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El parlamento británico rechaza la moción de acción militar en Siria presentada por Cameron

  • La moción ha sido rechazada por 285 votos en contra y 272 votos a favor
  • El Parlamento aboga por legislar y reunir pruebas antes de lanzar el ataque
  • Cameron se ha comprometido a acatar la decisión del Parlamento

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Cameron afronta incluso la oposición de un sector de sus propios diputados

El Parlamento británico ha rechazado este jueves la moción presentada por el primer ministro conservador, David Cameron, con la propuesta de realizar una intervención militar "legal y proporcionada" en Siria.

Cameron, que se había mostrado convencido de la responsabilidad del régimen de Al Asad en la utilización de armas químicas, se ha comprometido a respetar el voto del Parlamento.

"Está claro que el Parlamento no quiere una intervención militar en Siria. Lo entiendo y el Gobierno actuará en consecuencia", ha declarado Cameron tras perder el voto en la Cámara de los Comunes.

La moción fue rechazada por un estrecho margen, con un resultado final de 285 votos en contra y 272 votos a favor, después de que el opositor Partido Laborista hubiese manifestado su rechazo a la posición del primer ministro conservador en respuesta al supuesto uso de armas químicas en Siria.

El Gobierno respetará la decisión del Parlamento

El ministro de Defensa, Philip Hammond, ha confirmado que la negativa del Parlamento obliga al Reino Unido a evitar involucrarse en una acción internacional contra Siria.

En declaraciones a la cadena BBC, el ministro Hammond ha dicho que Estados Unidos "estará decepcionado por el hecho de que el Reino Unido no estará involucrado", si bien ha subrayado que no cree que la ausencia británica "detenga cualquier acción" contra el régimen de Bachar al Asad.

Cameron había pedido a los diputados que apoyasen el "principio" de una  intervención militar en respuesta a los supuestos ataques con armas  químicas. Al iniciar el debate, el "premier" conservador había afirmado  que un ataque con armas químicas es "un crimen contra la humanidad" y  que una intervención en Siria no sería "una invasión ni tomar partido"  entre los dos bandos enfrentados en ese país.

La presión de la oposición laborista y de algunos diputados de la coalición de Gobierno ya había obligado a Cameron a matizar su primera propuesta. El texto será sometido a una segunda votación en los Comunes una vez se conozca el informe de los inspectores de la ONU.

Aún así, la moción fue rechazada esta noche, poco después de que tampoco fuese aprobada una enmienda que pedía "pruebas concluyentes" de los supuestos, presentada por los laboristas.

El Parlamento pide precaución

Cameron ha utilizado argumentado que agentes con peso en la región como la Liga Árabe, e incluso el actual presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, se opusieron en 2003 a la intervención en Irak pero apoyan ahora una "acción humanitaria" que proteja a la población siria de los supuestos ataques del régimen sirio.

"No se trata de tomar partido en el conflicto ni de una invasión, ni de cambiar el régimen o ayudar a la oposición", sino de "defender la prohibición mundial de usar armamento químico", ha afirmado el líder "tory" ante los parlamentarios.

El líder laborista, Ed Miliband, ha subrayado por su parte la necesidad de construir un marco de "legitimidad y autoridad moral" antes de optar por una solución militar y ha conminado al Gobierno a reunir pruebas "contundentes" contra Al Asad antes de ordenar un ataque.

También ha habido advertencias desde distintas bancadas sobre las posibles consecuencias para la estabilidad en la región de una irrupción occidental en el conflicto sirio.

El diputado conservador Douglas Carswell ha mostrado sus "profundas dudas sobre aquello que lograría un ataque con misiles y bombas" y ha apuntado que "no está claro cómo se pondría fin a la intervención".

En la misma línea, el laborista Jack Straw, ministro de Exteriores británico cuando se atacó Irak, ha advertido de que una vez iniciada una incursión militar no resulta sencillo retirarse: "Aún conservo cicatrices que lo prueban", ha afirmado.

"Las pruebas deben preceder a la decisión, no las decisiones preceder a las pruebas", ha defendido el líder laborista, que sin embargo no había descartado secundar el uso de la fuerza contra posiciones del régimen sirio si las evidencias confirman que el ejército de Asad disparó armamento químico contra civiles.