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Bruselas exige a Londres explicaciones "urgentes" sobre su programa de espionaje

  • La Comisión Europea espera una respuesta antes de que termine esta semana
  • The Guardian publicó que Reino Unido espió en la cumbre del G-20

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La Comisión Europea ha reclamado al Gobierno británico respuestas "urgentes", como muy tarde antes de que termine esta semana, sobre el programa de interceptación de telecomunicaciones de sus servicios secretos, destapado por la prensa.

La responsable europea de Justicia, Viviane Reding, ha indicado en una rueda de prensa que ha escrito al ministro británico de Exteriores, William Hague, para expresar su "preocupación" sobre las informaciones publicadas por el diario The Guardian respecto al programa secreto conocido como "Tempora".

"He pedido una respuesta muy rápida, antes del fin de esta semana", ha señalado Reding, que ha detallado que ha solicitado a Londres información sobre el alcance de su programa, sobre el tipo de filtrado de datos y si estos se facilitan a otros países y sobre las posibilidades de recurso judicial de los ciudadanos.

El programa, según publicó The Guardian, permite al centro de escuchas de la inteligencia británica (GCHQ) interceptar y almacenar correos, mensajes y llamadas de todo el mundo que circulan por las redes de comunicaciones.

Las informaciones del rotativo británico proceden de documentos filtrados por Edward Snowden, el excolaborador de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA) que destapó este mes un programa de EE.UU. para acceder a los datos de millones de ciudadanos almacenados en servidores de Google, Facebook y Skype, entre otras empresas.

Equilibrio entre privacidad y seguridad

Para la vicepresidenta de la CE, las informaciones sobre "Tempora" son "una clara señal de que necesitamos un nivel europeo que logre el equilibrio adecuado entre la protección de los datos personales y su procesado por motivos de seguridad".

Bruselas, ha explicado Reding, quiere saber entre otras cosas si el programa británico se limita al ámbito de la seguridad nacional o si es más amplio, si los datos se procesan caso por caso o en masa y si éstos se retienen en el Reino Unido o se comparten con otros países. Además, ha preguntado a Londres por las posibilidades de recurso legal que están a disposición de los ciudadanos, tanto de los británicos como del resto de europeos.

Reding ha recordado este miércoles que la CE ya actuó "rápida y contundentemente" en respuesta a las revelaciones sobre el espionaje estadounidense reuniéndose con el fiscal general de EE.UU., Eric Holder, y remitiendo una carta a Washington pidiendo más información. Esa misiva no ha recibido respuesta por ahora, según la comisaria.

La CE y EE.UU. acordaron tras el escándalo sobre el programa PRISM desvelado por Snowden crear un comité de expertos para revisar la protección de datos a escala transatlántica, un grupo que Bruselas quiere reunir ya en julio para "que no todo se quede en buenas palabras", ha señalado Reding hace una semana ante el Parlamento Europeo.

¿Cómo funciona el programa de espionaje británico 'Tempora'?

El centro de escuchas de la inteligencia británica (GCHQ) tiene capacidad para acceder a los cables de fibra óptica por los que circula gran parte del tráfico mundial de telecomunicaciones, según las revelaciones de Snowden, y puede almacenar gran cantidad de datos para su análisis durante al menos 30 días.

La operación de filtrado y análisis, bautizada como "Tempora", entró en funcionamiento hace 18 meses, según el diario británico, que asegura que el espionaje británico comparte información obtenida a través de ese canal con la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense.

Los datos que se almacenan en el centro de escuchas incluyen llamadas telefónicas, correos electrónicos, entradas de Facebook, así como el historial de navegación de cualquier usuario de internet.

La pasada semana, The Guardian también reveló que el GCHQ llevó a cabo un "espionaje sistemático" con el que se interceptaron los teléfonos y los ordenadores de políticos y funcionarios extranjeros que participaron en las reuniones del G-20 en 2009.

Londres ha defendido que sus servicios secretos actúan dentro de la legalidad y con las preceptivas autorizaciones. "Los datos obtenidos por nosotros de los Estados Unidos que afectan a nacionales del Reino Unido son objeto de controles adecuados y salvaguardias dentro de la legalidad vigente en el Reino Unido", señaló el ministro de Exteriores, mientras que David Cameron ha defendido que las agencias de inteligencia están sujetas a un "control adecuado" y que son necesarias para proteger a los ciudadanos de un "mundo peligroso", en referencia a las actividades terroristas.