Enlaces accesibilidad

Las estructuras submarinas artificiales, el 'caballo de Troya' de las medusas

  • Sus pólipos se asientan en lugares como puertos o plataformas turísticas
  • Se han registrado hasta 100.000 individuos por metro cuadrado en estas zonas
  • El fenómeno ha sido denominado por los científicos como 'caballo de Troya'

Por
Trabajadores se afanan en recoger centenares de medusas gigantes distribuidas en Japón
Trabajadores se afanan en recoger centenares de medusas gigantes distribuidas en Japón

Los pólipos de las medusas -una de las primeras fases de su desarrollo -proliferan en las superficies submarinas creadas por el hombre, según una investigación liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

De este modo, estructuras como puertos, plataformas petrolíferas, granjas de acuicultura o instalaciones turísticas, se han convertido en 'criaderos' de medusas, y en algunas de ellas se han llegado a detectar hasta 100.000 pólipos por metro cuadrado con una mayor capacidad de producir medusas.

Carlos Duarte, investigador del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados y director del estudio, ha indicado que "el aumento de las estructuras de origen antrópico proporcionan hábitats para los pólipos, lo que podría ser un factor importante para explicar el aumento global de la proliferación de medusas".

Hasta ahora, los estudios que han tratado de explicar este fenómeno se han basado en variables relacionadas con la fase adulta de las medusas.

Sin embargo, esta investigación -publicada en la revista Frontiers in Ecology and the Enviroment- revela que la especie Cotylorhiza tuberculata, por ejemplo, presenta una densidad de casi 20 pólipos por centímetro cuadrado en los ladrillos frente a ocho sobre las conchas de ejemplares muertos, y solo uno por centímetro cuadrado anidado en las conchas de ostras vivas.

Además, la investigación refleja que las estructuras artificiales en las zonas costeras están aumentando entre un 3,7% y un 28,3% anual.

Según el artículo, esta situación puede resultar "especialmente crítica en regiones de sedimentos blandos como el Golfo de México", donde la disponibilidad de sustratos naturales es escasa, algo que limita el número de pólipos, por lo que el equipo de investigación ha denominado este fenómeno como el 'efecto caballo de Troya'.

Las regiones analizadas pertenecen a zonas submarinas de todo el mundo entre las que figuran zonas de Japón, Reino Unido, España y Estados Unidos, en un trabajo financiado por la Fundación Nacional de Ciencia de EE.UU.