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Pilas que funcionan con agua para cargar móviles

  • Esta tecnología emplea agua y productos químicos para generar electricidad
  • Sirve para lugares a los que no llega la electricidad o situaciones de emergencia
  • Ya hay modelos portátiles que se pueden conseguir a precios razonables

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El PowerTreek es un dispositivo portátil que permite poner a funcionar y cargar un móvil al instante, con solo añadir agua a la pila de combustible.
El PowerTreek es un dispositivo portátil que permite poner a funcionar y cargar un móvil al instante, con solo añadir agua a la pila de combustible.

Algo tan cotidiano como es recargar un teléfono móvil puede ser una tarea bastante más complicada cuando por alguna razón no tenemos un enchufe a mano durante varios días.

Se puede pensar en viajes a lugar inhóspitos o rincones de la naturaleza donde no han llegado los enchufes, pero también en situaciones de emergencia y desastres naturales.    ¿La solución para estos casos?

De entre los diversos inventos que han surgido en los últimos años, uno de ellos se comercializa ya en formato portátil y para consumo masivo: los cargadores para dispositivos móviles que funcionan mediante una pila de combustible.

Las pilas de combustibles se diferencian de otras tecnologías en que emplean compuestos químicos que producen una reacción a partir de la cual se genera energía eléctrica,  para lo cual no hace falta sino añadir cierto combustible.

Normalmente se utiliza hidrógeno o metanol, aunque los hay de otros tipos. Estas pilas mueven coches, barcos y autobuses. Ahora también pueden servir para cargar teléfonos móviles.

¿Cómo funciona?

Una compañía Sueca llamada MyFC (My Fuel Cell) ha encontrado una solución a partir de tecnología de la norteamericana SiGNa Chemistry para hacer de esto una solución portátil para el mercado de consumo.

Funciona con agua y cartuchos recambiables

El resultado es un cargador llamado PowerTrekk que funciona con agua y cartuchos recambiables y sirve para recargar móviles o dispositivos similares.

La tecnología de SiGNa consiste en una una reacción química que se produce en unos cartuchos intercambiables llamados PowerPukk –que contienen silicio– para lo cual basta añadirles agua.

El hidrógeno generado se combina entonces con el oxígeno del aire para producir  electricidad y recargar los aparatos.

La energía almacenada en cada cartucho equivale a seis pilas AA, con una potencia de 4 vatios, y tiene mucha más duración que las pilas alcalinas convencionales.

Teniendo en cuenta que el cargador en sí cuesta unos 150 euros y los cartuchos intercambiables 3 euros cada uno se puede hacer un análisis de costes un tanto por encima: esta solución con tecnología de pila de combustible es más barata que usar pilas de usar-y-tirar, pero más cara que usar baterías recargables.

Si bien es cierto que usado en grandes volúmenes el PowerTrekk es más barato incluso que emplear un generador de gasóleo –por ejemplo, en situaciones de aislamiento de la civilización o de emergencia– y que el precio para "arrancar el invento" está dentro de lo razonable, se diría que todavía le falte un hervor a esta tecnología. 

No es algo que los aficionados a los gadgets necesiten como algo imprescindible para sus viajes cortos, ni les va a aportar nada excepcional… a menos que se vayan con todo su equipamiento más allá de la civilización.