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"Si el plan de paz fracasa, al pueblo sirio sólo le queda la opción de armarse"

  • RTVE.es entrevista al portavoz de la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio en España
  • "Tras de un año, no se ha hecho nada, y eso desgasta", dice Ussama Jandali

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La cuenta atrás ha comenzado pero el alto el fuego en Siria parece lejano. Y ese es el primer requisito del plan de paz de seis puntos propuesto por el enviado especial de la ONU, Kofi Annan. El plazo concluye este jueves a las 06.00, cuando las fuerzas del régimen y los combatientes de la oposición deben frenar las acciones armadas que, dos días antes del límite, siguen produciéndose.

Siria asegura que ha empezado a retirar sus tropas tal y como exige el plan de paz. Los rebeldes, sin embargo, lo niegan. Hoy, según los dos bandos, continúan los combates. Crece además la tensión con Líbano y Turquía, después de los tiroteos de ayer en las fronteras con esos dos países. A los campamentos de refugiados instalados en suelo turco ha viajado hoy Kofi Annan.

Es un duro golpe contra la misión casi imposible de Kofi Annan de detener la violencia en Siria que, desde que estallaron las revueltas hace más de un año, ya se ha cobrado más de 9.000 muertos, según fuentes de la ONU.

Ussama Jandali es portavoz de la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio (AAPS), la principal organización de opositores sirios al régimen de Bachar al Asad en España. Jundali comenta a RTVE.es que, para su organización, a su pueblo le quedan, cada vez, menos opciones.

El plan de paz de Kofi Annan

Pregunta: este martes comenzaba el plazo para a aplicar el alto el fuego del plan de paz de Kofi Annan, y no parece que se haya cumplido…

Respuesta: Ya imaginábamos, porque el régimen es algo que nos ha grabado a sangre y fuego, que iba a haber un nuevo incumplimiento. Entendemos que cumplen una lógica de intentar ganar tiempo de forma constante, alargada, y de ese modo, acabar con todos aquellos que se mantienen, a día de hoy, protestando en la calle.

Sabíamos que, al final, iba a ser una promesa hueca. La jornada de este martes y, sobre todo, lo que pasó este lunes (los disparos a los campamentos de refugiados de Turquía), demuestran que no hay una intención por parte del régimen de cumplir el plan, de retirarse y buscar una solución política.

Realmente no esperábamos otra cosa que no fuera una nueva pérdida de tiempo y de vidas del pueblo sirio.

P: Sin embargo, el propio Annan ha manifestado que es demasiado pronto para que se pueda decir que el plan ha fracasado. ¿Confía la oposición en que el plan de paz pueda ofrecer resultados?

R: Todo el grupo de los que estamos aquí en España desearíamos que el plan funcionara. El plan básicamente concluye con el fin de los asesinatos, y eso es lo que todos queremos de una manera o de otra.

Pero eso es algo que el régimen no se puede permitir porque sabe que en el momento en el que deje de matar, la gente va a salir a la calle a manifestarse.

Si el plan se lleva a cabo, pues sería perfecto, y que se vaya viendo poco a poco cual es la realidad de la situación y la voluntad del pueblo sirio. Y claramente la mayoría de la población quiere un cambio, y ese cambio no pasa por Bachar al Asad.

El régimen lo sabe, sabe que es débil, y que está en una posición aún más débil que hace un año. Yo creo que al régimen no le queda otra opción que matar o dejar el poder, y apuesta por matar.

P: Y si no funciona… ¿que opción queda?

R: El régimen parece que ha escupido a la cara a todo aquél que ha apostado por esa solución y que solamente ha ganado tiempo para seguir con las masacres.

Si el plan se da finalmente por perdido, y buena parte de nosotros lo da ya por perdido desde el principio porque hemos visto que no hay voluntad por parte del régimen, pues lo que vamos a ver es una radicalización del proceso. Al pueblo sirio solo le está quedando la opción de armarse y defenderse.

Y también vamos a ver que la complicidad de Rusia y China van a ser cada día más difícil de sostener por su parte.

Armar a la oposición

P: ¿Valoran como una opción la intervención militar extranjera o suministrar armas a la oposición en el interior?

