Enlaces accesibilidad

Maribel Verdú: "Los pocos proyectos que tengo están por financiar"

Por
Maribel Verdú en una escena de '15 años y un día'
Maribel Verdú en una escena de '15 años y un día'

 Maribel Verdú siempre ha declarado que, en el comienzo de su carrera, los besos de la ficción se adelantaron a los de su vida. Ahora, con 42 años, la actriz madrileña asume con naturalidad los papeles de madre sin haber experimentado la maternidad. Como el que interpreta en 15 años y un día, la nueva película de Gracia Querejeta que obtuvo la Biznaga de Oro en el último Festival de Málaga y que se estrena el 7 de junio en toda España.

Un reencuentro feliz para las dos mujeres que no ocultan su sintonía. La actriz consiguió su primer premio Goya por Siete mesas de billar de francés, la primera colaboración de ambas. Y ya preparan un nuevo proyecto con el título de Felices 140. “Gracia es una directora de actores maravillosa. Es sensible y cariñosa. Sabe sacarte cosas que tú no crees ni que tengas. Ojalá sea por mucho tiempo la actriz de Gracia”, confiesa en una entrevista con RTVE.es.

El primer semestre de 2013 de Maribel es muy dulce. Goya a la mejor actriz por su madrastra de Blancanieves y gran recibimiento en Málaga para 15 años y un día. Su pista para olisquear proyectos interesantes es buscar un “buen guión, pero que esté bien dialogado” algo fundamental para “decir con naturalidad los textos y que sean creíbles”.

Maribel Verdú, Mejor Actriz por "Blancanieves"

Interpreta a una madre y actriz superada

En 15 años y un día interpreta a la madre de un adolescente problemático (Arón Piper) que es expulsado del instituto. Superada por la situación, decide mandar a su hijo a pasar una temporada con el abuelo, un militar retirado interpretado por Tito Valverde. Su personaje es, además, una actriz amateur que no consigue trabajo pero que no desfallece en perseguir su sueño.

“Yo no sería así –explica la actriz al compararse con su personaje- puedes intentarlo unos años pero si ves que no hay manera es mejor que te dediques a otra cosa. Imagínate estar 15 años intentando ser actor y que no te cojan nunca. Yo estoy convencida de que no aguantaría, no tengo paciencia para eso. Mi personaje se lo puede permitir: tiene mucho dinero porque es una viuda que ha heredado”.

¿Volver a hacer 'castings'? Lo siento, pero no

Ese trasiego de castings que sufre su personaje es algo que ya ha aparcado en su carrera.“He hecho muchos durante muchos años, hasta que llegó un momento en el que ya te conocían y te llamaban directamente. ¿Volver a eso? Lo siento, pero no. Ni con Coppola lo hice: él me llamó porque había visto Y tú mamá también y El laberinto del fauno. Otra cosa es ir a comer con el director que no te conoce, ver qué tal la empatía, cómo te vas a entender: es muy importante”.

Su pico profesional se opone sin embargo a la crisis de la industria cinematográfica. “La crisis es real, más real que nunca. Los pocos proyectos que tengo están por financiar o intentando encontrar financiación”, reconoce. “Da igual el momento pletórico que estés viviendo porque está todo parado. Mi estado es de incertidumbre y expectación, pero como el estado de cualquier español con cualquier trabajo”.

El texto más bonito de su carrera

En el pasado Festival de Málaga, la actriz afirmaba que 15 años y un día contiene una escena con el texto más bonito de su carrera. ¿Es la mejor secuencia de su carrera? “Siempre hay películas donde tienes unas escenas más potentes que las otras, como el final de Amantes o la escena de Siete mesas de billar francés cuando ya no puedo más y me pongo a romper cuadros”, explica. “Indudablemente en esta tengo dos: la escena con Belén López en la cafetería y el monólogo de seis minutos en plano secuencia donde digo cosas tan increíbles, tan conmovedoras, y donde me abro completamente a mi hijo y le cuento todo lo que deseaba saber y no ha sabido nunca”.

En la película, su ficticio vecino que interpreta Aitor Mazo desprecia a los actores y su estilo de vida. Un menosprecio que a la actriz le resulta familiar. “Hay una pequeña parte, lo que pasa es que se les oye mucho porque son muy exaltados, que dicen eso de “¿ver yo una película española? ¡Qué horror, los actores, esa gente que vive del cuento!”, pero es mejor hacer oídos sordos, uno no puede luchar contra el fanatismo. Afortunadamente hay mucha gente que cree profundamente en el cine español y que le gusta ver nuestro cine”, afirma.

Pese a su edad, es ya uno de las actrices históricas del cine español, asociada a nombres de la talla de Fernando Trueba, Vicente Aranda, Ricardo Franco, Alfonso Cuarón o Guillermo del Toro. Y con mucho cine por delante. “No entiendo llegar a tu casa por la noche y no ver una película o una serie de tv. Es la base de todo, la manera que uno tiene de exorcizar sus miedos, sus inseguridades, sus problemas, de olvidarte de la realidad y de meterte en historias que no son las tuyas”, concluye.