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México y España lloran la muerte de su dama Chavela Vargas

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Artistas, políticos y seguidores de la cantante Chavela Vargas lamentan la muerte de una artista que tocó el corazón de los mexicanos y cuya música y espíritu "vivirá por siempre".

Chavela Vargas, quien ha fallecido este domingo,en un hospital de la ciudad mexicana de Cuernavaca debido a un paro respiratorio, recibirá un homenaje de cuerpo presente el próximo martes en el Palacio de Bellas Artes.

El presidente mexicano, Felipe Calderón, lamentó "mucho el fallecimiento de Chavela Vargas" a través de su cuenta de la red social Twitter. "Como ella dijo: no muere, trasciende. Se queda con nosotros en sus canciones", apuntó el mandatario, mientras que la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Consuelo Sáizar, anunció en la misma red el funeral de cuerpo presente. Artistas de España y América recuerdan en estas horas su figura.

El homenaje de su amigo Almodóvar

El cineasta Pedro Almodóvar se ha despedido de su amiga Chavela Vargas, fallecida ayer en México, con una sencilla dedicatoria colgada en el perfil de Faceboock de su productora El Deseo y titulada "adiós volcán".  Almodóvar recuerda que desde que la encontró "en el diminuto backstage" de la madrileña Sala Caracol, lleva veinte años despidiéndose de ella, "hasta esta larguísima despedida bajo el sol abrasivo del agosto madrileño".

"Chavela Vargas hizo del abandono y la desolación una catedral en la que cabíamos todos, y de la que se salía reconciliado con los propios errores", escribe el director de cine sobre su amiga la cantante mexicana de origen costarricense.

Al prescindir de los mariachis en las rancheras, señala, Chavela "cambió hasta tal punto el compás original que de una canción pizpireta y bailable ("Piensa en mí") se convirtió en un fado o una nana dolorida".

"Ningún ser vivo cantó con el debido desgarro al genial José Alfredo Jiménez como lo hizo Chavela", asegura Almodóvar, quien recuerda los versos de esa canción: "Y si quieren saber de mi pasado, es preciso decir otra mentira. Les diré que llegué de un mundo raro, que no sé del dolor, que triunfé en el amor y que nunca (Yo nunca, cantaba ella) he llorado".

Para el cineasta, Vargas "se regodeaba en los finales, convertía el lamento en himno, te escupía el final a la cara", lo que provocaba en él, como espectador, una experiencia que le "desbordaba; uno -dice- no está acostumbrado a que te pongan un espejo tan cerca de los ojos".

"En su segunda vida", continúa, Vargas encontró en España "una complicidad que México le negó" y sus canciones ganaron "en dulzura", mientras que a lo largo de los años 90 Chavela "vivió esta noche de amor eterna y feliz con nuestro país y, como cada espectador, siento que esa noche la vivió exclusivamente conmigo".

El director de cine manchego recuerda los momentos en que ambos intentaban dejar de lado sus vicios: ella el alcohol y él el tabaco, "éramos como dos síndromes de abstinencia juntos".  Subraya que en su última visita a Madrid, el pasado mes de julio, durante una comida en casa de la peletera Elena Benarroch ésta le preguntó a Vargas si nunca olvidaba las letras de sus canciones y ella le respondió: "a veces, pero siempre acabo dónde debo".

"Me tatuaría esa frase en su honor", subraya Almodóvar, quien rememora las últimas palabras que le dijo la mexicana en la Residencia de Estudiantes de Madrid: "estoy tranquila. Una noche me detendré, poco a poco, sola, y lo disfrutaré". El cineasta, quien se despide de ella como "tu esposo en este mundo, como te gustaba llamarme", concluye: "la palabra detendré cayó con peso y a la vez ligera, definitiva y a la vez casual; adiós volcán".

