresarios catalanes hacia el soberanismo

  • Aún así cree que los empresarios pensarán en sus accionistas y clientes
  • Piensa que antes hay que debatir sobre las consecuencias económicas

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El presidente de la CEOE pide política con mayúsculas en Cataluña

El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha asegurado que existe "cierto viraje" de la sociedad y los empresarios catalanes hacia el soberanismo, si bien ha considerado que las empresas pondrán por delante la preocupación por sus propios negocios y la responsabilidad para con sus accionistas.

"¿Qué se pone por delante en este caso, la empresa o la opinión política personal?" se ha preguntado Rosell durante un encuentro informativo con los medios de comunicación en el que ha dicho que los empresarios "piensan en sus accionistas, sus empleados, sus clientes y sus proveedores" a la hora de tomar decisiones.

El presidente de la patronal ve con "enorme preocupación" la evolución del debate soberanista e independentista.

En su opinión, la sociedad catalana ha cambiado mucho en los últimos 2 o 3 años en los que la cuestión soberanista ha ido "in crescendo", una situación ante la que cree que es necesario hacer "política con mayúsculas" que ayude a "rehacer puentes", ya que considera que la situación es "tremendamente grave".

El papel de los empresarios en la consulta

Ha dicho que el papel de los empresarios no es meterse en política, pero cree que pueden contribuir a un debate económico que es necesario para "poner encima de la mesa los pros y los contras" que acarrearía el avanzar hacia la independencia.

Como catalán que pasa la mayor parte de la semana en Madrid ha dicho que nota incomprensión "aquí y allá", y que ve cómo ha crecido el distanciamiento entre Cataluña y el resto de España, lo que cree que podría llegar a generar tensiones económicas, además de las políticas.

No obstante, ha asegurado que no tiene noticia alguna de que se pueda promover algún tipo de boicot contra los productos catalanes como ha ocurrido en otras ocasiones, algo que ha calificado de "bromas pesadas del pasado".

Rosell ha eludido responder públicamente a las preguntas del referéndum y ha dicho que a él personalmente le gustaría contestar "a más de dos preguntas" y que antes de nada se debatieran en profundidad las implicaciones económicas de este proceso.