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Se va aclarando el incendio del Boeing 787 en Londres

  • La batería de uno de los equipos de a bordo es la principal sospechosa
  • No tiene nada que ver con las que dejaron parados a los 787 en todo el mundo
  • Otros fabricantes usan también el equipo que parece haber provocado el incendio

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En el momento del incidente el avión estaba aparcado en una zona remota y no había pasajeros a bordo
Imagen del Boeing 787 de Ethiopian Airlines incenciado el pasado 12 de julio en Londres.

El pasado 12 de julio un Boeing 787 de Ethiopian Airlines se incendiaba en el aeropuerto de Londres mientras estaba aparcado esperando su siguiente vuelo.

Esto ocurría apenas un mes y medio después de que este modelo de avión volviera a recibir el permiso para volar tras haber estado parados casi cuatro meses a causa del incendio de dos baterías en otros tantos aviones, por lo que el incendio de Londres hizo saltar todas las alarmas.

De todas formas el primer informe de la Air Accidents Investigation Branch, el organismo encargado de investigar accidentes e incidentes relacionados con la aviación en el Reino Unido, en seguida apuntó a que la causa del incendio podría estar probablemente en el Transmisor de Ubicación de Emergencia del avión, conocido como ELT por su nombre en inglés, Emergency Location Transmitter.

Esto, para entendernos, es como una potente radio que en caso de emergencia transmite a los servicios de rescate la posición del avión, para lo que cuenta con una batería propia para no depender de los sistemas eléctricos del avión, que obviamente pueden fallar en el caso de una emergencia o accidente.

Boeing respira aliviada

Si esto se confirma, y todo parece indicar que sí, para Boeing sin duda es un respiro, ya que un nuevo incendio en un 787 con origen en sus problemáticas baterías de iones de litio habría sido extremadamente grave, en especial teniendo en cuenta que no se ha llegado a determinar qué causó los dos incendios que hicieron que las autoridades retiraran el permiso para volar a los 787 y que lo que se ha hecho ha sido una modificación de estas que el fabricante espera que evite futuros incendios.

Pero en cualquier caso el transmisor en cuestión, un Honeywell International RESCU406AFN, lleva una batería de Litio-Dióxido de Manganeso (LiMnO2), así que vuelve a poner sobre la mesa la cuestión de la adecuación de las baterías de iones de litio para su uso en medios de transporte, en especial en aviones.

Como primera medida de precaución tanto la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos como la Agencia Europea de Seguridad Aérea han ordenado retirar o desactivar los ELT de los Boeing 787 en servicio, pues están situados en una zona del avión en la que este no cuenta con detectores de incendio ni de humo, por lo que el incendio de uno de ellos en pleno vuelo podría ser peligrosísimo ya que podría no ser detectado hasta que fuera demasiado tarde.

Aviones a revisar

Boeing, por su parte, ha remitido instrucciones a sus clientes para que revisen los 717, 737 NG, 747-400, 767 y 777 de sus flotas en los que hayan instalado este transmisor, unos 1.100 ó 1.200 aviones en todo el mundo, para ver en qué estado se encuentran y así poder aportar más datos a las autoridades para que estas decidan qué acciones tomar.

Es posible además que otros fabricantes tomen decisiones similares, ya que hay instalados algo más de 6.000 ejemplares de este modelo de ELT, que fue certificado por la FAA para su uso en 2005, en unos 20 modelos distintos de avión en todo el mundo, incluyendo aviones de Airbus, aunque hasta ahora nunca había fallado antes de este modo.