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El primer ministro finlandés elogia las reformas de España y descarta el rescate total del país

  • Asegura que Europa debe estar lista para ayudar a España si lo necesita
  • Descarta que Madrid vaya a pedir un rescate total de la economía

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El primer ministro de Finlandia, Jyrki Katainen, -uno de los halcones en todo lo relativo a los rescates de países en problemas- ha elogiado las reformas puestas en marcha por España y asegura ser "más optimista que hace un mes" respecto a la solución de la crisis española.

Según ha asegurado en una entrevista publicada este miércoles por el diario francés Le Figaro, "Europa debe estar lista para para actuar si España lo necesita. Pero creo que España no va a pedir un rescate total, porque le interesa mantener abierto el acceso a los mercados y europa debe ayudarle a hacerlo". Esta posición finlandesa muestra un cambio respecto a sus habituales reticencias a ayudar a países en dificultades financieras.

También ha advertido que "especular sobre una fecha de petición de la ayuda no sirve de nada y no hace otra cosas que empeorar la situación".

A juicio de Katainen, "España se ha comprometido mucho con las reformas, será más competitiva que antes y sus medidas de austeridad son creíbles". Además subraya que el país "ha hecho ya enormes esfuerzos".

"Estamos cerca de una solución de la crisis de la  zona euro" en vista a la contención registrada en las últimas semanas en  las primas de riesgo, ha indicado el líder liberal que encabeza el  gobierno de coalición finlandés.

Rescate total frente a rescate parcial

En la actualidad, el Gobierno español estudia las condiciones que irían ligadas a un nuevo préstamo europeo que se utilizaría para comprar deuda pública española en el mercado primario, es decir, aquel en el que el Tesoro coloca directamente sus emisiones de letras, bonos y obligaciones. Con esas compras se buscaría rebajar el coste de la financiación del Estado, ya que se supone que el aumento en la demanda de títulos haría bajar el interés que se ofrece a los inversores que los adquieren.

Además, esa petición de otra línea de crédito permitiría al Banco Central Europeo (BCE) actuar en el mercado secundario de deuda, una especie de mercado de compra-venta de segunda mano para los inversores que han comprado títulos al Tesoro. Esa actuación del BCE reforzaría esa bajada de las rentabilidades que debe pagar España al mercado por pedir prestado dinero para financiarse.

Esa ayuda europea para comprar deuda sería un rescate parcial, similar al que ya está en marcha para recapitalizar los bancos españoles. No sería en ningún caso un rescate total de la economía del país como los que se han activado para Grecia, Irlanda y Portugal.

Los rescates parciales se incluyeron dentro del Fondo Europeo para la Estabilidad Financiera (FEEF) -y en su heredero, el Mecanismo Europeo de Estabilidad, el MEDE o fondo de rescate permanente- como una fórmula para dirigir la asistencia financiera a aquellos puntos débiles de las economías en problemas sin tener que recurrir al salvamento del conjunto de una economía.

Sin embargo, en algunos círculos europeos y medios de comunicación, se insiste desde hace meses en la necesidad de que España solicite el rescate de toda su economía cuanto antes y se lanzan periódicamente rumores sobre inminentes fechas para esa petición, que siempre han sido desmentidas desde el Gobierno español, la última vez por parte del presidente Rajoy este mismo martes.