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Siria elige nuevo Parlamento con el boicot de la oposición y un gran dispositivo de seguridad

  • Son los primeros comicios pluripartidistas, con matices, desde 1963
  • Algunos partidos, como los Hermanos Musulmanes, no se podrán presentar
  • Los observadores de la ONU prosigue su misión para verificar el alto el fuego

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Abren los colegios electorales en Siria para elegir un nuevo Parlamento

Los seis puntos de Annan

1. Diálogo político: establecer un "proceso político abierto, dirigido por los sirios" y designar a un "interlocutor" válido para todas las partes.

2. Fin de la violencia: alto el fuego efectivo bajo la supervisión de la ONU.

3. Ayuda humanitaria: coordinar una pausa diaria de dos horas para garantizar la entrega de ayuda humanitaria a todas las áreas afectadas por los combates.

4. Fin de las detenciones arbitrarias: multiplicar los esfuerzos para liberar a los detenidos por causas arbitrarias y de quienes lo fueron por actividades políticas pacíficas, así como "proporcionar sin tardanza y a través de los canales apropiados una lista de los lugares" en que se practicaron las detenciones y el acceso a ellos.

5. Libertad de prensa: asegurar que los periodistas pueden circular con libertad por todo el país y establecer una política de visa de no discriminación hacia ellos.

6. Libertad para los sirios: respetar la libertad de asociación y el derecho a la protesta pacífica.

Los colegios electorales de Siria han abierto este lunes sus puertas para elegir un nuevo Parlamento, pese al boicot de la oposición y mientras el país continúa sumido en una violencia de preguerra civil. La jornada electoral ha comenzado a las 07.00 hora local (06.00 en horario peninsular español) en medio de un gran dispositivo de seguridad, según ha podido constatar Efe.

Se trata de los primeros comicios pluripartidistas desde la llegada al poder del partido Baaz, la formación política del presidente Bachar al Asad, en 1963.

Alrededor de 14 millones de sirios elegirán los 250 escaños del nuevo Parlamento. El presidente de la Comisión Electoral, Jalaf al Azawi, ha afirmado que para votar bastará con mostrar algún documento de identidad, según ha informado la agencia de noticias oficial siria, Sana.

Según las autoridades sirias, el número total de candidatos que se presentan son 7.195, entre ellos 710 mujeres, en las quince provincias del país. Aun así, hasta 695 aspirantes en Damasco se han retirado hasta el momento de la carrera electoral y la oposición interna ha decidido boicotear los comicios porque considera que la prioridad debería ser solucionar la grave situación de la seguridad.

Limitaciones a los partidos

Aunque con estos comicios el país pretende abrirse al pluralismo político, como recoge la Constitución aprobada el pasado febrero y la nueva Ley de Partidos, quedan excluidos los Hermanos Musulmanes y los grupos kurdos.

Esa Carta Magna acaba con el monopolio del partido Baaz, de Al Asad, pero prohíbe la creación de formaciones políticas con una base religiosa, tribal o regional.

Entre las nuevas agrupaciones políticas figuran el Partido de la Solidaridad, el Partido Sirio Democrático, el Partido Al Watan y el Partido de la Solidaridad Democrática Árabe. Pese a la emergencia de estos grupos es poco probable que las elecciones supongan el fin del dominio parlamentario del Baaz, que dispone de 3,5 millones de afiliados.

Por detrás de los "baazistas", se sitúa el Partido Comunista de Siria con entre 30.000 y 50.000 militantes, mientras que el respaldo al resto de formaciones se cuenta solo por miles.

El ministro sirio de Información Adnan Mahmud, aseguró que las campañas electorales se han desarrollado en un ambiente competitivo y que en la votación de mañana se vivirá "una atmósfera de democracia y pluralismo político", con supervisión judicial independiente.

Los comicios aspiran a ser un paso más en la reformas políticas anunciadas por el régimen de Al Asad, el siguiente tras la aprobación de la Constitución en un referéndum, cuya limpieza fue puesta en tela de juicio por la oposición.

La misión de observadores

Mientras, una avanzadilla de observadores de la ONU prosigue su misión en Siria para verificar el frágil alto el fuego, vigente desde el pasado 12 de abril, aunque la violencia no ha cesado. Los grupos opositores temen que las autoridades de Damasco utilicen la votación para evitar futuras negociaciones con ellos, como estipula el plan de paz del mediador internacional Kofi Annan.

Y es que ni el alto el fuego, auspiciado por la ONU y vigente desde el pasado 12 de abril, ni el despliegue de una avanzadilla de observadores internacionales en el territorio han logrado poner fin a las hostilidades. Los observadores se encuentran en Siria para verificar el cumplimiento del plan de paz de seis puntos del enviado especial de la ONU y de la Liga Árabe, Kofi Annan.

La iniciativa contempla, entre otros, el fin de la violencia, la retirada de los tanques de las ciudades, la liberación de los detenidos de forma arbitraria y el inicio de un diálogo entre el Gobierno y los opositores. 

La opocisión denuncia que la violencia continúa

Varias explosiones se han registrado este lunes en la localidad de Dael, en la provincia de Deraa, en el sur del país, según los grupos opositores. Los Comités de Coordinación Local han apuntado que varios estallidos han sacudido los barrios meridionales de Dael, donde también se oyeron disparos de armas pesadas desde los alrededores de la localidad.

La Comisión General de la Revolución Siria y la red Sham han asegurado que también ha habiado explosiones en otros puntos de la provincia como Yasem y Sheij Miskin. Sin embargo, estas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente.

Según la ONU, desde el inicio de las protestas en el país árabe hace poco más de un año, unas 9.000 personas han perdido la vida, más de 200.000 se han desplazado a otras zonas dentro del país y 30.000 se han refugiado en países vecinos, especialmente en Turquía.