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La reina Isabel II pone fin a su Jubileo desde el balcón del palacio de Buckingham

  • La soberana, de 86 años, ha culminado así cuatro días de celebraciones
  • Miles de ciudadanos han vitoreado a la reina
  • Su marido, ingresado por una infección de vejiga, no ha podido estar en los festejos

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Acaba el Jubileo de Isabel II

Sin la presencia de su esposo, el duque de Edimburgo, la reina Isabel II de Inglaterra ha puesto fin a los multitudinarios festejos por su Jubileo de Diamantes con un saludo desde el balcón del palacio de Buckingham ante un abarrotado Mall.

La soberana británica, de 86 años, ha culminado cuatro días de multitudinarias celebraciones en todo el país para festejar sus seis décadas en el trono británico.

Más sonriente que el pasado lunes y entre el afecto popular, la soberana ha acudido a los actos de este martes sin la compañía de su esposo, el príncipe Felipe, que el lunes fue hospitalizado por una infección de vejiga y seguirá varios días ingresado.

Muchos miles de ciudadanos se han agolpado en el Mall, el paseo que une Buckingham con Whitehall, y no han cesado de vitorear a su reina durante los minutos que ha durado su saludo pese a la ligera lluvia, que finalmente no impidió la celebración de un desfile aéreo de las Fuerzas Aéreas Británicas.

Isabel II ha arrancado la última jornada festiva con un servicio religioso celebrado en la catedral de San Pablo, donde el arzobispo de Inglaterra, Rowan Williams, ha pronunciado un sermón en el que le ha rendido tributo por toda una vida dedicada al servicio del país y de la Commonwealth.

Tras el acto religioso, la reina ha acudido a una recepción en Mansion House, seguida de un almuerzo en Westminster Hall, sede del Parlamento británico.

Después de esa comida se ha celebrado una procesión en carroza por el centro de Londres, en la que Isabel II ha estado sentada al lado de la duquesa de Cornualles y el príncipe Carlos de Inglaterra, a falta de su esposo, y ha sido constantemente arropada por los británicos que la esperaban desde hacía horas en las calles.

El colofón a estos cuatro días de festejos multitudinarios se ha llevado a cabo desde el balcón del palacio de Buckingham, desde el que la reina ha saludado a la multitud de ciudadanos que, a esa hora,han tenido que sacar los paraguas y han cantado en varias ocasiones el himno "Dios salve a la Reina".

En el balcón han acompañado a la soberana su hijo, el príncipe Carlos, y su esposa, Camilla, duquesa de Cornualles; sus nietos, los príncipes Guillermo y Enrique, y la duquesa de Cambridge, muy sonriente y ataviada con un elegante vestido en tono salmón, con un tocado a juego.

Concierto de estrellas

Esta jornada pone el broche final a unos festejos que vivieron anoche su punto álgido, con un concierto en los jardínes del palacio de Buckingham que reunió a músicos de varias generaciones, como Paul McCartney, Grace Jones, Ed Sheeran, Elton John o Annie Lennox.

Tras finalizar las actuaciones, la soberana británica subió al escenario en medio de una enorme ovación,  acompañada de su hijo, Carlos de Inglaterra, quien recordó la ausencia de su padre.

Todos los artistas que participaron en el multitudinario concierto volvieron a subir al escenario para cantar junto a la soberana el "Dios salve a la Reina",  lo que dio paso a un impresionante espectáculo de fuegos artificiales.