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Llega a España el Samsung Galaxy SIII con Android 4.0

  • Es el último y más potente teléfono Android fabricado por Samsung
  • Viene con la última versión del sistema operativo móvil de Google
  • A la venta desde esta tarde con distintas operadoras

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Imagen del Samsung Galaxy SIII
Imagen del Samsung Galaxy SII, que se pone a la venta este martes en España.

El Samsung Galaxy SIII que se pone hoy a la venta en España en distintas operadoras es el buque insignia de los teléfonos Android de Samsung. El Galaxy SIII no trae nada innovador o que no hayamos visto antes, pero tiene algunas cosas interesantes y el resultado es muy bueno en conjunto.

Visualmente resulta raro porque es asimétrico y poco original. Puede gustar más o menos pero no es un diseño que entusiasme. Su pantalla de 4,8 pulgadas impresiona en un primer vistazo, pero es excesivamente grande y se sitúa demasiado cerca del Galaxy Note 5 (5,3 pulgadas), lo cual no tiene mucho sentido.

Aún así, salvo que tengas las manos demasiado pequeñas lo puedes manejar utilizando sólo una aunque no sea lo más cómodo gracias a su ligereza (menos de 135 gr.) y extrema delgadez (8,6 mm).

El Samsung Galaxy SIII es potente. Mueve con absoluta facilidad la versión Android 4.0 (ICS). La personalización TouchWiz de la marca no aporta demasiado y tiene algunos fallos de usabilidad de principiante, como los "scrolls infinitos" entre pantallas y como también los que "desaparezcan" los botones táctiles situados debajo de la pantalla, pero al menos sirve para que el SIII resulte familiar a usuarios de modelos anteriores.

Potente y cargado de tecnología

El Galaxy SIII viene equipado con numerosos "gadgets", como el manejo por gestos para algunas tareas y el control por voz S Voice, que es capaz de entender tanto los comandos de voz "de toda la vida" ("llamar", "reproducir", "pausa",...) como órdenes formuladas de forma más natural ("dime la hora", "configura una alarma",...).

S Voice está en español y para interpretar las órdenes en lenguaje natural requiere conexión a Internet.

El teléfono también incorpora una función que utiliza la cámara frontal para detectar si el usuario está mirando la pantalla aunque no la esté tocando, por ejemplo leyendo, y en ese caso no pone la pantalla en reposo. Esto sin duda debe consumir bastante batería y sólo le será útil a aquellos que lean muy muy muy despacio. De otro modo el tamaño de pantalla no es tan grande como para estar leyendo sin hacer scroll o pasar de página continuamente.

Opciones para compartir contenidos

Las opciones para compartir tiene gran presencia en el Galaxy SIII. Puede que incluso tenga demasiadas ya que se duplican funciones. Por ejemplo a la opción de compartir vía Android Bean y NFC Samsung añade su propia tecnología para compartir vía wifi Direct, con funciones interesantes como la posibilidad de guardar la foto hecha con un SIII en otro SIII de forma automática, caso de fotos en grupo. La pega es que sólo funciona de SIII a SIII.

Y la función para compartir vía DLNA también se ve duplicada con una función propia (All Share Play) que permite reproducir y además compartir elementos multimedia entre múltiples dispositivos (otros móviles o tablets, televisión, ordenador) vía wifi y vía SugarSync y Dropbox.

A la vez hay un conversor de DLNA a HDMI para duplicar la pantalla del teléfonos en el televisor –por ejemplo para jugar o ver fotos y vídeos.

Por cierto que los usuarios del Galaxy SIII obtienen gratis una ampliación de 50 GB en Dropbox, durante dos años.

Una pantalla espectacular, pero...

Externamente todo el protagonismo recae en su pantalla Super AMOLED de 4,8 pulgadas y resolución HD (1280 x 720 píxeles). En uso general esta pantalla resulta brillante, muy contrastada y es simplemente espectacular, pero peca de falta de nitidez.

De modo que la pantalla del Galaxy SIII no es, en mi opinión, todo lo buena que debería ser: por un lado tiene un excesivo tono azul que se disimula con la imagen de fondo de ese color que viene por defecto. Por otro lado los píxeles son apreciables a simple vista, y eso a pesar de su alta densidad de píxeles: hay 306 de ellos por cada pulgada.

Por comparar, el HTC One X tiene la misma resolución de 1280 x 720 píxeles y casi la misma densidad, 312 píxeles por pulgada (también es 0,1 pulgadas más pequeña). La del iPhone 4S la estrenó el iPhone 4 hace ya dos años y también resulta apreciablemente más nítida que la del Samsung Galaxy SIII.

El problema es inherente al uso de la tecnología AMOLED (el HTC One X y el iPhone 4S utilizan pantallas LCD), y más aún cuando el Galaxy SIII utiliza la extraña disposición de subpíxeles PenTile, que resulta en una pantalla muy brillante y más duradera a la pérdida de fidelidad de color, pero que a la vez también resulta más pixelada y menos nítida que la tecnología LCD equivalente.

Estos efectos de la disposición de los subpíxeles de la pantalla PenTile del Samsung se aprecian especialmente en la lectura de texto en pantalla y no tanto a la hora de ver imágenes o vídeos, que además se suelen mirar a mayor distancia lo que disimula aún más ese efecto. O defecto.

Cámara de 8 megapíxeles

Junto con la pantalla, la cámara de fotos es uno de los elementos protagonistas del Galaxy SIII. Tiene numerosas opciones y modos de escena –tal vez demasiadas–, pero sobre todo es rápida.

Prácticamente no hay retardo desde que se pulsa el disparador y hasta que se ejecuta la captura. Y puede disparar 20 fotogramas consecutivos a razón de 3 por segundo a 8 megapíxeles, su resolución máxima.

La calidad de imagen es muy buena, y también el vídeo, en línea con las del iPhone 4S y el HTC One X.

Accesorios y carga inalámbrica

El último y más potente teléfono de Samsung viene acompañado de numerosos accesorios. Desde fundas que resuelven muy bien su función a cargadores y bases con salida HDMI.

La más interesante en mi opinión es el cargador inalámbrico para cargar el teléfono sin necesidad de enchufarlo a una cable. Basta con sustituir la tapa posterior por una específica y colocar el teléfono sobre la base de carga, de forma similar a como se hace con los cepillos de dientes eléctricos.

Un buen teléfono, pero no para todos

Sin ninguna duda términos generales el Samsung Galaxy SIII es muy buen teléfono: potente, capaz, completo y muy bien construido.

Pero tiene pegas que pueden echar para atrás a muchos compradores: es caro, es grande y es de plástico.

La clave de un teléfono móvil es que sea móvil. Un teléfono móvil grande no equivale ni siquiera a un tablet pequeño. Es simplemente un teléfono móvil grande. Y cuando más grande, menos móvil.

El uso del material plástico también puede ser una pega. Y el SIII es que es todo plástico. Y además se nota. Incluso la banda «metálica» del contorno es de plástico. Demasiado plástico para un teléfono de esa categoría. Y sobre todo de ese precio.

Muchos preferirán poner esa cantidad de dinero en algo que además de ser igual de bueno que el SIII lo parezca, caso del HTC One X o el iPhone 4S.

Pero si lo que buscas es precisamente un teléfono Android de calidad con una pantalla de buen tamaño y mucha potencia, y además estás dispuesto a pagarlo, entonces el Samsung Galaxy SIII no te decepcionará en absoluto.