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"El Congreso de EE.UU. no ha hecho su trabajo y ahora impide que hagamos el nuestro"

  • La mayoría de los estadounidenses afectados arremeten contra los congresistas
  • El cierre obliga a 800.000 funcionarios a quedarse en casa sin cobrar
  • Según una encuesta, la mayoría critica la estrategia republicana

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Los guardias del monumento a Lincoln, en Washington, cierran el acceso al monumento Lincoln

Ray había utilizado sus vacaciones para visitar el memorial de Abraham Lincoln en Washington. Ha llegado a la ciudad desde Los Angeles, su lugar de residencia. Pero al llegar se han encontrado con un cartel que le informa que, debido al cierre federal, no puede visitarlo. "Tenía muchas ganas de ver el monumento, es una vergüenza ", ha comentado a AFP. "Sé que es debido al cierre del gobierno , pero no estoy muy seguro de lo que eso significa”, añade. El cierre no solo le afecta a él. Estados Unidos ha amanecido con el Gobierno parcialmente paralizado por primera vez en 17 años,  una situación que obliga a 800.000 funcionarios a quedarse en casa sin cobrar.

"Hemos recibido un correo electrónico, que nos insta a cerrar todo y dejar un mensaje de ausencia en nuestros teléfonos, y la respuesta automática a los mensajes de correo electrónico que decir que nos estamos perdiendo. No sabemos cuánto tiempo va a durar ", ha comentado un funcionario de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), que prefiere conservar el anonimato.

Con este martes ha comenzado el nuevo año fiscal en EE.UU. y el Congreso ha sido incapaz de aprobar los fondos necesarios para que el Gobierno siga funcionando, fundamentalmente por el empeño del ala más conservadora de los republicanos en vincular esa financiación al desmantelamiento de la reforma sanitaria, uno de los mayores logros del presidente Barack Obama.

Más de 800.000 funcionarios no irán a trabajar

Carlos Matuz, auditor de la Agencia Internacional para el Desarrollo, sí ha visitado su oficina: "Mi trabajo está considerado esencial, así que tengo trabajo pese al cierre”, comenta a AFP. Sin embargo, está preocupado por sus colegas de otras agencias que están obligados al cierre técnico. Esto " no es bueno", añade.

Además de los 800.000 funcionarios que se quedarán en casa, otro millón tendrá que ir a trabajar pero no recibirá sus salarios mientras dure el cierre. El Gobierno federal es el principal empleador del país, con más de dos millones de civiles asalariados y 1,4 millones de militares en activo.

Los militares sí seguirán cobrando pese al cierre, gracias a una medida aprobada anoche por ambas cámaras del Congreso y firmada a continuación por Obama. En Washington, los museos de la red Smithsonian y el zoo nacional amanecieron con el cartel de "cerrado" y pidiendo disculpas a los ciudadanos por las "molestias".

La capital y su área metropolitana, donde se concentran la mayoría de las actividades del Gobierno, podrían perder hasta 200 millones de dólares por día mientras se prolongue la paralización. La emisión de datos económicos se interrumpirá y los parques nacionales cerrarán sus puertas, pero se mantendrán servicios básicos como el correo, el control del tráfico aéreo, los cheques de pensiones y la actividad de los agentes policiales y de seguridad.

Rechazo a la estrategia republicana

El último cierre parcial del Gobierno se produjo en enero de 1996 y en esa ocasión duró 21 días. De acuerdo con una encuesta de la Universidad Quinnipiac divulgada este martes, los votantes estadounidenses rechazan (por un porcentaje de 72 a 22 %) el cierre del Gobierno como intento de bloquear la reforma sanitaria promulgada en 2010.

Además, los votantes desaprueban (por un porcentaje de 74 a 17 %) el trabajo de los republicanos en el Congreso, con la peor valoración registrada desde que se elabora este sondeo. "Tuvieron seis meses para aprobar el presupuesto, pero al parecer no fue suficiente…nunca es suficiente", ha comentado a AFP Christine Baughman, una empleada de la Agencia de Protección Medioambiental.

El Congreso "no han hecho su trabajo y ahora impide que hagamos el  nuestro. Era el trabajo del Congreso, no de Obama", añade Christine  Baughman a AFP. "Todos tenemos que ahorrar dinero ahora, especialmente a  aquellas personas que tienen cobros automáticos en sus cuentas  bancarias que sin su próximo salario se reducirán a la mitad, o más, y  si el cierre del gobierno continúa no tendrán nada", insiste, y recuerda  que ya vivió  el cierre del gobierno en 1996.

Los estadounidenses "rechazan decididamente" el argumento de los republicanos de que la reforma sanitaria de Obama "es tan mala que merece la pena cerrar el Gobierno para detenerla", ha explicado a Efe Peter Brown, director adjunto del instituto de encuestas de Qunnipiac. Y muchos arrementen contra los congresistas.

El cierre afecta también a los turistas que habían llegado al país. En total, unos 400 parques, zoológicos o museos nacionales, así como campos de batalla, casas históricas, monumentos o cualquier otro sitio turístico alimentado con fondos federales permanecerán cerrados mientras no se resuelva la situación.

Según ha informado la Corresponsal en Nueva York de EE.UU., las personas que se encuentren acampados en los parques nacionales tienen 48 horas para abandonarlos.

Techo de endeudamiento

Lo ocurrido con el presupuesto hace temer una crisis aún mayor dentro de quince días, cuando el Tesoro alcance su techo de endeudamiento y el Gobierno tenga que pedir al Congreso permiso para aumentarlo.

"No voy a negociar", ha reaccionado este lunes un tajante Obama este lunes en una entrevista con la radio pública NPR al ser preguntado sobre qué pasará si el Congreso se niega a elevar el techo de la deuda.

"Este ciclo perpetuo de política de riesgo calculado y crisis tiene que terminar de una vez por todas", ha advertido Obama, para quien se requiere "voluntad" por parte del liderazgo republicano en el Congreso "para poner los intereses a largo plazo del país por encima de los políticos a corto plazo".