Sabina:  'Se pierde una manera de cantar llorando'

"Con su desaparición, se pierde una manera de cantar llorando, un quejío inigualable, una expresividad fuera de lo común", lamenta el cantautor Joaquín Sabina la muerte ayer en México de su amiga Chavela Vargas, una "maestra" en "perder la voz" al tiempo que ganaba "un estilo".

El perfil oficial de la cantante mexicana de origen costarricense en Facebook ha publicado esta carta abierta de su colega de profesión y amigo Joaquín Sabina, titulada "Quién pudiera reír como llora ella", en la que el cantautor admite que cuando vio por televisión la noticia de la muerte de Chavela le invadió "un llanto irreparable".  "Lo que nunca me había sucedido", afirma Sabina, quien asegura que siempre se culpó "por no ser capaz de llorar" con la muerte de sus padres, "pero esta vez -confiesa- me venció el desconsuelo".

Sabina recuerda que nunca se tomó copas con sus ídolos: Bob Dylan, Leonard Cohen o Brassens. "Y sí con Chavela, con la que -escribe- he cantado y nos hemos abrazado y reído hasta hartarnos. Todas esas veces cuentan y contarán siempre entre las más grandes cosas que me han sucedido en la vida".

"Yo vivo en el bulevar de los sueños rotos", le dijo Chavela a Sabina hace veinte años en la sala Morasol de Madrid, nada más presentársela el cineasta Pedro Almodóvar, frase que le valió para escribir una de sus canciones más famosas. En ese momento, ella "ya se había recuperado de su alcoholismo", después de haberse bebido "algo así como 1,8 millones de botellas de tequila", pero cuando le veía a él beberlo le decía: "Joaquín, ese tequila es muy malo; el bueno de verdad ya nos lo bebimos José Alfredo Jiménez y yo".

Sabina, al conocer la muerte de su amiga, sintió la necesidad de bajar al bar "a tomar uno a su salud, aunque el brebaje sin ella siempre será de los malos", asegura. La primera vez que se conocieron, añade, se fundieron "en un largo abrazo" del que nunca se libraron "hasta ayer mismo", aunque lamenta que durante la última estancia de la artista en España, el pasado mes de julio, no pudieran verse por estar él de gira.

Con la desaparición de Chavela, según Sabina, se pierde "una manera de cantar llorando... Unos cojones y unos ovarios nunca vistos en la música popular desde la muerte del bandoneista Ricardo Goyeneche".

'¡Siempre vivirá en nosotros!'

"Siempre vivirá en nosotros!!", aseguró la intérprete mexicana Lila Downs en su cuenta de Twitter, una de las primeras en reaccionar a la muerte de la cantante de origen costarricense que llegó a México cuando era una adolescente.

Paulina Rubio también aludió a la partida de la intérprete de temas como "La Llorana", "Macorina" y "El último trago", de quien recordó que había llegado a México para morir.

Y es que Vargas, quien nunca tuvo miedo a la muerte y consideraba que este momento le permitiría trascender, llegó a México el pasado 26 de julio después de casi un mes en España, adonde había viajado para ofrecer en Madrid el que fue su último concierto.

"Tu música sigue viva x siempre!", señaló Rubio también en Twitter, donde el español Joaquín Sabina escribió "Descanse en paz, Chavela Vargas".

Graco Ramírez, el próximo gobernador del central estado de Morelos, donde Chavela vivió los últimos años de su vida, se sumó a la ola de reacciones y lamentó "la pérdida de una mujer valiosa para el espíritu de los mexicanos". "Vuela alto, Chavela Vargas, te extrañaremos!", añadió el político izquierdista.

El mundo de la cultura llora su pérdida

El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) destacó en un comunicado que Chavela Vargas "fue una de las voces más representativas de México" y "pionera del género vernáculo".

La Secretaría de Cultura del Distrito Federal también expresó su consternación de "La Chamana" (hechicera y curadora), a quien describió como un "icono de la cultura popular mexicana" que llevó a los grandes escenarios del mundo la canción ranchera y el bolero.

