Japón frena la subida del IVA al 8% con un paquete de estímulo de más de 45.000 millones de euros

• El impuesto del consumo subirá del 5% al 8% el 1 de abril
• Japón, que sigue las directrices del FMI, no subía el IVA desde 1997
• El plan de estímulo facilitará la inversión y el empleo juvenil

El primer ministro nipón, Shinzo Abe, posa junto a una bandera japonesa.

El Gobierno de Japón ha ratificado la primera subida de impuestos sobre el consumo en más de 15 años que entrará en vigor en abril y llegará acompañada de un millonario paquete de estímulo para compensar su impacto negativo en el consumo y el tejido empresarial.

"Para mantener la confianza en la política fiscal de Japón y establecer un sistema de seguridad social que sea sostenible para las generaciones futuras, he tomado la decisión de elevar el IVA desde el 5% al 8% a partir del 1 de abril", explica el primer ministro, Shinzo Abe.

La impopular subida impositiva motivó la aprobación de un paquete por valor de 6 billones de yenes (45.065 millones de euros), de los que 1 billón (7.511 millones) se destinarán a fondos para impulsar la inversión empresarial, beneficiar a las familias con menores ingresos y fomentar el empleo juvenil, entre otros.

"El paquete de estímulo servirá para aliviar al máximo los posibles efectos negativos (de la subida del IVA) y para reforzar la revitalización económica de Japón ante el reto de retomar la senda de la recuperación pronto", añadió el primer ministro, en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.

"La mejor solución posible"

La última subida de impuestos en Japón se produjo en abril de 1997, cuando se elevó este tributo del 3 al 5%. En sus medidas para amortiguar el incremento del gravamen, que Abe definió como "la mejor solución posible" para la economía nipona, el Gobierno también anunció que está "valorando seriamente" la posibilidad de reducir el impuesto de sociedades para favorecer al potente músculo empresarial.

Con la histórica subida del IVA, Japón busca soluciones ante "la urgente necesidad de generar ingresos que permitan financiar los presupuestos", detalla Abe, al margen de suponer un alivio para la deuda pública, la mayor del mundo industrializado al superar el doble de su producto interior bruto (PIB).

Esos motivos han prevalecido sobre el temor a que el incremento del impuesto lastre el ritmo del consumo, que supone cerca del 60% del PIB del país, y comprometa su futuro político.

Una reforma fiscal que le costó cara a Noda

La reforma fiscal ratificada este martes fue aprobada en 2012 por el primer ministro, Yoshihiko Noda -férreo defensor de la disciplina fiscal-, en un movimiento que provocó su dimisión y envió al ostracismo a su partido, duramente castigado en los comicios del pasado diciembre.

A pesar de que el plan de subida de impuestos preveía un segundo incremento del 8% al 10% en octubre de 2015, Abe ha dejado en suspenso esta segunda escalada al asegurar que su aprobación "requerirá de un minucioso estudio" antes de tomar la decisión.

La subida de los impuestos es también una forma de demostrar el compromiso de Japón para mantener la confianza de los mercados, después de que organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) hubieran sugerido tomar medidas para impulsar la debilitada salud fiscal nipona.

El plan de reforma fiscal aprobado forma parte además de la estrategia de crecimiento liderada por Abe desde su llegada al poder hace apenas nueve meses, aplicada a través de agresivas medidas de estímulo y flexibilización monetaria por parte del Banco de Japón, y ante el reto de reflotar la economía y acabar con la deflación.

Esta fuerte apuesta, que ya ha empezado a dar los primeros frutos, ha sido respaldada por el informe Tankan de coyuntura económica del emisor, que muestra una clara mejora en la confianza empresarial entre julio y septiembre y encadenando tres trimestres consecutivos de incrementos.