R: Yo, personalmente, no soy partidario de la intervención militar extranjera, pero una parte del pueblo sirio sí la quiere, porque la situación es dramática. Pero yo creo que la intervención militar extranjera no está sobre la mesa, que es un debate falso que, sobre todo, ha alimentado el régimen.

Ninguna potencia occidental está realmente considerando la opción de una autentica intervención al estilo de Libia. De momento, la reacción son palabras, solo palabras. No vemos ningún movimiento.

Pero antes de una intervención militar extranjera, lo suyo sería proporcionarle armas a los soldados del Ejército Sirio Libre (ELS), que están pidiéndolas desde hace bastante tiempo, para defender a la población.

Creo que la legitimidad del ELS, formado por desertores del ejército para defender a su propio pueblo, es máxima, y el derecho a autodefensa es algo que nadie puede negar. Solamente necesitan el apoyo logístico, y vemos que simplemente no está habiendo el flujo de armas que tendría que haber.

P: Sin embargo, algunos analistas temen que esa opción podría generar una guerra civil o, incluso, una guerra sectaria con tintes regionales …

R: Ciertamente, es una posibilidad. Pero lo que se está llevando a cabo ahora mismo, que es darle tiempo al régimen, está provocando justamente eso: un aumento del sectarismo y una radicalización de las posturas, porque el régimen está siendo muy cruel…

¿Qué opción nos queda? También queda la opción diplomática, por supuesto. Lo primerísimo de todo sería romper los lazos diplomáticos con el régimen, echando a todos los embajadores y quitándole toda la legitimidad.

Y los países árabes deberían plantearse sus acuerdos comerciales con Rusia y China, porque ellos son los auténticos sostenes del régimen a día de hoy. Y somos muy conscientes de que quien tiene la clave ahora mismo en el conflicto es Rusia.

Mesa de diálogo

P: Hace unos meses, el embajador sirio en Madrid consideró en una entrevista para RTVE.es

La clave es: ¿el diálogo, pero, por parte de quién? ¿El diálogo con aquel que te está matando, cuando te está matando y que no te reconoce? … Ellos no reconocen lo que está pasando en Siria, y ese es el principal problema.

Si tu no reconoces que estás teniendo unas protestas, que en su gran mayoría han sido totalmente pacíficas, de carácter democrático, que son de carácter unitario en cuanto a población, y hablas de una conspiración, de grupos terroristas, de Al Qaeda y demás…pues no tienes una intención de dialogar.

Ahora, dialogar con Bachar al Asad y su régimen es absolutamente imposible para cualquier opositor, porque en el momento en que se siente, va a ser cómplice de las matanzas. Pero dialogar con el régimen, en algún momento, tiene que ser posible, porque no queremos la caída del estado entero, no queremos lo que pasó en Irak.

El pueblo sirio lleva un año muriendo por pedir la caída del régimen, pero eso no significa la caída del Estado. Tampoco la caída del régimen en su totalidad, si no de las bases del régimen, empezando por la cabeza.

P: Desde que comenzaran las revueltas, han muerto más de 9.000 personas, según la ONU. Las organizaciones humanitarias han denunciado numerosas violaciones de derechos humanos por parte del régimen, pero también han acusado a fuerzas opositoras

R: Yo creo que las acusaciones son ciertas. Cuando una ONG que trabaja sobre el terreno te dice algo que a lo mejor no te gusta, pues lo tienes que asumir. Pero vamos a ver la parte del informe que hay que tener en cuenta, y es el cómo la situación está degenerando.

El hecho de que los llamados ‘rebeldes’, ‘opositores’, como lo llaman los medios, que en su gran mayoría son el pueblo sirio, pueden tomarse la revancha, es el peor de los resultados para Siria.

El precursor del sectarismo ha sido el régimen desde el principio. Pero claro está que las matanzas, los asesinatos, las violaciones, provocan sentimientos de venganza. Ese es un camino muy peligroso, y ese es el camino por el que está apostando ahora mismo la comunidad internacional.

Porque, realmente, después de un año, no se ha hecho nada, y el no hacer nada, desgasta. Y eso está creando una ruptura dentro de la sociedad siria, que se está acercando a ser un estado fallido. Y es un desastre que se supone que nadie quiere… se supone.