Recordó que presentó en diferentes países con cantautores como Sabina y Miguel Bosé, y su música fue retomada por directores de cine como Pedro Almodóvar, Julie Taymor y Werner Herzog.

En la cuenta de Twitter de la intérprete, su gente más cercana escribió que "Chavela se fue y lo hizo como las grandes: con su medallón de chamana y con su jorongo rojo puesto. Viva #LACHAMANA".

"Aquí termina mi historia que comenzó de la nada, dame la mano #LLORONA, que vengo muy lastimada", señala la cuenta donde unos minutos antes se anunciaba que ya "se ha ido gran dama Chavela Vargas".

En su último encuentro con los medios en su casa de Tepoztlán (Morelos), Chavela pidió que la despidieran con esa canción popular mexicana que inmortalizó: "Tápame con tu rebozo, Llorona, porque me muero de frío".

La música movió su vida

La presidenta de la Fundación García Lorca, Laura García Lorca, ha mostrado su pesar por el fallecimiento de la cantante Chavela Vargas y ha destacado que fue la música la que movió su vida, "difícil desde la infancia".

En declaraciones a Efe, Laura García Lorca ha hablado así tras conocerse la muerte de la cantante mexicana de origen costarricense Chavela Vargas debido a una insuficiencia respiratoria después de que esta mañana se agravase su estado de salud.

García Lorca ha señalado que su amistad con Vargas comenzó en 1993 cuando regresó a España, una relación que creció en su última etapa con motivo del disco de homenaje a su tío abuelo Federico, "La luna grande".

A este respecto, ha valorado el concierto que ofreció el mes pasado en la Residencia de Estudiantes, a pesar de su delicado estado de salud, lo que dio muestras, en su opinión, de la clase de persona que era.

En el plano personal, ha destacado en el gran sentido del humor de Chavela Vargas, "muy original e inesperado". García Lorca ha resaltado que se ha ido una de las grandes intérpretes de todos los tiempos.

Despedida con música mariachi

Los mariachis de la plaza Garibaldi de la capital mexicana recibirán este lunes junto a la cantante Eugenia León y los "macorinos" los restos de Chavela Vargas para acompañarla hasta el Teatro de Bellas Artes, donde se instalará la capilla ardiente, ha explicado a Efe su amiga Mariana Gyalui.

Tras proceder a la incineración de los restos de Vargas, sus amigos procederán a esparcir sus cenizas en el cerro del Chalchi, frente al que ella tenía su casa de Tepoztlán (Morelos).

Gyalui ha explicado a Efe que cuando Chavela Vargas estaba hospitalizada en Madrid -entre el 12 y el 21 de julio- "ella sabía en su fuero interno que se moría y por eso se quería ir a toda costa, porque quería morir en sus casa", a la que regresó el 26 de julio.

La cantante, ha explicado su amiga, que se ocupó de ella mientras estuvo hospitalizada en Madrid, ha estado acompañada al final por su también amiga y biógrafa María Cortina y sus "ángeles", es decir las dos enfermeras que también viajaron con ella a España, Lorena y Liliana.

Homenaje en la plaza Garibaldi

Mañana, el féretro de la cantante de "La llorona" será trasladado a la plaza Garibaldi, donde se reúnen a diario los mariachis, para rendirle un homenaje en el que participarán además la cantante Eugenia León y los guitarristas de Vargas, Juan Carlos "Che" Allende y Miguel Peña, a los que llaman familiarmente los "macorinos".

Después, sus restos serán trasladados al Teatro de Bellas Artes de la capital mexicana, donde sus compatriotas de adopción -nació en San Joaquín de Flores (Costa Rica)- podrán rendirle un último tributo.

"Ojalá todos pudiéramos morir como ella, sin que nadie se empeñe en prolongarnos la vida artificialmente, con las cuentas claras y con la misión de vivir cumplida", ha añadido una emocionada Gyalui.