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Los equipos del Gobierno y de las FARC ultiman en Oslo apertura de la mesa de negociaciones

  • En su primer encuentro las partes definirán detalles logísticos
  • Los encuentros proseguirán después en La Habana
  • Ambas partes mantienen actitudes optimistas ante los encuentros

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La paz con las FARC, el gran objetivo de todos los presidentes de Colombia

Los equipos negociadores del Gobierno colombiano y de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han ultimado este miércoles en Oslo los detalles previos a la apertura formal de la mesa de negociaciones de paz, cuya constitución se presentará mañana a la prensa en un hotel a las afueras de la capital noruega.

La delegación gubernamental ha llegado al aeropuerto de Gardermoen (Oslo) poco después de las 10.00 GMT (las 12.00 en horario peninsular español) y fue recibida por funcionarios noruegos que han tralasado al grupo a un lugar fuera de Oslo, que se mantiene en reserva, donde tienen previsto reunirse con el equipo de la guerrilla, ha informado a Efe un portavoz de la Presidencia colombiana.

La autoridades noruegas, que actúan de facilitadoras del proceso, han declinado confirmar la llegada de la delegación de las FARC, aunque según la cadena colombiana Caracol Radio se ha producido horas antes que la del equipo gubernamental.

En su encuentro de este miércoles las partes definirán detalles logísticos, sobre todo de las posteriores reuniones en La Habana, según anunció este martes, antes de partir del aeropuerto militar de Catam (Bogotá) el jefe del equipo del Gobierno, el exvicepresidente Humberto de la Calle.

Las reuniones

La comparecencia pública de este jueves se celebrará en un hotel en Hurdal, unos 80 kilómetros al norte de Oslo y que no será el escenario donde se celebren las reuniones previas, que se mantiene en secreto, han aclarado las autoridades noruegas.

En el acto se leerá una declaración conjunta, seguida por una rueda de prensa del Gobierno colombiano con diez preguntas y otras tantas en otra conferencia que liderará el grupo de las FARC, según dijeron fuentes allegadas al proceso a Efe en Bogotá.

La apertura de la mesa de diálogo, que marca el inicio de la segunda fase del proceso, se hará un día después de lo inicialmente acordado por una demora por razones logísticas que obligó a retrasar dos días la llegada de las delegaciones, prevista para el domingo.

Las dos delegaciones debían haber comenzado las reuniones en Oslo el pasado domingo. Un retraso por razones logísticas obligó a aplazar un día el encuentro, como anunciaron este martes las partes en un comunicado conjunto.

Entre las causas de la demora, el líder máximo de la guerrilla, "Timochenko", citó ayer en una entrevista un retraso de las autoridades judiciales en los levantamientos de las órdenes de detención contra los delegados de las FARC, que, según confirmó la Interpol hoy a Efe, ya quedaron suspendidas.

Actitud optimista

Superado este primer escollo, ambas delegaciones han mostrado una actitud optimista, de la que este martes hizo gala "Timochenko" y que este miércoles compartió antes de viajar el líder negociador del Gobierno, el exvicepresidente Humberto de la Calle.

Sin embargo, De la Calle matizó que el sentimiento de la delegación del Gobierno es de "esperanza" y "optimismo moderado", pues, aunque no quiere crear falsas expectativas, "hay elementos estructurales que permiten abrigar la esperanza en la idea de que volveremos con buenas noticias para Colombia".

El líder negociador gubernamental explicó que el encuentro con la guerrilla constará de dos momentos claves: una reunión a puerta cerrada el miércoles y una rueda de prensa el jueves en la que las partes darán por comenzada la segunda fase del proceso de paz.

El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, ha afirmado que está "preocupado" por las negociaciones porque no entiende "cómo un país puede negociar con terroristas" en asuntos nacionales como la sanidad, la educación, la reforma agraria y el desmantelamiento del narcotráfico.

"El gobierno se ha comprometido a buscar un acuerdo con las FARC pese al coste de seguridad y sin requerir el cese de las actividades  delictivas las FARC", ha agregado.

Segunda parada, La Habana

El encuentro privado entre el Gobierno colombiano y la guerrilla servirá para que definan detalles logísticos, sobre todo de las posteriores reuniones que tendrán como sede La Habana y "comenzarán muy pronto después del regreso de Oslo", adelantó De La Calle.

El exvicepresidente insistió en que la "fase 2" del proceso de paz que comienza mañana en Oslo "no es una negociación tradicional, no se trata de que el Estado entregue una serie de competencias suyas a cambio de las ideas de las FARC", lo cual consideró que no sería "digno".

En ese sentido, dejó claro que "no habrá despeje (desmilitarización) ni cese de operaciones", como ha habido en otros intentos de paz anteriores y agregó que el objetivo es "la terminación del conflicto" acompañado de una "transformación social en Colombia".

Una vez logrados estos puntos, comenzará la tercera fase, "que es la de implementación de las obligaciones que contraigan las partes y simultáneamente el proceso de desmovilización de la guerrilla con el propósito de que se convierta en una fuerza política para aclimatar la paz duradera y estable en Colombia", dijo De La Calle.

En Oslo se encontrarán un equipo negociador del Gobierno formado por diez representantes de todos los sectores del Estado, mientras que el grupo guerrillero cuenta con nuevas caras y una ausencia, la de la holandesa Tanja Nijmeijer, quien, según escribió el periodista Lozano en Twitter, se incorporará al diálogo en La Habana.

Nijmeijer, conocida en las FARC como "Eileen" o "Alexandra",  viajará a la capital cubana "con un salvoconducto", pues su incorporación de última hora al equipo negociador y su nacionalidad holandesa dificultaron los trámites para que pudiera viajar a Oslo.

En medio de este escenario de buenas voluntades, la organización Human Rights Watch (HRW) defendió hoy desde la capital noruega la necesidad de garantizar los derechos de las víctimas a la justicia en las negociaciones de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC.